miércoles, enero 21, 2009

Comentocracia: Obama, ante desaliento generalizado


Así viene la síntesis de artículos:

Emperador diferente

Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Froylán López Narváez
Se cumplieron los rituales de la sucesión presidencial norteamericana. Barack Hussein Obama -en lo sucesivo Barack Obama para no tener siempre presentes a los pavores y guerras con los grupos y tendencias musulmana o islamita- tomó posesión como presidente de Estados Unidos de América. Lo cual implica ser gerente del imperio, según es concebible y estimable si la atención se concentra en sus poderes vastos y decadentes, como reino, no como pueblo. Llegó con preferencias electorales rotundas, definitivas. Batió a los republicanos, a los “busheros”, al candidato de la derecha yanki, al hijo de Caín, por su apellido, John McCain. (…)

El discurso

El Universal, p. 6/Primera
MANUEL CAMÁCH0 SOLIS
En marzo de 1933, Franklin D. Roosevelt cambió el destino de Estados Unidos con un discurso. En un momento de desesperación, con uno de cada cinco trabajadores en el desempleo y un sistema bancario hecho añicos, el nuevo presidente pudo, con un brevísimo mensaje, electrizar a los ciudadanos y ponerse al frente de la lucha contra la emergencia. En enero de 2009 Barack Obama enfrenta circunstancias semejantes. Hay un desaliento generalizado. No hay recursos que alcancen para reestablecer el crédito. Sólo la política puede ganar la confianza, el tiempo y lograr los sacrificios que hagan la diferencia.

Obama: minoría, no mayoría

Reforma, p. 10/Primera - Opinión
Jorge G. Castañeda
En su bello y conmovedor discurso de toma de posesión el día de ayer, Barack Obama, como corresponde en una pieza oratoria de esta naturaleza, buscó motivar, movilizar e inspirar a quienes lo escucharon, más que leer un programa de gobierno o realizar definiciones precisas. En el fondo no anunció nada que no hubiera dicho ya, no fijó plazos, no optó entre prioridades reñidas entre sí, no señaló derroteros específicos que no hubiera indicado ya. Seguramente por haber recurrido a la retórica didáctica en varias ocasiones a lo largo de la transición, la mayoría de sus énfasis, su ethos, su logos, y su pathos, su tricolons, sus synthetons, sus alteraciones, sus anaphoras (ver para todo esto el magistral artículo de Sam Leith en el Financial Times del fin de semana), a pesar de su inmenso talento cuasiliterario -y de su vocación por escribir él mismo sus principales discursos, ayudado sólo por su joven escribano Jon Favreau- las frases de impacto, y las que perduran serán pocas.

Las implicaciones religiosas de Barack Obama

La Jornada, p. 17/Opinión
Bernardo Barranco V.
Los elementos religiosos en la toma de posesión de Barack Obama forman parte de la cultura política estadunidense. El hecho de que antes de su toma de posesión fuera a orar a la iglesia de Saint Johns y que haya jurado en la misma Biblia utilizada por Abraham Lincoln no representa una violación a la dimensión laica del Estado ni una afrenta a las demás denominaciones cristianas ni a las otras religiones. Barack Obama es heredero de una tradición de políticos y líderes religiosos negros como Jesse Jackson y Martin Luther King, quienes tejieron en su actuar social y político los valores religiosos. Obama tiene una trayectoria religiosa peculiar, poco convencional. Sus padres son religiosamente parcos: madre cristiana de tradición metodista y bautista, y padre keniano de cultura musulmana, pero ateo. El hoy presidente creció en diferentes partes del mundo con muchas influencias culturales y espirituales, sin religión en particular.

Enormes retos

Reforma, p. 9/Primera - Opinión
Manuel J. Jáuregui
El 51 por ciento de los estadounidenses encuestados por una cadena de noticias del país vecino opina que las expectativas que ha causado la toma de poder del Presidente número 44 (el mismo número del fabuloso toletero rompemarcas, “Reggie” Jackson), Barack Hussein Obama, están por encima de lo lograble. Paradójicamente, pues, el mismo entusiasmo inusual que ha causado la elección de este hombre que rompió la barrera de los prejuicios raciales puede luego revertirse y convertirse en desilusión: Quienes hoy lo alaban quizás acaben despedazándolo. Los problemas que arrastra Estados Unidos son de tal magnitud que no se arreglarán ni rápida ni fácilmente, él mismo lo dijo en su excelente -más bien extraordinario- discurso de inauguración. No obstante, el contagio de entusiasmo en grandes sectores de la sociedad estadounidense es palpable y visible, creen que su hombre es capaz de todo, y quizá lo sea.

En la negra

Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Sergio Aguayo Quezada
En Estados Unidos ya nos metieron en la negra lista de los “Estados fallidos”. El gobierno de Felipe Calderón lo niega con indignación, mientras la terca realidad siembra dudas. Las ciencias sociales son imprecisas porque, salvo el nacimiento y la muerte, la experiencia humana carece de la regularidad de esas células fijadas para ser observadas en el microscopio. Hay conceptos particularmente gelatinosos como el de “Estado fallido” (failed states), popularizado por el índice anual elaborado por la revista Foreign Policy. Un Estado así se caracteriza, entre otros rasgos, por haber perdido control sobre partes del territorio, sobre el monopolio en el uso legítimo de la fuerza y por la incapacidad para proporcionar servicios públicos adecuados.


Barack Obama ante la historia

Milenio Diario, p. 15/Opinión
Héctor Tajonar
La historia está y es presente. Podemos verla, escucharla, sentirla. En las últimas dos décadas hemos vivido acontecimientos que señalan cambios históricos que marcan el fin de una era y el principio de otra. El historiador británico Eric Hobsbawm bautizó a la centuria pasada como el siglo corto, porque inició en 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial y terminó en 1989, con la caída del Muro de Berlín y la desmembración del imperio soviético. Se empezó a hablar entonces de un mundo unipolar comandado por EU, en que capitalismo y democracia se extenderían paulatinamente a todos los países del orbe. La placidez de la hegemonía norteamericana no duró mucho tiempo. En ese contexto, Barack Obama tomó posesión como el presidente 44 de EU. Las expectativas y la esperanza despertadas por su llegada al poder, a escala internacional, no tienen precedente. En su discurso inaugural, el presidente Barack Obama prometió iniciar la Era de la responsabilidad.

El poder laico

El Universal, p. 27/Primera-Opinión
Mauricio Merino
El presidente Obama juró su investidura sobre la Biblia, tras la oración de un ministro religioso. Pero no podría emplear la religión para dirimir asuntos de gobierno, para hacer política, ni mucho menos para discriminar o excluir a quienes no comparten su credo personal. En aquel país, el sentido de la laicidad es respetado: cada quien tiene sus creencias, pero la política acepta e incorpora a todas. En México, en cambio, la religión no está siendo ajena a la búsqueda de medios de poder. No hay espíritu laico, sino militante. Decir que el activismo religioso que hemos visto en estos días en nuestro país no es ajeno a los tiempos electorales que ya corren es decir una obviedad. De ahí que preocupe tanto ver al presidente Calderón metido en esos lances. Por supuesto que es lícito buscar alianzas, pero hacerlo a costa de la laicidad que ha de guardar el jefe del Estado es inaceptable.

El comienzo

Milenio Diario, p. 14/Opinión
Juan Ignacio Zavala
Ayer el mundo pudo atestiguar el momento de un cambio trascendental en EU. Es inevitable hablar de un evento de impacto internacional como el que se llevó a cabo en Washington. Éste evento sirvió para compararlo con el icono demócrata John F. Kennedy, y fue el punto de arranque de una serie de apoyos internacionales sorprendentes. (…) El entusiasmo generado por Obama en el mundo entero habla del peso que tiene EU no se limita al poderío militar ni de mercado. Es indudable la influencia de la cultura estadunidense en el mundo; son ellos los que han hecho del inglés el idioma universal; no sólo marcan la pauta en la manera de hacer negocios, sino que también la marcan en la manera de cantar, de vestir, de expresarse, de entretenerse. La cultura moderna contiene un alto porcentaje de contribución nortemericana. ¿Cuánto durará la euforia con y por Obama? No lo sabemos pero mientras el entusiasmo siga y tome las decisiones correctas su país y el resto del mundo se sentirán más tranquilos.



¿Sólo seis meses de recesión?

El Universal, p. 27/Primera-Opinión
Rogelio Ramírez de la O
Por alguna razón los organismos empresariales están pronosticando que la recesión que hoy sufre México sólo será aguda por seis meses y en el segundo semestre las cosas mejorarán. No es claro por qué los organismos se comprometen con algo tan irrealista. La crisis estadounidense seguirá marcando la pauta de esta recesión en México, y en EU aún falta mucho por empeorar. De ahí que Bank of America, que apenas el 1 de enero selló el acuerdo con su gobierno para absorber a Merrill Lynch condicionado a apoyo gubernamental de 25mmdd, ahora menciona querer deshacer esta operación al asustarse por las enormes pérdidas de Merrill. Tanto este banco como Citigroup y otros se encaminan a una segunda ronda de pérdidas, en realidad una segunda bancarrota, pues la economía real ya comenzó a golpear sus balances no sólo con hipotecas, sino con otros créditos. Las pérdidas que faltan son enormes (…)

El Estado en su sitio

El Universal, p. 27/Primera-Opinión
Miguel Alemán V.
El Estado-nación es la institución preponderante en la conducción de los destinos de un pueblo. Rousseau definió, en El contrato social, que el Estado tiene responsabilidades soberanas para aplicar la ley y ejercer el monopolio de la violencia (léase autoridad). Hoy los mandatarios de México y Estados Unidos buscan recuperar la dignidad de una Presidencia debilitada, que recibió cada uno de su predecesor, para enfrentar la inseguridad y la crisis económica. Mientras que para EU el terrorismo proviene del exterior, para nosotros el crimen organizado es un problema interno.

Defender el Estado laico

El Universal, p. 27/Primera-Opinión
Lorenzo Córdova Vianello
No la presencia, sino la intervención del presidente Calderón en el sexto Encuentro Mundial de las Familias el pasado 14 de enero es, por decir lo menos, irresponsable y contradictoria con la investidura política que ostenta. Al menos lo es en el contexto del Estado laico que establece nuestra Constitución. Como privado él tiene el derecho de profesar y practicar la creencia religiosa que quiera. Como Presidente, titular de un órgano de Estado, está obligado constitucionalmente a ciertas responsabilidades elementales. El sermón que pronunció el Presidente de la República en nombre del pueblo de México al darle la bienvenida a la alta jerarquía católica y a la grey que confluyó en ese evento es simple y sencillamente ofensivo para quienes en ejercicio de la misma libertad religiosa no comulgamos con sus creencias. (…) La democracia no puede existir ahí donde no existe un respeto a la diversidad política, ideológica y religiosa que caracteriza a las sociedades modernas. Sólo a partir de ese respeto es concebible la interacción pacífica y respetuosa de quienes piensan y creen en algo distinto.

El católico señor Calderón

La Jornada, p. 16/Opinión
Luis Linares Zapata
El Vaticano envió a este país de otrora sumisos oyentes a sus maniobreros de alto rango para transmitir, con precisa corrección, sus anticuados e injustos criterios sobre la familia. Varios cardenales y rotundos obispos hicieron gala de sus maneras de comportarse en distantes estrados, ordenar y vestir con gala y dispendio. Los diplomáticos enviados por el Papa alemán no se detienen en minucias. En el fondo, desean darle un zarpazo más al Estado laico, su peor enemigo. La iglesia romana no ha quitado el dedo de este molesto renglón desde que la modernidad los arrasó. En este contexto se dio la presencia del señor Calderón en tal evento confesional. Nunca estableció Calderón su distancia como jefe de un Estado laico, logrado a golpes de sangre, decisión y valentía por parte de varios miles de mexicanos, entre los que no se cuenta él mismo. Poco a poco, paso a paso, dicho a dicho, el señor Calderón va sembrando lo que él y su partido habrán de cosechar en poco tiempo.

Depredadores financieros

El Universal, p. 27/Primera-Opinión
Alejandro Gertz Manero
Si usted es un consumidor de bienes y servicios que utiliza su tarjeta de crédito, los intereses que tendrá que cubrirle a un banco podrán superar el 100% anual; y frente a este atraco la autoridad se declara impotente y la impune banca transnacional alega que sus clientes cumplidos deben pagar por quienes no lo hacen, lo cual es aberrante, ya que esos morosos existen gracias a la irresponsabilidad de los mismos bancos que les otorgaron tarjetas de crédito a sabiendas de que no iban a pagar. En el otro extremo, para los ahorradores que se han esforzado apretándose el cinturón para ir construyendo un capital que les permita vivir y mantener los niveles indispensables en su gasto, a ellos se les ha reducido la tasa de interés a 7.75% anual para que, después de deducir 6.5% de inflación anual acumulada, al final de todo un año les pueda quedar un interés de 1.5%.

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