Liderazgo pirata
Excélsior, p. 18/Primera
Erubiel Tirado
La diferencia entre un estadista y un político de medio pelo que apenas y se distingue de sus similares es no sólo la capacidad de liderazgo sino la visión estratégica para conducir un país y a su población entera hacia metas claras, sobre todo en periodos críticos donde se juega el futuro nacional. La distancia entre el político menor y el estadista se hace aún mayor cuando existe la arrogancia y la pretensión de que se está a la altura de las circunstancias para sortear los problemas que se enfrentan en la conducción del destino de una nación. La situación se vuelve lamentable si observamos que no sólo hay una ausencia de liderazgo, que nuestros políticos, que están obligados a tomar decisiones importantes, no únicamente se pierden en juegos de vanidad, sino que recurren a la más común de las prácticas que tiene hundida a la política mexicana: mentir.
Obama
Reforma, p. 9/Opinión
Jaime Sánchez Susarrey
Hace 40 años, Octavio Paz consideraba que el problema mayor, el único que podía poner en cuestión la integridad de Estados Unidos era de orden racial. Los sesenta fueron la década de las protestas y las revueltas de los barrios negros y, por supuesto, del asesinato de Martin Luther King. El panorama era sombrío. Contra lo que había predicho Marx, el resquebrajamiento de las sociedades capitalistas más avanzadas no provenía de la lucha de clases (el proletariado contra la burguesía). La sociedad de consumo y la prosperidad posterior a la Segunda Guerra Mundial conjuraron su profecía: el advenimiento inevitable del socialismo.
Calderón y Obama
Excélsior, p. 19/Primera
Julio Faesler
La reunión del presidente Felipe Calderón con el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, duró una hora y media. Fue el único encuentro bilateral que el futuro mandatario estadunidense tuvo con un jefe de Estado antes de la ceremonia de toma de posesión el próximo día 20. Este hecho, que se insertó en medio del torbellino de preparativos preinaugurales, fue una consideración especial para México, y así quedó debidamente registrado en noticiarios televisivos mexicanos, estadunidenses y europeos. Una descomunal crisis económica mundial está afectando a Estados Unidos y repercute en México. Tuvo su origen en el exagerado consumismo en que se basó el sistema de vida estadunidense y las prácticas financieras fraudulentas que cobijó. El rescate financiero que tendrá que pagar el contribuyente de EU ya es astronómico, mucho más de lo que se haya calculado.
Calderón en los ojos de EU
El Universal, p. 6/Ideas
Antonio Rosas-Landa Méndez
La visita del presidente Felipe Calderón a Washington se puede leer de muchas formas, pero indudablemente fue un triunfo que Barack Obama se interesara en entrevistarse con el líder de su vecino y socio comercial. México está en la mente de Obama, pero no lo está en la mente de los estadounidenses. La prensa cubrió la visita escuetamente resaltando la violencia que aqueja a nuestro país. El Chicago Tribune publicó una foto de Obama con Calderón. Irónicamente, el texto que circundaba el gráfico no era acerca de este tema, sino sobre asuntos domésticos en los que Obama toma el timón.
Lo primero es lo primero
Reforma, p. 8/Opinión
Felipe Díaz Garza
Tengo la plena convicción de que todos debemos rechazar enérgicamente la proposición del grupo Comando Ciudadano por Juárez (CCJ), que por correo electrónico está invitando al público a limpiar de delincuentes las calles de esa urbe fronteriza, en la que los “comandos” han establecido su cuartel. El CCJ expuso que su meta es matar cuando menos un delincuente cada 24 horas. Los “vigilantes” alegan que “el CCJ intentará terminar, en primera instancia, con los criminales que han provocado terror a los residentes de esta frontera”. Con todo lo legítima y justificada que pueda ser la preocupación de estos ciudadanos, al convertirse en acciones ejecutivas homicidas pierde cualquier legitimidad y justificación que pudiera tener, para pasar a ser lo mismo que presuntamente buscaba castigar. Es una locura la formación y operación de un escuadrón de la muerte. Pero esa locura es producto de otra locura peor, la de la corrupta incompetencia del gobierno y sus agencias para parar la criminalidad que atenta esencialmente contra la familia y capturar y castigar a los criminales.
Contener la crisis
La Jornada, p. pp/11/Política
León Bendesky
Cada vez se resienten más los efectos de la crisis financiera mundial en la economía mexicana. El nivel de la actividad productiva se reduce especialmente en el sector de las manufacturas y cae fuertemente el flujo de las exportaciones; ello impacta adversamente la creación de empleos. Se advierte un debilitamiento general de la demanda interna que refuerza las condiciones recesivas. El gobierno ha propuesto aplicar diversas medidas de índole fiscal para contener dichos efectos negativos. Ése es el caso del recientemente anunciado Acuerdo nacional a favor de la economía familiar y el empleo y que puede preverse que sea insuficiente y deba ser complementado pronto por otras formas de intervención pública. El valor del peso se ha ido debilitando en los últimos meses, además de que habían aumentado las tasas de interés y crecido los precios. Hoy, las condiciones financieras se han deteriorado aún más por la contracción del crédito y el aumento de su costo para las empresas y los consumidores.
