lunes, mayo 02, 2005

Se va Arreola de Milenio

A principios de 1994, recién nacido el periódico Reforma, Federico Arreola se enfrentó a un dilema que le planteó el director y dueño del diario, Alejandro Junco: dejar la campaña de Colosio, o dejar su columna en Reforma y El Norte.
Perdiste objetividad por estar en la campaña, le dijo Junco.
Arreola prefirió seguir al lado de Colosio
Hoy Federicco deja también el periódico Milenio para integrarse a las redes que apoyan la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.
Estas son sus razones, según carta publicada en el periódico:

D. Francisco A. González Sánchez
Presidente del Grupo Milenio

Pancho:
“El gusto por la verdad no impide el que se tome partido”, escribió Albert Camus en un ensayo sobre el periodismo crítico. Cuando me conociste, en 1994, yo había tomado partido. Participaba entonces, sin ser priista, en la campaña de Luis Donaldo Colosio. Creía en su causa y esto no me impedía ejercer con honradez mi oficio de periodista.

Semanas después del asesinato de Luis Donaldo, me propusiste un proyecto empresarial: que tu grupo de comunicación tuviera, en el año 2000, un gran periódico nacional. El reto no parecía sencillo. El empuje de los medios electrónicos ya era tan fuerte que no se veía espacio para un nuevo medio impreso, menos aún en la Ciudad de México donde había un número excesivo de diarios.

Lo comenté con Enriqueta Medina, le pedí que se sumara al proyecto, aceptó y juntos diseñamos la estrategia para construir lo que después sería el Grupo Milenio. No pudimos empezar en 1995. La crisis económica no lo permitió. Fue hasta 1997 cuando dimos el primer paso del plan desarrollado por Enriqueta y por mí: la creación de la revista MILENIO Semanal, sin la cual el nacimiento del diario no hubiera sido posible. Trabajamos muy duro. Tú, desde luego, pusiste lo más importante. El empuje empresarial, el capital y todo tu esfuerzo. Desde el principio contamos con la colaboración de gente honorable, como Ciro Gómez Leyva, Román Revueltas y los moneros Hernández, Patricio y Helguera.

Un año más tarde, en 1998, tuvimos suerte: compramos el periódico Público, de Guadalajara. También en 1998 transformamos El Diario de Monterrey, el rotativo que tú hiciste en 1974. Le quitamos su formato tradicional y lo convertimos en un tabloide similar a Público, lo que después ocurrió con La Opinión de Torreón y El Diario de Tampico. Todo esto nos permitió, ya en 1999, contratar al grupo de periodistas que nos apoyaría en el lanzamiento de MILENIO Diario, entre los que destacan Raymundo Riva Palacio y Carlos Marín. El periódico nacional vio la luz, como me lo pediste en 1994, en el año 2000, exactamente el primero de enero. Cinco años después, se ha consolidado. MILENIO es ahora un diario de referencia en México.

Cumplí, Pancho, estoy satisfecho y ya me voy. No necesito decirte que el principal de mis éxitos durante este periodo es haberme hecho amigo tuyo. Me voy porque tengo otras inquietudes. A tu lado me ha ido bien en el terreno profesional, pero la sociedad en la que vivimos no avanza. Los valores por los que luchó Colosio, un hombre en el que creí, de ninguna manera se han impuesto. En México ni ha terminado de darse la transición a la democracia ni se disfrutan plenamente las libertades básicas ni, por desgracia, la mayoría de la gente ha alcanzado niveles mínimos de bienestar.

Aunque no se ha logrado el verdadero cambio en México, veo en el movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador una esperanza real de alcanzarlo. Así, he decidido aceptar una invitación que me hizo Andrés Manuel para participar en su proyecto de cambio. Sin ser perredista me voy a integrar al grupo coordinador de Redes Ciudadanas por un Proyecto Alternativo de Nación en el que ya participan Manuel Camacho, Raúl Ojeda, José Agustín Ortiz Pinchetti, Ricardo Monreal y Socorro Díaz.

Comprenderás, Pancho, que esta nueva actividad es incompatible con la dirección de un grupo de periódicos y con la vicepresidencia ejecutiva de un conglomerado de empresas tan importantes como los que presides. Abandono, pues, una posición de privilegio para sumarme a la causa, la de López Obrador, en la que creo. Agradezco, por lo demás, que se me permita seguir con mi columna en la página 3 del diario. Esta tarea periodística sí es compatible con lo que ahora voy a hacer. Es que, sin duda, el gusto por la verdad no impide tomar partido.

Afectuosamente, Federico Arreola