domingo, febrero 20, 2005

Derecho, desacato y desafuero









Calderón da cátedra de derecho en su cartón de este domingo en Reforma

A propósito del tema, ahí mismo en Reforma, la columna Templo Mayor de F. Bartolomé plantea la siguiente adivinanza:

LA PREGUNTA de la semana: ¿puede usted adivinar quién es el gobernante que a continuación se describe?

PARA EMPEZAR su gobierno hace poco fue ratificado con casi el 100 por ciento de la votación. No hay que fijarse en el detalle de que él mismo organiza esa consulta popular, la califica y da a conocer el resultado.

TODOS AQUELLOS que piensan distinto de él, forman parte de un "compló". Y si no... tal vez en algún momento lo hagan.

EL CONGRESO le sirve como mera decoración, pues su gobierno lo lleva con mano firme y no necesita andarle pidiendo permiso a nadie.

ES RESPETUOSO del Estado de Derecho, siempre y cuando los jueces fallen en favor de él. Si no lo hacen es porque también son parte del "compló".

Y AHORA QUE se siente amenazado, recurre a toda la maquinaria del Estado para que salga en su defensa y llama a movilizaciones populares y espontáneas en favor de él.

SI USTED respondió que este personaje es Fidel Castro, puede que tenga razón. Si pensó en Hugo Chávez, también se la damos por buena.

SI PENSÓ en otra persona... pues qué mal pensado.


Por cierto, que quien está ganando un enorme capital de simpatías con el asunto, es precisamente Andrés Manuel López Obrador, a quien no le conviene por ningún motivo que se le de carpetazo.
Francisco Garfias, llama en Milenio, tsunami de simpatías, las que están cayendo sobre el gobernante del DF:

Al que menos le conviene que se cierre el capítulo del desafuero es a Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño ha sabido capitalizar el monumental error de sus adversarios políticos. En las encuestas, su nivel de aprobación vuelve a subir. Las movilizaciones a su favor crecen. Cada vez hay más moñitos en las solapas, más letreros en ventanas, casas y negocios, más división en los partidos, más gente dispuesta a salir a la calle, más pejelagarto por todos lados.

A ello agréguele los pósters,discos, videos, las cooperachas que se organizan por el “no al desafuero”.
Es el culto a la personalidad alrededor de un político con un pasado que ilustra su desdén por el estado de derecho: quema de pozos, de autobuses ADO; éxodos “por la democracia”…

(Boligán interpreta así el asunto en su caricatura de este día en El Universal, bajo el título Buenas razones del desafuero. Y sigue Garfias:)
Desde la perspectiva del PRI, no se entiende cómo este partido no le ha puesto punto final al asunto. Tiene la fuerza en el Congreso para detener el tsunami de simpatía hacia el hombre del Tsurito. El 50 por ciento de votos en la Sección Instructora son tricolores. Dos de sus cuatro miembros son del PRI. Los dos fueron colocados allí por Emilio Chuayffet. Es allí donde se votará si se dictamina o no el desafuero. Si el asunto llega o no al pleno de la Cámara. Pero le han dado largas al asunto y allí están los resultados.

El legislador mexiquense inexplicablemente se aferra a la posibilidad de un desafuero que acabaría de construirle el altar a San Andrés Mártir. Don Emilio le dijo a Arsenal que “saldría más caro” no aplicar la Ley que privilegiar los criterios políticos. “Mi posición es por la legalidad”, insistió el hombre.

Chuayffet “trae por mucho los votos que necesita. Todo va en el sentido del desafuero”, nos confió en corto un diputado del PRI que asistió a la plenaria del grupo, el martes pasado, en la que se trató el controvertido tema. Es tan rígida la posición del legislador mexiquense, que hasta pareciera que le hace el juego a López Obrador.

Dicen los enterados que la estrategia perredista de explotar políticamente la compasión del mexicano es de Ricardo Monreal. Fue el gobernador de Zacatecas el primero que dijo que desde la cárcel se inscribiría el tabasqueño como candidato presidencial, Andrés Manuel lo repitió al día siguiente en su madrugadora conferencia de prensa.

La estrategia funciona, pero está basada en la manipulación. Abogados consultados por esta columna aseguran que aún en el caso de que resultara culpable de desacato, Andrés Manuel no pisaría la cárcel. No hay pena corporal prevista para el caso.

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