Así viene la síntesis de columnas:
Adiós alimañas
Reforma, p. 15/Primera - Opinión
Denise DresserDiez razones para apoyar las alianzas PAN-PRD: El PRI viene de regreso sin haberse modernizado, lo cual implica una regresión para la vida política del país. Ha centrado su atención en ganar gubernaturas para -desde allí- financiar y pavimentar el camino a Los Pinos. La única forma de frenar la maquinaria priista es deteniendo su avance en estados cruciales para la elección presidencial del 2012, incluyendo Oaxaca, Puebla, Durango, Veracruz e Hidalgo. Una forma de colocar piedras en su camino es impedir el fortalecimiento del “feuderalismo” que el PRI ha logrado implantar en la periferia (…)
Alianzas: legitimidad y eficacia
El Universal, p. 26/Primera
Víctor Reynoso
Para al menos cuatro estados en los que habrá elección de gobernador este año (Durango, Hidalgo, Oaxaca y Puebla) se ha hablado de alianzas entre partidos distintos al PRI, el PAN y el PRD principalmente. No queda claro qué tan legítimas y eficaces serían estas alianzas. El objetivo, único, parece ser “sacar al PRI del poder”. Y es en ese objetivo donde la duda cabe: ¿justifica y legitima una alianza entre panistas y perredistas? Esas alianzas, ¿serían eficaces, es decir, lograrían su objetivo? Podemos contrastar lo propuesto hoy con lo que se hizo hace 10 años: unir a la entonces oposición para “sacar al PRI de Los Pinos”.
El 2012 se decide hoy
El Universal, p. 27/Primera
Manuel Camacho Solís
En julio habrá elecciones para gobernador en 12 estados. En 10 el PRI tiene amplias posibilidades de ganar y en dos se está volviendo competitivo. Si en julio se levanta con una victoria de carro completo, con el control del territorio, el desplome del PAN, su peso en el Legislativo y sus alianzas con los grupos de interés, tendrá despejado el camino a la Presidencia. Si por el contrario, en virtud de las coaliciones no gana en varios estados, perderá impulso e iremos a una competencia real para 2012 (…)
¿No basta Haití?
El Universal, p. 27/Primera
Leonardo Curzio
Si la tragedia de Haití no consigue erosionar esa palabrería pueblerina y plúmbea que nos impide participar en las misiones de paz de Naciones Unidas y por esa vía cumplir cabalmente nuestra función práctica para contribuir con la agenda de paz y la seguridad, no veo qué podría cambiarla. Haití está en nuestra esfera de influencia, es un país sufrido, humillado, que necesita ayuda de toda la comunidad internacional para estabilizar la situación que hoy tiene y proceder a una reconstrucción que es, hoy por hoy, un imperativo moral para la comunidad de naciones. Hace algunos años cuando se discutió la operación de Haití (MINUSTAH), México decidió no participar, dejando la responsabilidad a países como Brasil y Chile (…)
Obama: hora de reinventarse
El Universal, p. 27/Primera
Gabriel Guerra Castellanos
Justo cuando debería estar en su mejor momento, festejando su primer año en la Casa Blanca, preparándose para su primer mensaje a la nación (el State of the Union) y sin tener que preocuparse por lo electoral por lo menos hasta noviembre, Barack Obama está en un atolladero. La elección especial en Massachussets para suplir al fallecido senador Edward Kennedy significó un golpe para el presidente y su partido casi tan fuerte como el de la muerte del histórico personaje demócrata. Si a la partida de Kennedy muchos vieron el final de una era, la estrepitosa derrota de la candidata a sucederlo pinta una raya que marcará definitivamente los primeros (que tal vez sean los últimos) cuatro años de Obama en la Presidencia de su país.
El malestar
Reforma, p. 14/Primera - Opinión
Jorge Ramos Ávalos
La esperanza y euforia que Barack Obama trajo a Estados Unidos hace poco más de un año se han transformado en un grisáceo e incómodo malestar. Como esos dolores de cabeza que son leves pero constantes, este malestar no tiene un solo origen. Es provocado por muchas cosas. Ese malestar surgió con más fuerza que nunca en Massachusetts. Fue ahí que el candidato republicano Scott Brown le arrancó a los demócratas el puesto en el Senado que tuvo durante 47 años el fallecido Ted Kennedy. Sin duda hizo una mucho mejor campaña que la demócrata Martha Coakley. Pero eso no lo explica todo (…)
Si la reforma pasa
Reforma, p. 14/Primera - Opinión
Jesús Silva- Herzog Márquez
Pensemos que la iniciativa de reforma institucional del Presidente es aprobada íntegramente. ¿Cómo se transformaría el escenario de la política? Desde luego, el cuadro de nuestra política sería muy distinto. Debe reconocerse que la iniciativa es ambiciosa y que sus efectos serían trascendentes. Imaginemos el cuadro tras la puesta en marcha de la reforma. El Presidente tendría mayor confianza en su legitimidad. Gracias a la segunda vuelta su respaldo dejaría las vergüenzas de la minoría y se jactaría de haber recibido un respaldo claro de la mayoría de los votantes. Algunos creerán ese cuento de la legitimidad y dirán que, finalmente, el presidente mexicano es apoyado por la mayoría de los electores (…)
De alianzas y congruencias
Excélsior, p. 22/Primera-Nacional
Agustín Basave
¿Cuáles son los criterios para trazar fronteras entre partidos políticos? En buena tesis, deben ser bastante rígidos para constituir opciones diferenciadas ante el electorado y suficientemente flexibles para evitar su proliferación. ¿Y entonces cuántos partidos debe haber en un país, uno o dos, diez o veinte? Aunque eso depende de variables históricas y socioculturales, no es descabellado afirmar que con uno no habría democracia y con veinte no habría gobernabilidad. Vamos, sin ánimo de reducir un asunto tan relativo a una receta de cocina, podría decirse que un número razonable está entre dos y diez (…)
Entre la disputa y el encuentro
Excélsior, p. 23/Primera-Opinión
Roberto Gill
Frente a la posibilidad de que los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática formen coaliciones electorales en algunos estados de la República, líderes priistas han deslizado sutilmente una advertencia: las coaliciones electorales con otros pondrían fin a cualquier coalición legislativa con el PRI para impulsar reformas en el Congreso. Para hacer creíble la advertencia, insisten en que son la mayoría legislativa, que sin ellos las reformas simplemente no pueden producirse, que tienen en sus manos el mayor número de los gobiernos estatales y municipales (…)
La reforma del gobierno
El Financiero, p. 18/Opinión
Jaime Castrejón Diez
Mucho se ha estado comentando sobre las reformas presentadas por el presidente Calderón en lo político, para por un lado asegurar la legitimidad de los gobernantes electos y por otro lado abrir un sistema que hasta la fecha ha sido muy cerrado. Se trata de darle una vuelta a la partidocracia, porque no hemos pasado de un gobierno autoritario a la democracia, sino que nos hemos quedado en medio en una partidocracia que está siendo nociva para el país. Se ha hablado mucho de la reforma del Estado, y en esto veo una seria confusión de conceptos, porque la definición de la que se parte es incompleta, ya que el Estado no es el gobierno nada más; el Estado es el conjunto de gobierno y gobernados. De lo que se ha hablado frecuentemente como reforma del Estado son simplemente reformas al gobierno. (…)
Adiós alimañas
Reforma, p. 15/Primera - Opinión
Denise DresserDiez razones para apoyar las alianzas PAN-PRD: El PRI viene de regreso sin haberse modernizado, lo cual implica una regresión para la vida política del país. Ha centrado su atención en ganar gubernaturas para -desde allí- financiar y pavimentar el camino a Los Pinos. La única forma de frenar la maquinaria priista es deteniendo su avance en estados cruciales para la elección presidencial del 2012, incluyendo Oaxaca, Puebla, Durango, Veracruz e Hidalgo. Una forma de colocar piedras en su camino es impedir el fortalecimiento del “feuderalismo” que el PRI ha logrado implantar en la periferia (…)
Alianzas: legitimidad y eficacia
El Universal, p. 26/Primera
Víctor Reynoso
Para al menos cuatro estados en los que habrá elección de gobernador este año (Durango, Hidalgo, Oaxaca y Puebla) se ha hablado de alianzas entre partidos distintos al PRI, el PAN y el PRD principalmente. No queda claro qué tan legítimas y eficaces serían estas alianzas. El objetivo, único, parece ser “sacar al PRI del poder”. Y es en ese objetivo donde la duda cabe: ¿justifica y legitima una alianza entre panistas y perredistas? Esas alianzas, ¿serían eficaces, es decir, lograrían su objetivo? Podemos contrastar lo propuesto hoy con lo que se hizo hace 10 años: unir a la entonces oposición para “sacar al PRI de Los Pinos”.
El 2012 se decide hoy
El Universal, p. 27/Primera
Manuel Camacho Solís
En julio habrá elecciones para gobernador en 12 estados. En 10 el PRI tiene amplias posibilidades de ganar y en dos se está volviendo competitivo. Si en julio se levanta con una victoria de carro completo, con el control del territorio, el desplome del PAN, su peso en el Legislativo y sus alianzas con los grupos de interés, tendrá despejado el camino a la Presidencia. Si por el contrario, en virtud de las coaliciones no gana en varios estados, perderá impulso e iremos a una competencia real para 2012 (…)
¿No basta Haití?
El Universal, p. 27/Primera
Leonardo Curzio
Si la tragedia de Haití no consigue erosionar esa palabrería pueblerina y plúmbea que nos impide participar en las misiones de paz de Naciones Unidas y por esa vía cumplir cabalmente nuestra función práctica para contribuir con la agenda de paz y la seguridad, no veo qué podría cambiarla. Haití está en nuestra esfera de influencia, es un país sufrido, humillado, que necesita ayuda de toda la comunidad internacional para estabilizar la situación que hoy tiene y proceder a una reconstrucción que es, hoy por hoy, un imperativo moral para la comunidad de naciones. Hace algunos años cuando se discutió la operación de Haití (MINUSTAH), México decidió no participar, dejando la responsabilidad a países como Brasil y Chile (…)
Obama: hora de reinventarse
El Universal, p. 27/Primera
Gabriel Guerra Castellanos
Justo cuando debería estar en su mejor momento, festejando su primer año en la Casa Blanca, preparándose para su primer mensaje a la nación (el State of the Union) y sin tener que preocuparse por lo electoral por lo menos hasta noviembre, Barack Obama está en un atolladero. La elección especial en Massachussets para suplir al fallecido senador Edward Kennedy significó un golpe para el presidente y su partido casi tan fuerte como el de la muerte del histórico personaje demócrata. Si a la partida de Kennedy muchos vieron el final de una era, la estrepitosa derrota de la candidata a sucederlo pinta una raya que marcará definitivamente los primeros (que tal vez sean los últimos) cuatro años de Obama en la Presidencia de su país.
El malestar
Reforma, p. 14/Primera - Opinión
Jorge Ramos Ávalos
La esperanza y euforia que Barack Obama trajo a Estados Unidos hace poco más de un año se han transformado en un grisáceo e incómodo malestar. Como esos dolores de cabeza que son leves pero constantes, este malestar no tiene un solo origen. Es provocado por muchas cosas. Ese malestar surgió con más fuerza que nunca en Massachusetts. Fue ahí que el candidato republicano Scott Brown le arrancó a los demócratas el puesto en el Senado que tuvo durante 47 años el fallecido Ted Kennedy. Sin duda hizo una mucho mejor campaña que la demócrata Martha Coakley. Pero eso no lo explica todo (…)
Si la reforma pasa
Reforma, p. 14/Primera - Opinión
Jesús Silva- Herzog Márquez
Pensemos que la iniciativa de reforma institucional del Presidente es aprobada íntegramente. ¿Cómo se transformaría el escenario de la política? Desde luego, el cuadro de nuestra política sería muy distinto. Debe reconocerse que la iniciativa es ambiciosa y que sus efectos serían trascendentes. Imaginemos el cuadro tras la puesta en marcha de la reforma. El Presidente tendría mayor confianza en su legitimidad. Gracias a la segunda vuelta su respaldo dejaría las vergüenzas de la minoría y se jactaría de haber recibido un respaldo claro de la mayoría de los votantes. Algunos creerán ese cuento de la legitimidad y dirán que, finalmente, el presidente mexicano es apoyado por la mayoría de los electores (…)
De alianzas y congruencias
Excélsior, p. 22/Primera-Nacional
Agustín Basave
¿Cuáles son los criterios para trazar fronteras entre partidos políticos? En buena tesis, deben ser bastante rígidos para constituir opciones diferenciadas ante el electorado y suficientemente flexibles para evitar su proliferación. ¿Y entonces cuántos partidos debe haber en un país, uno o dos, diez o veinte? Aunque eso depende de variables históricas y socioculturales, no es descabellado afirmar que con uno no habría democracia y con veinte no habría gobernabilidad. Vamos, sin ánimo de reducir un asunto tan relativo a una receta de cocina, podría decirse que un número razonable está entre dos y diez (…)
Entre la disputa y el encuentro
Excélsior, p. 23/Primera-Opinión
Roberto Gill
Frente a la posibilidad de que los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática formen coaliciones electorales en algunos estados de la República, líderes priistas han deslizado sutilmente una advertencia: las coaliciones electorales con otros pondrían fin a cualquier coalición legislativa con el PRI para impulsar reformas en el Congreso. Para hacer creíble la advertencia, insisten en que son la mayoría legislativa, que sin ellos las reformas simplemente no pueden producirse, que tienen en sus manos el mayor número de los gobiernos estatales y municipales (…)
La reforma del gobierno
El Financiero, p. 18/Opinión
Jaime Castrejón Diez
Mucho se ha estado comentando sobre las reformas presentadas por el presidente Calderón en lo político, para por un lado asegurar la legitimidad de los gobernantes electos y por otro lado abrir un sistema que hasta la fecha ha sido muy cerrado. Se trata de darle una vuelta a la partidocracia, porque no hemos pasado de un gobierno autoritario a la democracia, sino que nos hemos quedado en medio en una partidocracia que está siendo nociva para el país. Se ha hablado mucho de la reforma del Estado, y en esto veo una seria confusión de conceptos, porque la definición de la que se parte es incompleta, ya que el Estado no es el gobierno nada más; el Estado es el conjunto de gobierno y gobernados. De lo que se ha hablado frecuentemente como reforma del Estado son simplemente reformas al gobierno. (…)
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