Tomémosle la palabra al Senado
El Universal, p. 6/Ideas
Jorge A. Chávez Presa
Las crisis son momentos para tomar decisiones. Al menos ese es el sentido de su etimología. La naturaleza, las invenciones y el comportamiento humano colectivo provocan estas ocasiones creando problemas o desastres que interrumpen el curso de lo cotidiano. Para México la caída del sistema financiero de EU, que se manifestó en agosto de 2007 y cuyos efectos hemos empezado a sentir en la economía mexicana desde el inicio del último trimestre de 2008, ha significado un cambio brusco que nos quitó la comodidad de altos precios de petróleo y de una amplia liquidez en los mercados financieros internacionales.
La Presidencia: lo público y lo privado
Milenio Diario, p. 12/Opinión
Juan Gabriel Valencia
México ha sido sede del sexto Encuentro Mundial de las Familias 2009. Un cardenal que declara que la finalidad de la unión entre un hombre y una mujer es de carácter reproductivo. En pleno siglo XXI. Eso es lo que asistió a validar no Felipe Calderón, sino el Presidente de la República, aunque a ratos lo olvide. Una introducción discursiva que es una perla: menciones a María de Guadalupe, a San Juan Diego, a su patrono San Felipe de Jesús, etc… Un evento de sepulcros blanqueados, metáfora que seguramente entienden. Confunde lo público con lo privado, con la presencia de su esposa aquí y allá. ¿Qué rol desempeñaba su esposa en el encuentro con Barack Obama si ni siquiera fue la esposa de éste? Fue ella como consejera panista al homenaje de Luis H. Álvarez. Es consejera. (…) Han sido equivocaciones o un diseño perverso, en el corto plazo, con fines electorales. No debería el Presidente arriesgarse a que un día de estos le falten al respeto feo a su investidura y a su esposa.
Familias diversas
Milenio Diario, p. 10/Opinión
Rosario Robles
Es lógico que la Iglesia católica quiera fomentar sus creencias frente a sus seguidores y realice eventos incluso de índole mundial. Están en su derecho. Pero eso es una cosa y otra muy distinta es que el jefe de un Estado laico se presente en dicho evento, lo inaugure y participe en él, vulnerando con ello la visión republicana y su obligación constitucional de estar por encima de todas las creencias. El discurso ofrecido en la inauguración del sexto Encuentro Mundial de las Familias no tuvo desperdicio. Pero su sola presencia legitimó una visión intolerante, excluyente, que fomenta la doble moral y se niega a reconocer una realidad que es la existencia de muchos tipos de familia y no sólo de la que consagra la religión católica. Avaló la postura de la Iglesia católica en el sentido de que la única familia reconocible y legítima es la que está compuesta por el padre, la madre y los hijos, cuando en nuestro país, una de cada cuatro familias tiene como jefa a una mujer y que se reconoce las uniones entre personas del mismo sexo como en el DF y Coahuila.
Las familias
El Universal, p. 6/Ideas
Alejandro Encinas
A colación del Encuentro Mundial de las Familias que la jerarquía católica realiza en nuestro país, vale la pena hacer una reflexión sobre el tema, aún más cuando los profundos cambios demográficos, económicos, sociales y del desarrollo urbano han transformado sustancialmente la noción y la composición tradicional de los núcleos familiares. Ante la visión imperante en este encuentro, en el sentido de insistir que la familia tradicional o natural es el único modelo moralmente aceptable, la realidad muestra que no existe un único modelo de familia, y si bien la familia nuclear es la más numerosa en México, existen otros tipos, como lo demuestran los datos del INEG para el 2000: 68% del total de los hogares en México son de tipo nuclear; en tanto, los hogares formados por una persona han alcanzado 7% nacional y el número de hogares encabezados por mujeres representa uno de cada cinco. A lo que habría que sumar los cambios en la composición familiar derivados de la migración o de la formación de familias diversas.
La izquierda Mexicana: asignatura pendiente
La Jornada, p. 17/Opinión
Enrique Calderón Alzati
El inicio de año permite reflexionar sobre la situación que vive nuestro país, tratando de encontrar una explicación al fracaso de la izquierda durante las recientes décadas. Esto me lleva a dos momentos decisivos de nuestra historia; el primero, la lucha entre los conservadores y los liberales. El pueblo estuvo siempre del lado de los segundos. Éste fue el México del que surgió Benito Juárez, pero su muerte y la ambición desmedida de Porfirio Díaz y otros jefes militares terminaron con aquella visión nacionalista y liberal. Otro momento se dio hace un siglo, en 1910, cuando Madero dijo de algún modo ¡ya basta! Pero Madero, a diferencia de Juárez, no pudo rodearse de un equipo de colaboradores que hiciera posibles los cambios que el país requería. En tres ocasiones recientes la sociedad mexicana ha volteado a buscar una respuesta hacia la izquierda. La primera en 1988, la segunda en 1994 y la tercera en 2006. Tanto en 1988 como en 2006 los grupos de derecha apoderados del gobierno lo impidieron con sendos fraudes electorales. En el caso de que uno de los triunfos hubiese sido reconocido, ¿qué habría pasado?
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