sábado, octubre 25, 2008

Comentocracia: Carlos Fuentes, un país, a pesar de todo, optimista

Así viene la síntesis de articulistas:

Artículos


La reforma

Reforma, p. 13/Primera - Opinión
Jaime Sánchez Susarrey
Lo bueno.
Se trata, sin duda, de un paso adelante. La aprobación por consenso, incluidos senadores y diputados del PRD y el FAP, constituye un hito. Hace unos meses parecía imposible. Sobre todo en el asunto del petróleo. Porque los mitos y los prejuicios de la clase política, particularmente de priistas y perredistas, bloquean la inteligencia De ahí la importancia del acuerdo. López Obrador es, hasta ahora, el gran derrotado. Las diferencias en el PRD se agudizaron. El ala moderada selló su apuesta por los cambios legales en el marco de las instituciones. Es una victoria para Guadalupe Acosta Naranjo, quedó la tesis lopista de que a Pemex hay que salvarlo desde la Presidencia de la República, es decir, hasta que AMLO llegue a Los Pinos. Por eso se puede afirmar que el beneficio mayor es de orden político.

Insulto a la inteligencia

El Universal, p. 1-7/Ideas
César Cancino
La reforma energética que en estos días está aprobando el Congreso nació pequeña y terminó más pequeña, amén de contradictoria y ambigua. En efecto, si la primera iniciativa enviada por el Ejecutivo fue una caricatura de reforma, una minirreforma con un perfil mucho más bajo que el que la tan ruidosa y cacareada campaña mediática sobre el “tesoro escondido” nos hacía anticipar a muchos, la reforma que finalmente acordaron los tres principales partidos en el Senado constituye una auténtica tomadura de pelo. Bienvenida sea entonces la resistencia civil promovida por los inconformes de siempre, y no porque con la reforma se “comprometa” la soberanía nacional y se “entreguen” nuestros preciados recursos naturales a los extranjeros, sino porque la reforma es un insulto a la inteligencia, un artificio burdo de una clase política ignorante y tramposa, de partidos hipócritas y convenencieros.

De la reforma petrolera

Milenio Diario, p. 14/Opinión
Rosario Robles
En esta lucha por las percepciones (en eso se ha convertido la política en los últimos tiempos), no importa la verdad sino lo que se logre acreditar ante el imaginario colectivo. De ahí la estrategia de los artífices de las iniciativas recientemente aprobadas en el Senado en el sentido de calificar la reforma petrolera como la de mayor envergadura histórica después de la expropiación petrolera de 1938. Dicha postura es evidentemente un despropósito, pues de ninguna manera puede equipararse aquella gesta histórica que involucró al gobierno y al pueblo entero con las medidas tomadas por los senadores que, es cierto, en algunos aspectos fortalecen a la paraestatal petrolera, pero que de ninguna manera tiene el rango de lo sucedido durante el periodo cardenista. Pero en este juego no importa lo que realmente aconteció, sino el vender como triunfo gubernamental una reforma que lejos está de ser la propuesta calderonista. Porque una era la iniciativa que se pretendía fuera aprobada a principios del año a través de un albazo legislativo y otra, muy diferente, es la que se zanjó el jueves pasado. Y en eso hay que ser justos. La estrategia impulsada en aquel momento por López Obrador (incluida la toma de la tribuna) frenó la intención privatizadora que sí estaba presente en el proyecto del gobierno y que, por lo menos en aquel momento, no contaba todavía claramente con la oposición priista.

Resistencia

El Universal, p. 6/Ideas
Alejandro Encinas
Alo largo de mi vida he mantenido y defendido de manera abierta y libre mis ideas y posiciones políticas. En esta ocasión, mi posición respecto a las reformas en materia energética no es la excepción. Comparto la posición del comité que integró el FAP para elaborar una iniciativa alterna a las presentadas por Calderón y el PRI, que considera que los dictámenes aprobados en el Senado conjuran la pretensión privatizadora promovida en las propuestas oficiales, ya que se evitó que particulares puedan construir, poseer y operar instalaciones de refinación y petroquímica básica, así como de transporte en ductos y almacenamiento de petrolíferos y perro químicos básicos; impiden los contratos de riesgo bajo cualquier modalidad; permite que Pemex haga uso de sus excedentes de operación y elimina la mayor parte de las características lesivas, con lo que se fortalece la paraestatal.

