Síntesis de columnas sobre el caso Diego Fernández de Cevallos:
Los columnistas son especialmente parcos este día en el tratamiento del caso "Jefe Diego"; tal parece que hay un pacto en los medios de no ventilar el asunto.
Los columnistas son especialmente parcos este día en el tratamiento del caso "Jefe Diego"; tal parece que hay un pacto en los medios de no ventilar el asunto.
Estrictamente Personal / A sus órdenes, Jefe
El Financiero, p. 37/Política
Raymundo Riva Palacio
La desaparición del líder de El Jefe Diego Fernández de Cevallos, ese clan de abogados que tiene hegemonía sobre el gabinete de seguridad nacional del presidente Felipe Calderón y sobre las áreas de procuración de justicia federal, movilizó a sus socios y congeló al gobierno.
El caso, que quede muy claro, no lo está llevando ni la autoridad federal ni, para efectos prácticos, la procuraduría de Querétaro.
Es el despacho de Fernández de Cevallos, y el mariscal relevista, Lozano Gracia, quienes se apoderaron de la investigación. Lo que hagan las procuradurías de Querétaro y la federal es complementario.
La información ya está siendo controlada por los socios de Fernández de Cevallos al grado que el responsable de la policía ministerial de la PGR, Wilfrido Robledo, quien tenía que estar viendo la investigación a detalle, recibe información fragmentada.
El experto en secuestros de la SSP federal, Luis Cárdenas, también está marginado. La ventaja que tienen al controlar todo es que las autoridades no podrán husmear en la lista de clientes del despacho, ni de los negocios realizados al amparo del tráfico de influencias de mantenerse en la investigación.
Si la hipótesis más sólida que se tenía era que el secuestro pudo haber estado conectado con un cobro de facturas abiertas, ya no será posible verificarlo. Si es un asunto meramente económico, tampoco. Lozano Gracia, los socios y familiares de Fernández de Cevallos, sellaron el caso.
Lo que ha hecho ese grupo es realmente un control de daños y comenzar a administrar la crisis, que no sólo tendrá que ver por la buenaventura del panista desaparecido, sino del despacho, para que su enjambre de relaciones e intereses sigan en las tinieblas.
Indicador Político / Diego: ¿caso Moro mexicano?
El Financiero, p. 36/Política
Carlos Ramírez
Aunque los hechos históricos no se calcan por sí mismos, sí ofrecen posibilidades de ampliar el análisis político. En este contexto, el caso Diego Fernández de Cevallos podría tener otro referente: el secuestro y asesinato en 1978 del líder democristiano Aldo Moro por promover un pacto con el Partido Comunista Italiano (…) En 1978, Moro fue asesinado por el grupo terrorista Brigadas Rojas y con ello frenó la alianza PDC-PCI. En México existe un escenario similar. La tendencia electoral del PRI en las encuestas como favorito en las elecciones presidenciales de 2012 llevó a una alianza electoral del derechista PAN con la autodenominada izquierda en el PRD, heredera, eso sí, del Partido Comunista Mexicano. Como la estrategia no se agotaba en las elecciones de gobernador de 2010 y 2011, la alianza real es la que permitiría un candidato PAN-PRD para la Presidencia 2012 (…)
Plaza Pública / Un general y un Coronel
Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Miguel Ángel Granados Chapa
¿Podría resultar que en menos de una semana haya otro desaparecido conspicuo? Se trataría de Ignacio Coronel Villarreal, tratado confianzudamente en algunos medios con su hipocorístico: Nacho. El viernes pasado se difundió la noticia de su probable captura, en una operación militar y policiaca que habría ocurrido en Juanacatlán, Jalisco. La información habría sido originada en una filtración de oficiales de la Marina. Pero adquirió corporeidad cuando el secretario de Gobierno de esa entidad, Fernando Guzmán Pérez Peláez, fue interrogado al respecto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario