Caricatura de Magú en La Jornada
Así viene la síntesis de artículos:
Penca y pastelazo
Reforma, p. 17/Primera - Opinión
Juan Villoro
Durante la presentación de la serie de programas Discutamos México, Miguel León Portilla hizo un pertinente llamado a entender el debate como una forma de la crítica. No podemos ser complacientes con lo que en las novelas policiacas se llama “el lugar de los hechos” y en la Historia se llama “la patria”. La perplejidad de vivir en esta tierra comenzó desde hace mucho. En La visión de los vencidos, León Portilla recoge estos versos, compuestos en náhuatl entre 1430 y 1519: “¿A dónde pues iremos?/ ¿Cómo sufriremos aquí?”. En 1958, Carlos Fuentes ofreció un eco a esa interrogante: “Aquí nos tocó. Qué le vamos a hacer. En la región más transparente del aire”. Patria: lugar del destino inescapable. De madrugada, las preguntas son terribles. Pensemos, al modo de las leyendas antiguas, que nuestro país duerme un sueño profundo, recostado en sus montes y sus valles. De pronto un temblor lo despierta. Son las cuatro de la mañana y la nación padece vértigo existencial: “¿Es necesario que exista?”, se pregunta. (…)
Corrupción, ausente en la reforma política
El Universal, p. 24/Primera-Opinión
Irma Eréndida Sandoval
El drama en Haití nos trae a la memoria, con todas las distancias tomadas, nuestra propia tragedia de 1985 cuando la capital de México sufrió el mayor cataclismo de su historia. Así como Haití es una metáfora de un sistema global racista, irracional y de oprobio que castiga a los más pobres, en México nuestro terremoto desenmascaró un gobierno corrupto e ineficaz, sumido en la inmovilidad y el mutismo en las primeras horas de la desgracia. Acostumbrados a la impunidad, ya nadie se acuerda de la corrupción documentada cuando la ayuda desde el extranjero no llegó. Los bienes muchas veces terminaron en el mercado negro operado y permitido por burócratas, lo que reveló la vacuidad del eslogan de “la renovación moral”. De entonces a la fecha poco se ha avanzado en la agenda anticorrupción y los datos reprobatorios están a la vista. México hoy tiene el deshonroso penúltimo lugar de Latinoamérica en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional. El último es Haití (…)
¡No somos ganado!
El Universal, p. 24/Primera-Opinión
Esteban Moctezuma Barragán
Muchas autoridades piensan que atender a la población es realizar programas vistosos que requieren presupuesto, ignorando que sus decisiones más que dinero, requieren sensatez y que, atender el detalle, es muy importante para lograr cambios de fondo. Los habitantes de cualquier ciudad del mundo entendemos que debemos pagar el costo de vivir en ellas, pero estos agobios pueden ser mitigados o exacerbados por la actitud de la autoridad. Por ejemplo, todos conocemos los tiempos de nuestros traslados, pero es común que la vialidad que utilizamos cotidianamente amanezca cerrada sin previo aviso, impactando nuestra productividad e hígado. (…) Lo sugerente es que los funcionarios públicos que pongan el acento de su gestión en que el ciudadano se sienta persona, serán los más apreciados y, por lo mismo, los políticos más votados en las elecciones. Pero cuando un ciudadano fija su destino y horario al salir del hogar o la oficina y se encuentra con inesperadas vallas que lo conducen fuera de su ruta, empujado por el flujo vehicular y limitado por un sinnúmero de obligadas desviaciones, hacen parecer que la población es considerada “ganado” que hay que conducir entre corrales, puertas y obstáculos a donde el “charro” quiere y no a donde ellos desean llegar.
Fuera de tiempo
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Macario Schettino
Aunque las campañas iniciarán formalmente en abril o mayo, dependiendo de la ley electoral local, los procedimientos para tener candidatos estarán en marcha desde el mes próximo. De todas estas alianzas, las que más aparecen en medios son las que potencialmente unirían al PAN y al PRD. Las alianzas entre estos dos partidos han tenido algo de importancia en elecciones locales. No siempre han funcionado, pero en donde lo han hecho ha sido impulsando a candidatos de origen priísta (…) En consecuencia, quien define la competencia es el PRI, al impulsar en cada entidad un candidato, y un grupo político, de una de las dos lógicas.