Lombardismo victorioso

Milenio Diario, p. 16/Opinión
Joel Ortega Juárez
Nacionalismo y estatismo siguen siendo hegemónicos en la cultura y la ideología nacional. Su predominio, más el talento del comité técnico y la destreza de los senadores perredistas han derrotado la reforma de Calderón. No se puede regatear en esta victoria el papel desempeñado por el Movimiento en Defensa del Petróleo encabezado por AMLO y sus adelit@s. Sólo quienes se desgarran las vestiduras ante cada movilización callejera pueden desconocer el peso de ese movimiento. Varios de los integrantes de la fila cuatro (compuesta por profesores de la antigua Escuela Nacional de Economía) que han sido funcionarios importantes de los gobiernos de la era priista, como el maestro David Ibarra y Carlos Tello e intelectuales talentosos como Rolando Cordera, sumaron sus aportaciones a las de personajes como Ingenia Martínez y otros como Javier Jiménez Espriú y Manuel Bartlett para construir el discurso v los argumentos contra la reforma de Calderón.

Yo por delante

Reforma, p. 12/Primera - Opinión
Felipe Díaz Garza
Habrá a quienes les parezca un recurso delirante o demagógico, pero en principio me parece inteligente y oportuna la decisión de Televisa de spotear entusiasmo y optimismo a los mexicanos para animarnos a enfrentar la crisis económica en la que, con enorme incertidumbre pero con muy malos pronósticos, estamos moviéndonos desde hace ya varias semanas y de la que irremediablemente seguiremos siendo víctimas durante muchos meses, si no es que años. La estrategia antidepresiva de la televisora arrancó esta semana con un spot, como los utilizados en sus exitosas campañas propagandísticas comerciales, protagonizado por varias de sus populares “estrellas”. Estoy seguro de que la campaña de la televisora tendrá éxito de muchas maneras, aunque no pueda evitar, como no lo podemos evitar en ninguno de los otros medios de comunicación, provocar con nuestras informaciones la desazón que se quiere evitar spoteando optimismo.

La crisis no es problema

Milenio Diario, p. 17/Opinión
Diego Petersen Farah
Lo odioso de las crisis, como de las comparaciones, no son las comparaciones o las crisis en sí mismas, sino el resultado de éstas. La crisis es un fenómeno tan natural a la economía como el otoño o el invierno (y quien tenga duda pregúntele a Chance Gardener). De lo único que pueden estar seguros los economistas y analistas financieros es de que habrá otra crisis, eso sí, no les pregunte cuándo, ni por qué, ni de dónde viene, ni qué efectos tendrá, porque eso tampoco ellos lo saben, cosa que jamás le dirán, pero a cambio le van a tirar un rollo largo, aburrido, incomprensible para finalmente no comprometerse a nada. Estando ciertos que las crisis son un fenómeno recurrente, es igualmente cierto que todas pasan. La razón es muy sencilla: para que haya otra debemos superar esta.

Partidocracia inmune

El Universal, p. 7/Ideas
Jorge Eugenio Ortiz Gallegos
La inmunidad que protege a los partidos políticos mexicanos frente a la gran crisis monetaria internacional es un caso de excepción que pudiera considerarse único en el mundo, puesto que el Poder Legislativo puede manejar el presupuesto de cualquier entidad del Estado mexicano. El Instituto Federal Electoral (IFE) asignó 3 mil 730 millones de pesos a organismos políticos para el año 2009. Esto sin considerar los fondos para las burocracias directivas de los ocho partidos políticos mexicanos, que suman más de 18 mil millones de pesos y que los partidos podrán modificar en los estados, esto es, en las entidades federativas, aplicando mayores sumas de acuerdo con el enfrentamiento con las campañas opositoras.

Universo mexicano

Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Carlos Fuentes
Crecí en un país, a pesar de todo, optimista. A pesar del régimen de partido único: el PRI, en sus tres metamorfosis (Partido Nacional Revolucionario del Presidente que lo fundó, el “jefe máximo” Plutarco Elías Calles; Partido de la Revolución Mexicana del Presidente que lo reformó, Lázaro Cárdenas; Partido Revolucionario Institucional del Presidente que “institucionalizó” la “revolución”, Miguel Alemán y sucesores). A partir de 1920, México conoció continuidad política con desarrollo pero sin democracia. En sentido lato el país aceptó esta fórmula. Las revoluciones legitiman. Y la revolución mexicana en su fase armada (1910-1920) y en su fase constructiva (1920-1964) concilio voluntades y aplazó rebeldías. A cambio de la democracia, el partido del gobierno pacificó al país, construyó presas, carreteras, escuelas. Llevó a cabo la reforma agraria, nacionalizó el petróleo. Inició la revolución industrial.







Policía Federal

Reforma, p. 13/Primera - Opinión
Ana Laura Magaloni
No nos hagamos bolas. En los países democráticos es una práctica común que la fiscalía o Ministerio Público sea una institución independiente de la policía de investigación. La iniciativa de ley que presentó esta semana el presidente Calderón con respecto a la nueva Policía Federal en este aspecto está planteando lo que es la práctica internacional más aceptada. Con dicha ley, el Ejecutivo busca concentrar todas las funciones policiales federales, incluidas las de investigación criminal, en la SSP y deja a la PGR en su carácter de fiscal, es decir, en el de abogado que acusa a un presunto responsable ante un juez. Esta decisión va encaminada en la dirección correcta, pues abre una ventana de oportunidad para construir el gran eslabón perdido de nuestras instituciones penales: un sistema de investigación e inteligencia criminal profesional. La iniciativa de Calderón me parece que abre un espacio institucional para resolver el problema de la capacidad técnica de investigación e inteligencia criminales.

Obama a un paso

El Universal, p. 1-5/Ideas
Antonio Rosas-Landa
Tal parece que la crisis económica le está haciendo un favor a la democracia en Estados Unidos. La preocupación por la pérdida de empleos, la parálisis de los negocios y los aumentos de precios han motivado a millones de estadounidenses para registrarse en las listas electorales y votar. En más de 30 estados de la Unión Americana las leyes electorales permiten el “voto temprano”, ejercicio que inicia en momentos diferentes en cada caso. La participación vista hasta ahora es tan grande que hace suponer que el total de votantes que asistan a ejercer su derecho el 4 de noviembre superará el 60% de participación. Los medios de comunicación muestran filas interminables de personas que esperan ejercer su voto temprano. La mala noticia para la campaña republicana es que se asegura que en su mayoría quienes están sufragando anticipadamente lo están haciendo por el Partido Demócrata.

Estados Unidos: una elección extraordinaria

Excélsior, p. 20/Primera
José Luis Valdés Ugalde
Un gran cambio político está ocurriendo en la escena política de Estados Unidos y otro de gran profundidad se avecina en lo que ha sido por mucho el más largo, fascinante y extraordinario proceso electoral en la moderna historia política de ese país. A diez días de la elección, es casi un hecho el arribo de Obama a la Casa Blanca el 20 de enero próximo. Según todas las encuestas, tanto las generales como las divididas entre grupos socioeconómicos, raciales, religiosos y generacionales, Barack Obama aventaja a John McCain en un rango promedio de diez puntos. En 31 estados de la Unión Americana las elecciones ya iniciaron y seguramente irán marcando la pauta de las votaciones del 4 de noviembre. Es sólo cuestión de días para que la hipótesis se corrobore; si la victoria de Obama se confirma, asistiremos al momento político más dramático y trascendental de la historia política moderna de Estados Unidos. (…)

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