Así viene la síntesis de artículos:
Campañas sin ambiente
Reforma, p. 10/Primera - Opinión
Julia Cabrias
Durante los últimos dos meses los mexicanos escuchamos día y noche las campañas electorales que los partidos han llevado a cabo para la elección de diputados el próximo 5 de julio. Lo deseable hubiera sido que, a lo largo de estos meses, las propuestas y debates condujeran hacia la construcción de la agenda legislativa nacional de los próximos tres años. No sé qué habrá ocurrido en otros temas, pero sí puedo afirmar que en materia ambiental las propuestas no existieron, demostrando, una vez más, que el medio ambiente sigue estando ausente en la agenda de los partidos.
Despotismo
Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Javier González
Cuando un gobierno sucumbe ante la tentación de usar ilegítimamente el poder para combatir a sus adversarios, lo único que consigue es debilitar el Estado de derecho. Pero cuando desde el gobierno se modifica la ley para darse más poder, las consecuencias son devastadoras pues se atenta contra la democracia misma. Las recientes modificaciones en materia penal han dado más poder y discrecionalidad al régimen calderonista, que ha utilizado dicha legislación de manera artera y autoritaria para objetivos claramente electoreros, empequeñeciendo aún más las cadavéricas instituciones del país. La infortunada declaración de que “el gobierno no pide permiso, actúa”, lanzada en Morelos hace unos días, habla de la visión despótica con que opera Calderón. Creer que desde el gobierno federal se puede pasar sobre los gobiernos que conforman la Federación, los otros Poderes de la Unión e incluso sobre los ciudadanos y sus libertades, revela una delirante añoranza del totalitarismo.
Propuesta para un nuevo modelo de país
La Jornada, p. 18/Opinión
Enrique Calderón Alzati /ll
Así como hoy tenemos al “presidente del empleo” concentrado en una estrategia al respecto, aunque no está todavía claro si sus objetivos son su fomento o su destrucción, hubo hace unos pocos años otro presidente, el de la renovación moral, rescatado recientemente del olvido por la admirable periodista Carmen Aristegui. Gracias a este singular personaje, aparentemente apasionado por limpiar a México de la corrupción dominante, fueron establecidas una serie de normas cuyo efecto real ha sido la paralización del gobierno, y la creación de un costoso e inútil aparato por el cual, algo así como 70 por ciento de los empleados públicos supuestamente vigilan que el otro 30 por ciento haga las cosas bien.
¿Por quién vota el que no vota?
La Jornada, p. 19/Opinión
Ilán Semo
El debate entre “abstencionistas” y “anulacionistas”, es decir, entre quienes propugnan hoy no asistir a las casillas y quienes están por ir a las urnas para anular el voto, podría adquirir una dimensión inédita en los pocos días que faltan para las elecciones federales. En general, los índices de abstención en la historia electoral mexicana siempre han sido cuantiosos. No es casual. Entendido como una práctica clientelar por millones de electores durante más de 70 años, el ritual de “elegir” representantes se reducía a una manifestación de lealtad o de obediencia al único poder que podía dispendiar los beneficios de la política. En rigor, era un ritual que grosso modo condonaba (y no penaba) la abstención como forma (incluso celebrada) de indiferencia. Finalmente, la diferencia entre los sistemas autoritarios (como lo fue el mexicano) y los regímenes totalitarios a lo largo del siglo XX residió en que los primeros se limitaban a controlar las acciones de los individuos, mientras que los segundos aspiraban a gobernar sus mentes.
Ni un voto a la partidocracia y no a la reelección
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Joel Ortega Juárez
Faltan algunos días para el 5 de julio.
La ola contra la partidocracia crece.
Vienen aguas de muchas partes.
Las que tienen más promoción mediática, por obvias razones, son las que provienen de los comentócratas, algunos ligados a la televisión privada y otros a la pública, así como a las decenas de cadenas de radio y también viejos “expertos” ligados al aparato electoral (IFE) durante años y muchas veces también a la partidocracia de la cual proceden, duran un tiempo en el IFE o los institutos de los estados y regresan a dirigir partidos. Cuando no tienen hueso, son contratistas y “expertos” en diseñar nuevas leyes, como la más reciente que es un desastre. Sólo debaten entre ellos. Simulan discusiones en sus programas de tv, radio y las que organizan en el IFE, el Senado, la Cámara de Diputados y demás aparatos del Estado.
Prioridades invertidas: elecciones o gobierno
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Juan Gabriel Valencia
Salvo en un Estado totalitario, en el cual la firmeza es condición casi única de la gobernabilidad, en los demás sistemas de gobierno se requieren muchos otros ingredientes en el gobernante, como capacidad para formular políticas con sustento colectivo, pericia procesal, aliados activos, adversarios políticos con incentivos para colaborar, cierta dosis de humildad emanada de la conciencia de un poder no absoluto y de una temporalidad en su ejercicio a plazo fijo. Los gobiernos del PAN, tanto el anterior como este, olvidan con frecuencia esos requisitos.
Búsquense otra sociedad
Milenio Diario, p. 15/Opinión
Diego Petersen Farah
La frase del presidente Calderón “si no convencen éstos (partidos), hagan otros” es poco afortunada. Aunque pueda ser bien intencionada, equivalente a la del papá que le dice el hijo adolescente “si no te gusta cómo llevo las cosas en esta casa, consíguete otra”. No cabe duda que desde el poder las cosas se ven distintas y que desde el último piso del Empire State hasta Obama se ve chiquito. El mareo de altura es una de las peores enfermedades del poder, decía Castillo Peraza, y es evidente que el Presidente no está entendiendo el tamaño de la crisis del sistema de partidos, porque él lo ve desde arriba. Quizá lo que no se ha entendido desde el poder es que lo que la sociedad reclama no es falta de opciones ideológicas. Ese no es el problema: tenemos desde fascismo verde hasta izquierda autoritaria, pasando por liberalismo zapateado y derecha clerical. (…)
Colaboración especial/Fortalezcamos la gobernabilidad
El Universal, p. 22/Primera-Opinión
Mateo Lejarza Leo
Llama la atención el debate que viene dándose entre los anulistas y los defensores del sistema y régimen de partidos; es una situación poco presumible que en una democracia tan joven como la nuestra la discusión sea si se anula o no el voto, pero tiene de valioso que frente a los partidos arrogantes que tenemos está creciendo una protesta social que, no obstante su dispersión y heterogeneidad, enarbola una serie de demandas que buscan cambios y que presionan de manera real sobre el comportamiento de los líderes partidarios. La pregunta es si ya pasando las elecciones las propuestas que han surgido en medio del debate hay manera de sostenerlas frente a la forma arbitraria de conducirse de los partidos.
Por qué
Reforma, p. 11
Primera - Opinión
Jaime Sánchez Susarrey
Voy a anular mi voto porque me parece inaceptable que el IFE les otorgue este año 3 mil 600 millones de pesos a los partidos políticos. Para los políticos profesionales la crisis no existe y el ajuste del cinturón es una práctica buena para los ciudadanos y las empresas, pero inaplicable a ellos porque trabajan por... la patria. ¿Ok? Voy anular mi voto porque me parece escandaloso que el Partido Verde, el Partido del Trabajo (encabezado por un maoísta trácala), Convergencia (negocio de Dante Delgado), Nueva Alianza (feudo de la maestra Gordillo) y el Partido Socialdemócrata reciban este año mil 300 mdp.
Hermosillo. ¿Responsables? IMSS-Levi, su consejo técnico y Secodam
La Jornada, p. 18/Opinión
Gustavo Leal F.
