El Papa leyó ante Obispos y Cardenales mexicanos un duro discurso de seis folios, en el que incluyó críticas feroces y advertencias sobre las enfermedades más comunes que minan la salud del clero, entre las cuales, dijo, la tentación de los acuerdos bajo la mesa, reporta Reforma.
"Sean Obispos de mirada limpia, de alma trasparente, de rostro luminoso. No tengan miedo a la transparencia. La Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar", inició su discurso en la Catedral de Ciudad de México.
"Vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad; no se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa".
Aunque evitando citar casos concretos, advirtió a los Obispos de no ponerse en manos de los actuales "faraones", según dijo, en implícita referencia a los poderes fácticos que gobiernan México.
"Sean Obispos de mirada limpia, de alma trasparente, de rostro luminoso. No tengan miedo a la transparencia. La Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar", inició su discurso en la Catedral de Ciudad de México.
"Vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad; no se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa".
Aunque evitando citar casos concretos, advirtió a los Obispos de no ponerse en manos de los actuales "faraones", según dijo, en implícita referencia a los poderes fácticos que gobiernan México.
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