domingo, julio 05, 2009

Comentocracia: La maleta del millón

Caricatura de Hernández en La Jornada

Así viene la síntesis de artículos:

La maleta del millón

Milenio Diario, p. 20/Opinión
Juan Ignacio Zavala
¿Qué hacer con una maleta rellena de un millón de pesos? Si uno es senador como Arturo Escobar, se la da a su asistente y se hace el occiso (…) La noticia de que el senador ecologista fue descubierto en el aeropuerto de Chiapas con esa cantidad en efectivo pinta al Partido Verde de un trazo. El senador cargaba consigo una maleta Louis Vuitton, lo cual lo define como un tipo a la moda, un hombre con altos ingresos -no en balde es senador- y de gusto exquisito. Un representante del Verde Ecologista no se pasea con cualquier cosa. No importa que nadie lo reconozca ni que nadie le pida resultados de su trabajo; él sabe que cuenta con una credencial que lo acredita como miembro del Senado de la República y que nadie tiene por qué estarlo importunando. Por eso viaja con un asistente que casualmente le carga las maletas, cuando a él le pesan. Por ejemplo, cuando la policía lo detiene y le cuestiona por qué lleva tal cantidad de dinero en esa maleta, aparece el oportuno asistente, que, además, sostiene que no lo conoce.

En la zona cero de la miseria humana

El Universal, p. 21/Primera
Alejandro Páez Várela
En una esquina del centro histórico del Distrito Federal duermen, comen, defecan, existen, se drogan y dejan de soñar varios jóvenes de éntrelos 12 y los 20 años de edad. Muchos de ellos han perdido la cordura: gritan, aúllan, manotean, andan semidesnudos, se pelean o, en cuclillas, simplemente fijan la vista en las llantas de los autos de esos miles que, como yo, pasamos a diario por esa' zona cero de la miseria humana. No creo que hayan probado alguna vez los cocteles de pastillas de Michael Jackson, a los que atribuyó el presidente de México su muerte. Inhalan solventes baratos (…)

Los resultados de la jornada electoral y las autoridades electorales

El Universal, p. 20/Primera
Leonardo Valdés Zurita
Difundir los resultados de las elecciones es responsabilidad de la autoridad electoral. La ley en la materia dispone los tiempos y las modalidades para ello, con la finalidad de brindar certeza a todos los actores políticos y, naturalmente, a la sociedad. Mucha gente piensa que los resultados de la elección son los que se dan a conocer en la noche de la jornada electoral. Evidentemente no es así. Para aquellos que piensan eso, quienes formamos parte de las autoridades electorales debemos informar con precisión el calendario y características de los cómputos del proceso electoral federal, conforme a lo dispuesto en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe). De acuerdo con el Cofipe, el cómputo distrital iniciará el miércoles siguiente al de la jornada electoral, a las ocho de la mañana, y se celebrará sin interrupción hasta que concluya.



Llegó el día

El Universal, p. 20/Primera
Sara Sefchovich
Llegó el día. Tres meses después de iniciadas oficialmente las campañas, aunque parezcan mil años, por estar viviendo siempre en la campaña de alguien, participando sin haberlo decidido en su plan para ganar la siguiente elección. Los caminos que se presentan hoy son tres: votar, anular el voto, abstenerse. Todos tienen sus defensores, sus argumentos, sus detractores. El problema central es que en la democracia así concebida los ciudadanos no existimos. Se nos pide depositar una papeleta y participar en una farsa que se repite, como escribe Carlos Martínez Assad, “teniendo que emitir en un periodo de seis años votos para elegir a cuando menos 10 personas que lo gobiernan o lo representan. Millones de mexicanos participan en cerca de 5 mil elecciones nacionales y locales cada sexenio, pues hay poco más de tres por día en el país”. Y concluye: “Si el criterio electoral fuese el indicativo de la vigencia de la democracia, México sería uno de los países más democráticos del orbe”.

Sufragio, sociedad y Estado

El Universal, p. 20/Primera
Francisco Valdés Ugalde
En el debate sobre cómo y por qué votar han tomado el primer plano los temas más inmediatos sobre la crisis del sistema de partidos, su baja representatividad y los defectos del sistema electoral. Pero poco hemos hurgado en un asunto de la mayor importancia y que engloba a los demás, que es el de las relaciones entre Estado y sociedad. Pero nos hemos preguntado poco acerca de en qué medida los gobernantes que se encargan de la función pública son un espejo del resto de la sociedad. Frente a este maniqueísmo, es más razonable pensar que entre todos formamos un conjunto que ocupa toda la escala que va del negro al blanco. Los cambios necesarios a partir del establecimiento de un nuevo sistema electoral y de partidos han sido concebidos de dos maneras distintas por actores diferentes. Para unos en estas áreas del Estado residía el problema principal para transitar a la democracia.