¿Cómo evitar más tragedias? Lo que menos les importa son los niños fallecidos, y el futuro de los que están y estarán bajo custodia del IMSS. El economista Daniel Karam -segundo director calderonista del IMSS- pretende tapar el sol con un dedo y ocultar el problema de fondo que subyace a la tragedia de Hermosillo, que ya cobró 47 vidas. Asiéndose de las medidas de protección, intenta alejar la responsabilidad directa del instituto en el fatal desenlace, responsabilidad que deriva del modelo de subrogación de guarderías que tanto presumieron sus predecesores.
El día siguiente
Milenio Diario, p. 12/Opinión
Rosario Robles
Bien dice María de las Heras que votar en blanco es extender un cheque para que cualquier partido que tenga el control en las casillas donde no haya una vigilancia real se atribuya esos votos cruzando, al amparo de la noche, su logotipo en las boletas que fueron, según sus promotores, depositadas como un acto de rebeldía. Pero aun cruzando toda la papeleta, lo que es indudablemente un derecho inapelable, la pregunta sigue siendo si esa llamada de atención se puede convertir realmente en un movimiento que genere la plataforma necesaria para lograr cambios significativos, no sólo del sistema electoral, sino del Estado mexicano. Porque en el fondo de lo que se trata, si es que verdaderamente esta propuesta no pretende alimentar la antipolítica, es de realizar la cirugía mayor que con urgencia necesita el país, de resolver los grandes problemas nacionales, y también de manera importante los cotidianos, esos que agobian todos los días a millones de mexicanos.(…)
México y el cambio climático
El Universal, p. 23
Primera-Opinión
Jorge Emilio González M.
El Programa Especial de Cambio Climático (PECC) es el documento oficial que contiene los objetivos, las metas y las medidas de mitigación y adaptación que seguirá nuestro país en materia de cambio climático durante el resto de la presente administración. Pese a que la publicación del PECC demoró más de un año, la elaboración de dicho programa resulta muy relevante, toda vez que coloca a nuestro país a la vanguardia de las economías emergentes, debido a la elevación gradual de compromisos internacionales en materia de cambio climático.
Campañas sin ambiente
Reforma, p. 10/Primera - Opinión
Julia Cabrias
Durante los últimos dos meses los mexicanos escuchamos día y noche las campañas electorales que los partidos han llevado a cabo para la elección de diputados el próximo 5 de julio. Lo deseable hubiera sido que, a lo largo de estos meses, las propuestas y debates condujeran hacia la construcción de la agenda legislativa nacional de los próximos tres años. No sé qué habrá ocurrido en otros temas, pero sí puedo afirmar que en materia ambiental las propuestas no existieron, demostrando, una vez más, que el medio ambiente sigue estando ausente en la agenda de los partidos.
Despotismo
Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Javier González
Cuando un gobierno sucumbe ante la tentación de usar ilegítimamente el poder para combatir a sus adversarios, lo único que consigue es debilitar el Estado de derecho. Pero cuando desde el gobierno se modifica la ley para darse más poder, las consecuencias son devastadoras pues se atenta contra la democracia misma. Las recientes modificaciones en materia penal han dado más poder y discrecionalidad al régimen calderonista, que ha utilizado dicha legislación de manera artera y autoritaria para objetivos claramente electoreros, empequeñeciendo aún más las cadavéricas instituciones del país. La infortunada declaración de que “el gobierno no pide permiso, actúa”, lanzada en Morelos hace unos días, habla de la visión despótica con que opera Calderón. Creer que desde el gobierno federal se puede pasar sobre los gobiernos que conforman la Federación, los otros Poderes de la Unión e incluso sobre los ciudadanos y sus libertades, revela una delirante añoranza del totalitarismo.
Propuesta para un nuevo modelo de país
La Jornada, p. 18/Opinión
Enrique Calderón Alzati /ll
Así como hoy tenemos al “presidente del empleo” concentrado en una estrategia al respecto, aunque no está todavía claro si sus objetivos son su fomento o su destrucción, hubo hace unos pocos años otro presidente, el de la renovación moral, rescatado recientemente del olvido por la admirable periodista Carmen Aristegui. Gracias a este singular personaje, aparentemente apasionado por limpiar a México de la corrupción dominante, fueron establecidas una serie de normas cuyo efecto real ha sido la paralización del gobierno, y la creación de un costoso e inútil aparato por el cual, algo así como 70 por ciento de los empleados públicos supuestamente vigilan que el otro 30 por ciento haga las cosas bien.
¿Por quién vota el que no vota?
La Jornada, p. 19/Opinión
Ilán Semo
El debate entre “abstencionistas” y “anulacionistas”, es decir, entre quienes propugnan hoy no asistir a las casillas y quienes están por ir a las urnas para anular el voto, podría adquirir una dimensión inédita en los pocos días que faltan para las elecciones federales. En general, los índices de abstención en la historia electoral mexicana siempre han sido cuantiosos. No es casual. Entendido como una práctica clientelar por millones de electores durante más de 70 años, el ritual de “elegir” representantes se reducía a una manifestación de lealtad o de obediencia al único poder que podía dispendiar los beneficios de la política. En rigor, era un ritual que grosso modo condonaba (y no penaba) la abstención como forma (incluso celebrada) de indiferencia. Finalmente, la diferencia entre los sistemas autoritarios (como lo fue el mexicano) y los regímenes totalitarios a lo largo del siglo XX residió en que los primeros se limitaban a controlar las acciones de los individuos, mientras que los segundos aspiraban a gobernar sus mentes.
Ni un voto a la partidocracia y no a la reelección
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Joel Ortega Juárez
Faltan algunos días para el 5 de julio.
La ola contra la partidocracia crece.
Vienen aguas de muchas partes.
Las que tienen más promoción mediática, por obvias razones, son las que provienen de los comentócratas, algunos ligados a la televisión privada y otros a la pública, así como a las decenas de cadenas de radio y también viejos “expertos” ligados al aparato electoral (IFE) durante años y muchas veces también a la partidocracia de la cual proceden, duran un tiempo en el IFE o los institutos de los estados y regresan a dirigir partidos. Cuando no tienen hueso, son contratistas y “expertos” en diseñar nuevas leyes, como la más reciente que es un desastre. Sólo debaten entre ellos. Simulan discusiones en sus programas de tv, radio y las que organizan en el IFE, el Senado, la Cámara de Diputados y demás aparatos del Estado.
Prioridades invertidas: elecciones o gobierno
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Juan Gabriel Valencia
Salvo en un Estado totalitario, en el cual la firmeza es condición casi única de la gobernabilidad, en los demás sistemas de gobierno se requieren muchos otros ingredientes en el gobernante, como capacidad para formular políticas con sustento colectivo, pericia procesal, aliados activos, adversarios políticos con incentivos para colaborar, cierta dosis de humildad emanada de la conciencia de un poder no absoluto y de una temporalidad en su ejercicio a plazo fijo. Los gobiernos del PAN, tanto el anterior como este, olvidan con frecuencia esos requisitos.
Búsquense otra sociedad
Milenio Diario, p. 15/Opinión
Diego Petersen Farah
La frase del presidente Calderón “si no convencen éstos (partidos), hagan otros” es poco afortunada. Aunque pueda ser bien intencionada, equivalente a la del papá que le dice el hijo adolescente “si no te gusta cómo llevo las cosas en esta casa, consíguete otra”. No cabe duda que desde el poder las cosas se ven distintas y que desde el último piso del Empire State hasta Obama se ve chiquito. El mareo de altura es una de las peores enfermedades del poder, decía Castillo Peraza, y es evidente que el Presidente no está entendiendo el tamaño de la crisis del sistema de partidos, porque él lo ve desde arriba. Quizá lo que no se ha entendido desde el poder es que lo que la sociedad reclama no es falta de opciones ideológicas. Ese no es el problema: tenemos desde fascismo verde hasta izquierda autoritaria, pasando por liberalismo zapateado y derecha clerical. (…)
Colaboración especial/Fortalezcamos la gobernabilidad
El Universal, p. 22/Primera-Opinión
Mateo Lejarza Leo
Llama la atención el debate que viene dándose entre los anulistas y los defensores del sistema y régimen de partidos; es una situación poco presumible que en una democracia tan joven como la nuestra la discusión sea si se anula o no el voto, pero tiene de valioso que frente a los partidos arrogantes que tenemos está creciendo una protesta social que, no obstante su dispersión y heterogeneidad, enarbola una serie de demandas que buscan cambios y que presionan de manera real sobre el comportamiento de los líderes partidarios. La pregunta es si ya pasando las elecciones las propuestas que han surgido en medio del debate hay manera de sostenerlas frente a la forma arbitraria de conducirse de los partidos.
Por qué
Reforma, p. 11
Primera - Opinión
Jaime Sánchez Susarrey
Voy a anular mi voto porque me parece inaceptable que el IFE les otorgue este año 3 mil 600 millones de pesos a los partidos políticos. Para los políticos profesionales la crisis no existe y el ajuste del cinturón es una práctica buena para los ciudadanos y las empresas, pero inaplicable a ellos porque trabajan por... la patria. ¿Ok? Voy anular mi voto porque me parece escandaloso que el Partido Verde, el Partido del Trabajo (encabezado por un maoísta trácala), Convergencia (negocio de Dante Delgado), Nueva Alianza (feudo de la maestra Gordillo) y el Partido Socialdemócrata reciban este año mil 300 mdp.
Hermosillo. ¿Responsables? IMSS-Levi, su consejo técnico y Secodam
La Jornada, p. 18/Opinión
Gustavo Leal F.
¿Cómo evitar más tragedias? Lo que menos les importa son los niños fallecidos, y el futuro de los que están y estarán bajo custodia del IMSS. El economista Daniel Karam -segundo director calderonista del IMSS- pretende tapar el sol con un dedo y ocultar el problema de fondo que subyace a la tragedia de Hermosillo, que ya cobró 47 vidas. Asiéndose de las medidas de protección, intenta alejar la responsabilidad directa del instituto en el fatal desenlace, responsabilidad que deriva del modelo de subrogación de guarderías que tanto presumieron sus predecesores.
El día siguiente
Milenio Diario, p. 12/Opinión
Rosario Robles
Bien dice María de las Heras que votar en blanco es extender un cheque para que cualquier partido que tenga el control en las casillas donde no haya una vigilancia real se atribuya esos votos cruzando, al amparo de la noche, su logotipo en las boletas que fueron, según sus promotores, depositadas como un acto de rebeldía. Pero aun cruzando toda la papeleta, lo que es indudablemente un derecho inapelable, la pregunta sigue siendo si esa llamada de atención se puede convertir realmente en un movimiento que genere la plataforma necesaria para lograr cambios significativos, no sólo del sistema electoral, sino del Estado mexicano. Porque en el fondo de lo que se trata, si es que verdaderamente esta propuesta no pretende alimentar la antipolítica, es de realizar la cirugía mayor que con urgencia necesita el país, de resolver los grandes problemas nacionales, y también de manera importante los cotidianos, esos que agobian todos los días a millones de mexicanos.(…)
México y el cambio climático
El Universal, p. 23
Primera-Opinión
Jorge Emilio González M.
El Programa Especial de Cambio Climático (PECC) es el documento oficial que contiene los objetivos, las metas y las medidas de mitigación y adaptación que seguirá nuestro país en materia de cambio climático durante el resto de la presente administración. Pese a que la publicación del PECC demoró más de un año, la elaboración de dicho programa resulta muy relevante, toda vez que coloca a nuestro país a la vanguardia de las economías emergentes, debido a la elevación gradual de compromisos internacionales en materia de cambio climático.
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