Haití
Reforma, p. 16/Primera - Opinión
Rafael Segovia
El más triste y desamparado de todos los países centroamericanos es un paraíso terrenal comparado con Haití. Se nos dice ahora, después del terremoto y según cifras aproximativas, con estimaciones que todo lo miden de manera aproximativa, que se cree que hubo 200 mil muertos, como podría decirse 90 mil o 400 mil. (…) No somos Haití pero no nos alarmamos ante las muertes que se producen por el crimen organizado; debe añadirse que compiten en cifras con los asesinatos de sus hombres, mujeres y niños, ¿verdad, señor Calderón? Esto podrá alegarlo en los países que gozarán de visita, que por los nombres adelantados por Los Pinos, ninguno alcanza ni la décima parte de “las ejecuciones” que se hacen en México, nombre inapropiado e inexacto que se usa en este país para hablar de asesinatos. (…) Pero Haití, por mal que analicemos, no nos lo podemos sacar de la cabeza (…) No hay escape. No hay más que una catástrofe inconmensurable y, aunque somos una nación separada por la historia de nuestro vecino, es un problema de honestidad reconocer la aportación de los norteamericanos, con todo y sus 30 mil marines y la ocupación del aeropuerto (…)
Reto del Estado moderno
Reforma, p. 17/Primera - Opinión
Paz Fernández Cueto
Lo que significa Estado laico y hasta dónde la Iglesia y los creyentes tienen derecho a manifestarse en contra de aquello que contradice sus creencias fundamentales es algo que no se tiene claro. Muy esclarecedora para el tema que nos ocupa me resultó esta carta publicada en días pasados en Reforma en donde se precisa que: “Un Estado laico es aquel en el que conviven musulmanes, ortodoxos, ateos, judíos, católicos, protestantes y agnósticos. Vivir y respetar un Estado laico es respetar a todos los ciudadanos independientemente de su religión o credo, así como las opiniones que tengan o expresen sobre cualquier asunto...”. La Iglesia constituye una autoridad espiritual, y al mismo tiempo representa un poder independiente cuya misión es predicar una verdad trascendente que ilumina las realidades de este mundo. A fin de poder llevar a cabo este fin específico, una Iglesia libre en un Estado laico, se requiere de libertad de acción e independencia tanto en su organización interna como en su acción pastoral. Por su parte un Estado laico reclama justamente su autonomía política-jurídica, y soberanía respecto al poder eclesiástico o espiritual de cualquier comunidad religiosa, por lo que es razonable pensar que cualquier Iglesia debe observar las leyes del Estado, siendo los clérigos ciudadanos iguales que los demás, sin ningún tipo de privilegios sociales, políticos o jurisdiccionales.
Alianzas
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Pablo Gómez
Las alianzas entre izquierdas y derechas siempre se han pactado sobre objetivos concretos y coyunturales. Por lo general, se han dado con el propósito de remontar un sistema o régimen político y alcanzar nuevas bases de carácter democrático. Esto implica que tanto las derechas como las izquierdas sean más o menos democráticas. En el año 2000 se abrió la posibilidad de una alianza electoral entre el PRD y el PAN alrededor de objetivos muy concretos, en especial la necesidad de remontar el sistema priista, el presidencialismo absolutista o despótico, para instaurar un régimen abierto a la transición. El PAN bloqueó esa posibilidad y, después, con el triunfo de Vicente Fox, éste cerró toda concertación política para avanzar en reformas democráticas en el país. En realidad, el PAN ha usado el andamiaje jurídico del viejo régimen priista y, ahora, lo quiere profundizar a favor del Poder Ejecutivo. Hoy, la situación ha cambiado. El PAN es gobierno y aplica, naturalmente, una línea derechista. ¿Qué buscaría la izquierda perredista con la idea de aliarse extemporáneamente con el PAN en algunos estados? Se dice que golpear al PRI, pero eso no puede ser hoy el planteamiento de un partido político de izquierda, sino las reformas, los cambios políticos y económicos a favor de la mayoría trabajadora del país, lo cual implica combatir a las derechas por igual.
Las cosas por su nombre
Milenio Diario, p. 15/Opinión
Epigmenio Ibarra
La coartada: sacar al PRI de los palacios de gobierno en Oaxaca e Hidalgo parece justificarlo todo. Algo deberíamos saber ya los ciudadanos de lo que significa sacrificar principios y propuestas. Fox echó a patadas al PRI de Los Pinos sólo para ponerlo a cargo de la hacienda pública, delegarle otras responsabilidades estratégicas, asimilar sus usos y costumbres y pavimentar, desde el primer día de su gobierno, la restauración (…) El PRD es el más vivo ejemplo de eso. En el PAN, por otro lado, víctima de una súbita pérdida de memoria, se olvidan los agravios más recientes y profundos del PRD y se tiende la mano al partido que promueve el aborto, los matrimonios homosexuales y el derecho a la adopción por parte de los mismos. Recurren sus dirigentes al mismo expediente del voto útil (…)
Independencia y Revolución
La Jornada, p. 16/Opinión
Jorge Camil
Han comenzado las especulaciones: ¿cómo celebrar el bicentenario de la Independencia? Y el centenario de la Revolución, del que por razones obvias no habla mucho Felipe Calderón: tal vez por considerarlo un festejo que corresponde a “los otros mexicanos”, los impíos que cerraban iglesias, colgaban curas y prohibían el culto religioso; los enemigos acérrimos del PAN original, hasta que las líneas divisorias se fueron confundiendo en el horizonte (¿ilusión óptica?). (…)La primera versión, cargada de optimismo, cultura y contenido histórico, fue de Soledad Loaeza. Olvidando sus dotes de excelente periodista y comentarista se subió a la cátedra universitaria para declarar que mientras políticos y comentaristas no saben qué celebrar el 2010, “los historiadores, sociólogos, economistas, politólogos y los especialistas comprometidos con la producción de conocimiento, antes que con la formación de opinión, podrán decimos que son muchas las hazañas que debemos conmemorar”. ¿Celebrará la Revolución un régimen panista que le ha dado la vuelta al 20 de noviembre? Lo invito a leer “¿...y la Revolución apa?” (…)
Medias verdades sobre la violencia en Chihuahua
La Jornada, p. 17/Opinión
Víctor M. Quintana S.
La guerra de interpretaciones también forma parte de la “guerra contra el crimen organizado”. Aquí exponemos algunos contrasentidos a lo que el Estado mexicano quiere imponer como sentido común sobre la violencia en Chihuahua: (…) La inseguridad en Chihuahua es producto del “efecto cucaracha”. La interpretación oficial es que los criminales huyeron al estado luego de comenzar Calderón los operativos conjuntos en Michoacán y Tamaulipas. Es verdad, en parte. (…) Si los feminicidios además de revelar la impunidad de Estado, la existencia de un sistema criminal trasnacional y la complicidad de la policía con ellos, si todo esto era una realidad actuante en Chihuahua, ¿no era mucho mejor diseñar una estrategia multifactorial, integral, social, de salud pública, judicial y policiaca que ofreciera mejores posibilidades de éxito o al menos de contención, en lugar de la “estrategia” de amontonar soldados por todos los rumbos de las ciudades? (…)
El terremoto
La Jornada, p. 17/Opinión
Luis Javier Garrido
Los pueblos latinoamericanos están exigiendo un cambio profundo en las políticas actuales impuestas desde Washington, pero el proyecto inflexible de la Trilateral, que ahora gobierna por conducto de Obama (por más que éste busque disimularlo), constituye el mayor escollo para la liberación del continente, y el dramático caso de Haití lo está poniendo de relieve (…) El terremoto del 12 de enero que dejó a Haití en ruinas y a Puerto Príncipe arrasado con más de 200 mil muertos, 600 mil sin techo y 70 por ciento de los edificios derruidos (…) en un país ocupado militarmente por Washington desde 2006 con la presencia de casi 9 mil cascos azules de Naciones Unidas, encabezados por un contingente al mando del general brasileño Floriano Peixoto (…) El terremoto de Haití en este inicio del siglo XXI, en un país depredado por las políticas del capitalismo neoliberal, debe ser el punto de partida para una auténtica reconstrucción autónoma y democrática, así como una llamada de atención para los pueblos del continente de dónde está el verdadero enemigo.
Segunda vuelta en la elección presidencial, un acierto
El Financiero, p. 20/Opinión
Juan Antonio García Villa
El pasado 15 de diciembre, el presidente Felipe Calderón envió al Senado una iniciativa de modificaciones a la Constitución en materia política. Entre las propuestas que contiene, se encuentra la segunda vuelta en la elección presidencial. De aprobarse la iniciativa en los términos que se propone, cada seis años tendremos en México dos elecciones federales con una diferencia de cinco semanas, aun en el caso de que en la primera elección presidencial un candidato obtenga mayoría absoluta de votos. ¿Por qué? Porque el modelo tenderá a evitar, como ha sucedido en nuestro país los últimos doce años, la formación de los llamados “gobiernos divididos”, esto es, que el Ejecutivo carece de mayorías legislativas afines en el Congreso. Situación que paraliza la toma de las grandes decisiones, lo que a su vez provoca que el país continúe rezagándose. En cambio, si en la primera vuelta el primer domingo de julio, un candidato presidencial alcanza mayoría absoluta en la votación, significa que goza de un amplio respaldo popular que, lo más probable, se manifestará el segundo domingo de agosto a favor de los candidatos a diputados y senadores de su partido. Pero si en la primera vuelta ningún candidato logra la mayoría absoluta, en la siguiente de agosto, en la que sólo competirán dos aspirantes, resulta altamente probable que el candidato que la alcance la compartirá con los candidatos a legisladores que lo apoyen, que a su vez él asimismo apoyará. Como se ve, la propuesta parece bien diseñada para superar la parálisis legislativa, que a no pocos mexicanos ha hecho pensar que la política es estéril.
Sobrevivir para contarlo
El Financiero, p. 20/Opinión
Víctor M. Pérez Valera
(…) con razón Aristóteles decía que las más grandes calamidades no son las que ocasiona la naturaleza, sino las que provocan las injusticias de los hombres: los genocidios, las masacres de personas inocentes generadas por ancestrales odios tribales.
Hace apenas dos años, en el norte de Uganda, un ejército de fanáticos secuestraba y adiestraba a miles de niños para destruir y asesinar. Un poco antes, en 1994, se dio en Ruanda el genocidio más terrible y cruel del siglo XX: en sólo tres meses fueron masacrados a machetazos cerca de un millón de ruandeses de la tribu de los tutsis. Sobre el holocausto de Ruanda ha aparecido un libro extraordinario: Sobrevivir para contarlo, de Immaculée Ilibagiza. Se trata de un libro conmovedor, fuera de serie, en que la autora nos cuenta cómo vivió esta masacre, de la que milagrosamente salió viva.
Penca y pastelazo
Reforma, p. 17/Primera - Opinión
Juan Villoro
Durante la presentación de la serie de programas Discutamos México, Miguel León Portilla hizo un pertinente llamado a entender el debate como una forma de la crítica. No podemos ser complacientes con lo que en las novelas policiacas se llama “el lugar de los hechos” y en la Historia se llama “la patria”. La perplejidad de vivir en esta tierra comenzó desde hace mucho. En La visión de los vencidos, León Portilla recoge estos versos, compuestos en náhuatl entre 1430 y 1519: “¿A dónde pues iremos?/ ¿Cómo sufriremos aquí?”. En 1958, Carlos Fuentes ofreció un eco a esa interrogante: “Aquí nos tocó. Qué le vamos a hacer. En la región más transparente del aire”. Patria: lugar del destino inescapable. De madrugada, las preguntas son terribles. Pensemos, al modo de las leyendas antiguas, que nuestro país duerme un sueño profundo, recostado en sus montes y sus valles. De pronto un temblor lo despierta. Son las cuatro de la mañana y la nación padece vértigo existencial: “¿Es necesario que exista?”, se pregunta. (…)
Corrupción, ausente en la reforma política
El Universal, p. 24/Primera-Opinión
Irma Eréndida Sandoval
El drama en Haití nos trae a la memoria, con todas las distancias tomadas, nuestra propia tragedia de 1985 cuando la capital de México sufrió el mayor cataclismo de su historia. Así como Haití es una metáfora de un sistema global racista, irracional y de oprobio que castiga a los más pobres, en México nuestro terremoto desenmascaró un gobierno corrupto e ineficaz, sumido en la inmovilidad y el mutismo en las primeras horas de la desgracia. Acostumbrados a la impunidad, ya nadie se acuerda de la corrupción documentada cuando la ayuda desde el extranjero no llegó. Los bienes muchas veces terminaron en el mercado negro operado y permitido por burócratas, lo que reveló la vacuidad del eslogan de “la renovación moral”. De entonces a la fecha poco se ha avanzado en la agenda anticorrupción y los datos reprobatorios están a la vista. México hoy tiene el deshonroso penúltimo lugar de Latinoamérica en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional. El último es Haití (…)
¡No somos ganado!