Hoy y mañana

Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Luis Rubio
El día de los comicios es siempre el día de los ciudadanos. La contienda electoral de estos meses concluye hoy con la decisión del votante y abre la puerta a la siguiente etapa del proceso político. Esta elección es notoria por dos circunstancias: la crisis económica que vive el mundo, y que nos impacta gravemente, y el hartazgo de la ciudadanía con la parálisis que emana del sistema político. La crisis afecta directamente a las personas en sus ingresos, empleo y oportunidades de progreso. La parálisis del gobierno y del legislativo, así como sus pugnas interminables, la impunidad de que ambos gozan y el abuso que caracteriza a los gobernadores impiden que el país encuentre salidas a sus problemas, mantienen anquilosada la economía y generan una desazón permanente que no conduce a nada bueno.

La democracia pendiente

Reforma, p. 10/Primera - Opinión
Jorge Ramos Ávalos
La crisis política en Honduras tuvo su origen en el temor de muchos hondureños de que su país se convirtiera en otra Venezuela. Cierto o no, eso desencadenó el derrocamiento de un Presidente. Tenían miedo de que Manuel Zelaya buscara reelegirse de una manera ilegal y que Honduras tuviera un gobierno autoritario. Y lo echaron. Pero la reeleccionitis ha tocado a varios presidentes más. El presidente de Ecuador ya se reeligió. El presidente de Bolivia podría reelegirse a finales de año. El presidente de República Dominicana podría regresar al poder luego de cuatro años fuera. Al presidente de Nicaragua le gustaría que hubiera reelección en su país: “Si Dios me da vida, aceptaría ser Presidente o Primer Ministro”. Y el presidente de Colombia está considerando lanzarse para un tercer periodo en el poder. ¿Acaso no hay jóvenes lo suficientemente capaces en Venezuela, Ecuador, Bolivia, República Dominicana, Nicaragua y Colombia que pudieran reemplazar a los actuales presidentes? Desde luego que sí. “Si nos dejan”, como dice la canción.

Tiranos por mandato popular

Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Juan E. Pardinas
Los golpes de Estado en América Latina parecían una imagen lejana, una fotografía en blanco y negro con tanques y tropas apostadas frente a un palacio presidencial. Honduras vino a recordarnos que aquel pasado sigue aún con nosotros. El derrocamiento de un mandatario electo por una tropa de uniformados trae memorias de dictaduras brutales y la violación sistemática de los derechos humanos. Tolerar el golpe de Estado en Honduras sería equivalente a olvidar la historia del continente durante la Guerra Fría. Sin embargo, Manuel Zelaya no es Salvador Allende y Micheletti no es Pinochet. Hoy en México tenemos elecciones para renovar la Cámara de Diputados. Si los votos confirman las encuestas, el gobierno enfrentará una oposición fortalecida en el Congreso. El peor error que podemos cometer los mexicanos es asumir que la continuidad de nuestra democracia es un hecho garantizado. No confiemos nuestras libertades y derechos a las inercias de la historia. Valoremos lo que tenemos y hemos logrado.


Un nuevo partido

Reforma, p. 10/Primera - Opinión
Isabel Turrent
Las razones de quienes promueven la anulación del voto son entendibles. Lo hacen para protestar por la manera de hacer política que ha sentado sus reales en el Legislativo desde la transición del año 2000. Sin embargo, anular el voto es una estrategia muy riesgosa. En primer término, los números muestran que será ineficaz, y la eficacia es el valor fundamental en política. La ineficacia se dará por partida doble. Un número considerable, pero no suficiente para poder hablar de una “protesta masiva” y, menos aún, para anular la elección. Esos votos anulados de protesta se perderán previsiblemente entre los que se desechan por errores al votar. Por otra parte, el gesto será ineficaz por dejar en manos de esos electorados casi cautivos -los menos informados y más irracionales políticamente- el resultado de la elección.


La fiesta de Germán

Milenio Diario, p. 3/Opinión
Federico Berrueto
El personaje de la fiesta de hoy es Germán Martínez. Sobre sí caerá la responsabilidad del resultado electoral y político en su condición de operador del presidente Calderón. El dirigente nacional del PAN busca una referencia a modo: 31% de los votos y los 80 triunfos distritales de hace seis años. Para aminorar el costo a Germán hay quien dice que 2009 será regresar a 2003. Se equivocan: el PAN hace seis años no perdió más de 60 distritos, como habrá de ocurrir este domingo; tampoco el PRI hace seis años incrementó en más de un centenar sus triunfos distritales. Los números de 2003 serían una derrota; los responsables: el dirigente y su jefe. No todo es culpa de Germán; el desempeño del gobierno federal ha sido desastroso, especialmente en la economía y la inseguridad. La crisis externa la explica, pero no ha habido acierto en el manejo de la economía; por donde se vea, las cifras indican que de hace tiempo, México es uno de los países con peor desempeño y sin competitividad. Los resultados de la lucha contra el crimen organizado no se miden con intenciones o balandronadas: las muertes y el aumento de las adicciones son un ominoso resumen.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario