Diera la impresión de que AMLO ya tomó conciencia de la debilidad en la que quedará su movimiento si éste no cuenta con la fuerza material que le aportan las curules en el parlamento. Su pretendida fuerza moral requiere de asideros dentro de la Cámara de Diputados.
La evidencia reciente así lo demuestra. Esta fuerza ha tenido voz -pero sobre todo voto- en los temas energético, fiscal, electoral y de seguridad, gracias a su representación congresional.La fuerza de su movimiento no puede ya menospreciar uno solo de los espacios políticos con los que puede construir sinergia.
Renunciar a la pista formal de representación se ha traducido en el debilitamiento de su propia fuerza política. Los logros de la izquierda mexicana se han dado, y se seguirán dando, si ésta existe dentro del perímetro de las instituciones y no fuera de él. Y ésta es una virtud -que no una tragedia- del actual régimen democrático mexicano.
Para lo que ya no queda mucho tiempo es para confeccionar un aparato electoral unitario entre tantas facciones infectadas por el resentimiento y la desconfianza: ¿cómo lograr que el nuevo liderazgo perredista, encabezado por Jesús Ortega, acepte a los detractores de Convergencia o del Partido del Trabajo? ¿De qué manera asegurar que los más radicales en cada corriente del sol azteca reconsideren los costos de la división y la esquizofrenia? ¿Cómo obtener que los líderes del movimiento lopezobradorista se sometan a la lógica de campaña? (…)
El momento republicano
Reforma, p. 14/Opinión
Jesús Silva Herzog
La ceremonia de relevo de poderes en Estados Unidos nos recordó que ese país nació como una república, antes que como una democracia. Para los fundadores de Estados Unidos la palabra democracia era sospechosa. Las sílabas de república, por el contrario, contenían la ambición de gloria y la determinación de hacer un gobierno popular. La democracia denotaba la experiencia fallida de un gobierno tumultuario: régimen de demagogia, inestabilidad, anarquía. La antigua república representaba la experiencia de un gobierno sin reyes basado en la participación de la gente. El orden republicano era el modelo de su política y se volvería la inspiración de su arquitectura pública. La esperanza de los fundadores era proyectar la vieja república a los nuevos tiempos. Era, más aún, su misión, tarea histórica. Como han sugerido una serie de estudios contemporáneos, la cuna de Estados Unidos puede ubicarse en el Renacimiento antes que en la Ilustración. Su motor inicial sería, en consecuencia, la idea de la virtud cívica de los republicanos italianos más que la noción de la propiedad privada de los contractualistas ingleses. En el imaginario norteamericano subsiste esa semilla ideológica y en sus fiestas políticas hay algo de aquellas solemnidades.
Obama, Guantánamo y el terror
La Jornada, p. 15/Opinión
Carlos Fazio
Las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para cerrar el campo de concentración de Guantánamo y acabar con la tortura, las cárceles secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y los traslados de prisioneros de guerra a regímenes autoritarios clientes, van en la dirección correcta. Pero quedan aún muchas dudas. La principal: si Obama dará luz verde para que Bush, Cheney, Rumsfeld, Powell, Rice, Negroponte y otros sean juzgados por crímenes de guerra.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el Camp Five (antes X-Ray y Campo Delta) de Guantánamo -esa daga estadunidense clavada en el centro de la cubanía donde todavía permanecen cerca de 250 prisioneros- se convirtió en el “no lugar” de la justicia mundial. Pero no era el único símbolo del terrorismo de Estado a escala planetaria practicado por la administración de Bush. Incluso antes de Abu Ghraib, símbolo de la capucha y el sadismo sexual como herramientas de tortura, y de los campos de concentración de Whitehorse, Cropper, Qaim y Samarra, todos en Irak, ya habían sido asesinados, mediante tormentos, detenidos afganos en la base aérea de Bagram, cerca de Kabul.
Guantánamo, golpe de timón
El Universal, p. 25/Opinión
Manuel Camacho Solís
Hasta su toma de posesión, todo en la carrera de Obama ha sido sumar, conciliar y encontrar consensos. Su eficacia para ello ha sido extraordinaria. Ahora viene lo más difícil. Para hacer frente a los descomunales retos, necesita tomar decisiones audaces y a la vez previsoras que cambien el rumbo -auténticos golpes de timón- sin perder el amplio apoyo con el que cuenta. Su decisión de cerrar Guantánamo es un botón de muestra de los riesgos que debe afrontar y de cómo tendrá que superar las dificultades.
Obama, qué envidia
El Financiero, p. 31/Opinión
Héctor Vázquez Tercero
Podría darse el caso de que estemos ante un hecho insólito: el término de uno de los gobiernos más nefastos de Estados Unidos y el comienzo de uno de los gobiernos más virtuosos de ese país. Pronto lo sabremos. Quiero obviar más halagos sobre el nuevo presidente de nuestro país vecino y concentrarme en algunas de sus expresiones que más interés podrían tener a los ojos de un mexicano. Porque muchas de las cosas que dijo Obama el martes pasado ante la presencia de una multitud millonaria de hombres y mujeres desafiando el mal tiempo, pueden ser consejos para quien hoy ocupa Los Pinos y en general para los actores políticos de nuestro país.
Obama: Apertura de ingeniero
Reforma, p. 13/Opinión
Juan Ciudadano
(…) En México y en el mundo, el acceso a la información se ha vuelto un derecho ciudadano que viene en el paquete de la democracia: “Quién sabe para qué sirva”, pero hay que cumplir con él por ser una garantía fundamental. Frente a este enfoque del abogado garantista -e idealmente complementándola- está la visión de quienes entienden la ingeniería de las sociedades abiertas.
En una sociedad en la que cada uno es el primer responsable de proveerse su propio bien, la información constituye un insumo ineludible para aspirar a decisiones personales inteligentes que van de la escuela para los niños a los negocios, y a materializar todo tipo de aspiraciones individuales. En esta misma óptica, la información también es herramienta para incidir en lo colectivo, para controlar al Gobierno, tanto para establecer prioridades a la hora de asignar recursos públicos como para asegurar que éstos se usen con apego a la Ley y a la ética (…)
Qué sí y qué no
Reforma, p. 13/Opinión
María Amparo Casar
Anteayer comenzó el registro de precandidatos que buscan contender en los procesos internos de los partidos a disputar un lugar en la Cámara de Diputados y el 31 de enero darán inicio las precampañas. A pesar de la inminencia del arranque electoral, una pregunta ronda entre partidos, legisladores, posibles candidatos, autoridades de gobierno, ciudadanos y, sí, funcionarios del IFE y magistrados del Tribunal Electoral. ¿Qué está permitido y qué está prohibido? Puesto de otra manera, ¿qué conductas constituyen una violación a la norma y cuáles otras no?
Que los ciudadanos que no tenemos por qué ser expertos en legislación electoral nos preguntemos qué se puede y qué no se puede hacer me parece natural. Que los partidos y peor aún los legisladores que hicieron la legislación se lo pregunten, es más grave.
La falta de claridad se debe a muchos factores. La nueva ley electoral buscó regularlo todo aunque, como se sabe, ni la más extensa y amplia legislación puede prever cada situación y caso particular; no se contemplaron sanciones para la violación de varias de las normas; los legisladores dejaron inconcluso el trabajo de legislación secundaria, mismo que los consejeros electorales se han visto obligados a subsanar a través de reglamentos y acuerdos; la inventiva para darle la vuelta a la ley es infinita.
Vivita y coleando
La Jornada, p. 14/Opinión
John M. Ackerman
Con la anulación de la elección para presidente municipal en Zimapán, Hidalgo, la sala regional con sede en Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le ha dado una gran lección de garantismo y defensa del estado de derecho a la propia sala superior del mismo tribunal. Los magistrados de Toluca, encabezados por Santiago Nieto, se negaron a continuar con la línea de impunidad y pasividad trazada por María del Carmen Alanís y sus colegas, quienes cerraron mal el año pasado al avalar las elecciones internas del Partido de la Revolución Democrática y validar sobre sus rodillas las elecciones municipales de Acapulco.
Políticamente es de lamentar la anulación de la victoria de José María Lozano como presidente municipal de Zimapán. Lozano, dirigente del movimiento cívico Todos somos Zimapán, que se ha opuesto de manera tajante a la construcción de un “confinamiento” de desechos tóxicos en ese municipio hildalguense. El dirigente ha denunciado presiones de la empresa constructora española Abengoa-Befesa y sostiene que la construcción del nuevo basurero podría provocar graves trastornos de salud para los habitantes del lugar.
Afortunadamente, el movimiento encabezado por Lozano no demuestra señales de debilitamiento. La anulación de su victoria ha servido de catalizador para su causa y lo más probable es que el dirigente salga victorioso de nuevo en la segunda vuelta.
Otra década perdida
El Financiero, p. 31/Opinión
León Opalín
La tibieza de las acciones del gobierno mexicano para enfrentar la crisis económica preocupa y crea en la población temor nada el futuro, al igual que la actitud de superficialidad en los altos niveles de la administración pública, donde subvaluaron la gravedad de la situación económica, a pesar del evidente deterioro de la actividad productiva y de diferentes indicadores sociales desde varios meses atrás; ello refleja la indolencia de un gobierno demagógico que combate los problemas en el discurso simplista.
El momento republicano
Reforma, p. 14/Opinión
Jesús Silva Herzog
La ceremonia de relevo de poderes en Estados Unidos nos recordó que ese país nació como una república, antes que como una democracia. Para los fundadores de Estados Unidos la palabra democracia era sospechosa. Las sílabas de república, por el contrario, contenían la ambición de gloria y la determinación de hacer un gobierno popular. La democracia denotaba la experiencia fallida de un gobierno tumultuario: régimen de demagogia, inestabilidad, anarquía. La antigua república representaba la experiencia de un gobierno sin reyes basado en la participación de la gente. El orden republicano era el modelo de su política y se volvería la inspiración de su arquitectura pública. La esperanza de los fundadores era proyectar la vieja república a los nuevos tiempos. Era, más aún, su misión, tarea histórica. Como han sugerido una serie de estudios contemporáneos, la cuna de Estados Unidos puede ubicarse en el Renacimiento antes que en la Ilustración. Su motor inicial sería, en consecuencia, la idea de la virtud cívica de los republicanos italianos más que la noción de la propiedad privada de los contractualistas ingleses. En el imaginario norteamericano subsiste esa semilla ideológica y en sus fiestas políticas hay algo de aquellas solemnidades.
Obama, Guantánamo y el terror
La Jornada, p. 15/Opinión
Carlos Fazio
Las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para cerrar el campo de concentración de Guantánamo y acabar con la tortura, las cárceles secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y los traslados de prisioneros de guerra a regímenes autoritarios clientes, van en la dirección correcta. Pero quedan aún muchas dudas. La principal: si Obama dará luz verde para que Bush, Cheney, Rumsfeld, Powell, Rice, Negroponte y otros sean juzgados por crímenes de guerra.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el Camp Five (antes X-Ray y Campo Delta) de Guantánamo -esa daga estadunidense clavada en el centro de la cubanía donde todavía permanecen cerca de 250 prisioneros- se convirtió en el “no lugar” de la justicia mundial. Pero no era el único símbolo del terrorismo de Estado a escala planetaria practicado por la administración de Bush. Incluso antes de Abu Ghraib, símbolo de la capucha y el sadismo sexual como herramientas de tortura, y de los campos de concentración de Whitehorse, Cropper, Qaim y Samarra, todos en Irak, ya habían sido asesinados, mediante tormentos, detenidos afganos en la base aérea de Bagram, cerca de Kabul.
Guantánamo, golpe de timón
El Universal, p. 25/Opinión
Manuel Camacho Solís
Hasta su toma de posesión, todo en la carrera de Obama ha sido sumar, conciliar y encontrar consensos. Su eficacia para ello ha sido extraordinaria. Ahora viene lo más difícil. Para hacer frente a los descomunales retos, necesita tomar decisiones audaces y a la vez previsoras que cambien el rumbo -auténticos golpes de timón- sin perder el amplio apoyo con el que cuenta. Su decisión de cerrar Guantánamo es un botón de muestra de los riesgos que debe afrontar y de cómo tendrá que superar las dificultades.
Obama, qué envidia
El Financiero, p. 31/Opinión
Héctor Vázquez Tercero
Podría darse el caso de que estemos ante un hecho insólito: el término de uno de los gobiernos más nefastos de Estados Unidos y el comienzo de uno de los gobiernos más virtuosos de ese país. Pronto lo sabremos. Quiero obviar más halagos sobre el nuevo presidente de nuestro país vecino y concentrarme en algunas de sus expresiones que más interés podrían tener a los ojos de un mexicano. Porque muchas de las cosas que dijo Obama el martes pasado ante la presencia de una multitud millonaria de hombres y mujeres desafiando el mal tiempo, pueden ser consejos para quien hoy ocupa Los Pinos y en general para los actores políticos de nuestro país.
Obama: Apertura de ingeniero
Reforma, p. 13/Opinión
Juan Ciudadano
(…) En México y en el mundo, el acceso a la información se ha vuelto un derecho ciudadano que viene en el paquete de la democracia: “Quién sabe para qué sirva”, pero hay que cumplir con él por ser una garantía fundamental. Frente a este enfoque del abogado garantista -e idealmente complementándola- está la visión de quienes entienden la ingeniería de las sociedades abiertas.
En una sociedad en la que cada uno es el primer responsable de proveerse su propio bien, la información constituye un insumo ineludible para aspirar a decisiones personales inteligentes que van de la escuela para los niños a los negocios, y a materializar todo tipo de aspiraciones individuales. En esta misma óptica, la información también es herramienta para incidir en lo colectivo, para controlar al Gobierno, tanto para establecer prioridades a la hora de asignar recursos públicos como para asegurar que éstos se usen con apego a la Ley y a la ética (…)
Qué sí y qué no
Reforma, p. 13/Opinión
María Amparo Casar
Anteayer comenzó el registro de precandidatos que buscan contender en los procesos internos de los partidos a disputar un lugar en la Cámara de Diputados y el 31 de enero darán inicio las precampañas. A pesar de la inminencia del arranque electoral, una pregunta ronda entre partidos, legisladores, posibles candidatos, autoridades de gobierno, ciudadanos y, sí, funcionarios del IFE y magistrados del Tribunal Electoral. ¿Qué está permitido y qué está prohibido? Puesto de otra manera, ¿qué conductas constituyen una violación a la norma y cuáles otras no?
Que los ciudadanos que no tenemos por qué ser expertos en legislación electoral nos preguntemos qué se puede y qué no se puede hacer me parece natural. Que los partidos y peor aún los legisladores que hicieron la legislación se lo pregunten, es más grave.
La falta de claridad se debe a muchos factores. La nueva ley electoral buscó regularlo todo aunque, como se sabe, ni la más extensa y amplia legislación puede prever cada situación y caso particular; no se contemplaron sanciones para la violación de varias de las normas; los legisladores dejaron inconcluso el trabajo de legislación secundaria, mismo que los consejeros electorales se han visto obligados a subsanar a través de reglamentos y acuerdos; la inventiva para darle la vuelta a la ley es infinita.
Vivita y coleando
La Jornada, p. 14/Opinión
John M. Ackerman
Con la anulación de la elección para presidente municipal en Zimapán, Hidalgo, la sala regional con sede en Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le ha dado una gran lección de garantismo y defensa del estado de derecho a la propia sala superior del mismo tribunal. Los magistrados de Toluca, encabezados por Santiago Nieto, se negaron a continuar con la línea de impunidad y pasividad trazada por María del Carmen Alanís y sus colegas, quienes cerraron mal el año pasado al avalar las elecciones internas del Partido de la Revolución Democrática y validar sobre sus rodillas las elecciones municipales de Acapulco.
Políticamente es de lamentar la anulación de la victoria de José María Lozano como presidente municipal de Zimapán. Lozano, dirigente del movimiento cívico Todos somos Zimapán, que se ha opuesto de manera tajante a la construcción de un “confinamiento” de desechos tóxicos en ese municipio hildalguense. El dirigente ha denunciado presiones de la empresa constructora española Abengoa-Befesa y sostiene que la construcción del nuevo basurero podría provocar graves trastornos de salud para los habitantes del lugar.
Afortunadamente, el movimiento encabezado por Lozano no demuestra señales de debilitamiento. La anulación de su victoria ha servido de catalizador para su causa y lo más probable es que el dirigente salga victorioso de nuevo en la segunda vuelta.
Otra década perdida
El Financiero, p. 31/Opinión
León Opalín
La tibieza de las acciones del gobierno mexicano para enfrentar la crisis económica preocupa y crea en la población temor nada el futuro, al igual que la actitud de superficialidad en los altos niveles de la administración pública, donde subvaluaron la gravedad de la situación económica, a pesar del evidente deterioro de la actividad productiva y de diferentes indicadores sociales desde varios meses atrás; ello refleja la indolencia de un gobierno demagógico que combate los problemas en el discurso simplista.
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