El Universal reporta que internos de la banda de Los Aztecas, perteneciente al cártel de los Carrillo Fuentes, sometieron a custodios del Centro de Readaptación Social (Cereso) estatal de esta frontera y masacraron a 20 reos y lesionaron a otros siete, todos integrantes de los grupos conocidos como Los Artistas Asesinos y Los Mexicles, afines al cártel de Sinaloa de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
La ejecución múltiple ocurrió a unas horas de que las autoridades federales informaran de la militarización de la vigilancia en la ciudad.
Según relató el representante del gobierno estatal en Juárez, Víctor Valencia de los Santos, el incidente inició a las 6:27 horas y concluyó a las 10:30, cuando las fuerzas de seguridad ingresaron a la cárcel de mediana seguridad, en la cual hay sólo presos sentenciados.
Al regresar de la visita conyugal, miembros de Los Aztecas agredieron a los integrantes de Los Artistas Asesinos y Los Mexicles en el área de alta seguridad del centro penitenciario.
La mayoría de las víctimas son convictos con penas mayores a 20 años de prisión, quienes habían sido trasladados del Cereso municipal local al estatal en los últimos años, merced a su participación en riñas y presentar un alto grado de peligrosidad, explicó Valencia de los Santos.
De acuerdo con Óscar Hermosillo, director del penal, un grupo de internos de Los Aztecas que regresaban a su dormitorio “amenazaron a un custodio, quien exigió a otro compañero que entregara las llaves del módulo cinco”.
“Con las llaves en su poder —dijo en rueda de prensa—, el grupo agresor se dirigió al área de alta seguridad, a donde al parecer iban contra alguien, sin que se sepa de quién se trataba”.
Al llegar a esta área, recalcó, fueron abriendo celda por celda y arrancaron puertas para sacar a rastras a los integrantes de las bandas rivales.
Afuera, los ejecutaron a golpes y con armas blancas y de fuego, de las conocidas como hechizas, que fabrican los propios internos utilizando cartuchos que entran de contrabando.
Todos los fallecidos son parte de las pandillas Los Mexicles y Los Artistas Asesinos, que presumiblemente apoyan al cártel de Sinaloa.
De las 20 víctimas, 19 fueron identificadas oficialmente; sólo una permanece aún como desconocida.
Internos sobrevivientes acusaron a pandilleros de Los Aztecas de ser los responsables del “baño de sangre”, al matar a los 20 reos y lesionar a siete más.
Este es el primer incidente que registra el penal estatal, inaugurado hace cuatro años, ya que los motines y riñas pasados fueron en el Cereso municipal, situado al surponiente de la ciudad, y de acuerdo al director de la penitenciaría, “este no fue un motín sino un enfrentamiento entre pandillas antagónicas”.
En cuanto se dio a conocer que había un problema en el Cereso estatal, elementos del Ejército mexicano, de la Policía Federal (PF), de la Agencia Estatal de Investigaciones y de la Policía Municipal, rodearon las instalaciones para evitar una fuga, debido a que más de 150 internos se apostaron en la azotea de uno de los dormitorios.
Aproximadamente a las 9:00 horas, alrededor de 100 agentes de la Policía Federal arribaron al lugar, rociaron con gas lacrimógeno a los internos para dispersarlos y entraron hasta el sitio donde encontraron a los 20 muertos y lesionados.
Por su parte, tropas del Ejército ingresaron al penal por aire; decenas de soldados bajaron a rapel desde helicópteros militares para contener a los reos.
La Secretaría de Seguridad Pública Estatal descartó que se tratara de un motín, sino de una riña entre integrantes de las bandas Los Aztecas, Los Mexicles y Los Artistas Asesinos.
Fuera del Cereso se congregaron familiares de los aproximadamente mil internos de esa cárcel, pero fueron controlados por personal militar, ya que trataban de acercarse a las instalaciones para pedir información sobre lo ocurrido.
Ante su insistencia, a las 13:00 horas, personal del Cereso salió a la zona donde se encontraban los familiares y leyeron los nombres de las víctimas mortales.
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