El Universal, p. 24/Primera-Opinión
Esteban Moctezuma Barragán
Muchas autoridades piensan que atender a la población es realizar programas vistosos que requieren presupuesto, ignorando que sus decisiones más que dinero, requieren sensatez y que, atender el detalle, es muy importante para lograr cambios de fondo. Los habitantes de cualquier ciudad del mundo entendemos que debemos pagar el costo de vivir en ellas, pero estos agobios pueden ser mitigados o exacerbados por la actitud de la autoridad. Por ejemplo, todos conocemos los tiempos de nuestros traslados, pero es común que la vialidad que utilizamos cotidianamente amanezca cerrada sin previo aviso, impactando nuestra productividad e hígado. (…) Lo sugerente es que los funcionarios públicos que pongan el acento de su gestión en que el ciudadano se sienta persona, serán los más apreciados y, por lo mismo, los políticos más votados en las elecciones. Pero cuando un ciudadano fija su destino y horario al salir del hogar o la oficina y se encuentra con inesperadas vallas que lo conducen fuera de su ruta, empujado por el flujo vehicular y limitado por un sinnúmero de obligadas desviaciones, hacen parecer que la población es considerada “ganado” que hay que conducir entre corrales, puertas y obstáculos a donde el “charro” quiere y no a donde ellos desean llegar.
Fuera de tiempo
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Macario Schettino
Aunque las campañas iniciarán formalmente en abril o mayo, dependiendo de la ley electoral local, los procedimientos para tener candidatos estarán en marcha desde el mes próximo. De todas estas alianzas, las que más aparecen en medios son las que potencialmente unirían al PAN y al PRD. Las alianzas entre estos dos partidos han tenido algo de importancia en elecciones locales. No siempre han funcionado, pero en donde lo han hecho ha sido impulsando a candidatos de origen priísta (…) En consecuencia, quien define la competencia es el PRI, al impulsar en cada entidad un candidato, y un grupo político, de una de las dos lógicas.
Haití
Reforma, p. 16/Primera - Opinión
Rafael Segovia
El más triste y desamparado de todos los países centroamericanos es un paraíso terrenal comparado con Haití. Se nos dice ahora, después del terremoto y según cifras aproximativas, con estimaciones que todo lo miden de manera aproximativa, que se cree que hubo 200 mil muertos, como podría decirse 90 mil o 400 mil. (…) No somos Haití pero no nos alarmamos ante las muertes que se producen por el crimen organizado; debe añadirse que compiten en cifras con los asesinatos de sus hombres, mujeres y niños, ¿verdad, señor Calderón? Esto podrá alegarlo en los países que gozarán de visita, que por los nombres adelantados por Los Pinos, ninguno alcanza ni la décima parte de “las ejecuciones” que se hacen en México, nombre inapropiado e inexacto que se usa en este país para hablar de asesinatos. (…) Pero Haití, por mal que analicemos, no nos lo podemos sacar de la cabeza (…) No hay escape. No hay más que una catástrofe inconmensurable y, aunque somos una nación separada por la historia de nuestro vecino, es un problema de honestidad reconocer la aportación de los norteamericanos, con todo y sus 30 mil marines y la ocupación del aeropuerto (…)
Reto del Estado moderno
Reforma, p. 17/Primera - Opinión
Paz Fernández Cueto
Lo que significa Estado laico y hasta dónde la Iglesia y los creyentes tienen derecho a manifestarse en contra de aquello que contradice sus creencias fundamentales es algo que no se tiene claro. Muy esclarecedora para el tema que nos ocupa me resultó esta carta publicada en días pasados en Reforma en donde se precisa que: “Un Estado laico es aquel en el que conviven musulmanes, ortodoxos, ateos, judíos, católicos, protestantes y agnósticos. Vivir y respetar un Estado laico es respetar a todos los ciudadanos independientemente de su religión o credo, así como las opiniones que tengan o expresen sobre cualquier asunto...”. La Iglesia constituye una autoridad espiritual, y al mismo tiempo representa un poder independiente cuya misión es predicar una verdad trascendente que ilumina las realidades de este mundo. A fin de poder llevar a cabo este fin específico, una Iglesia libre en un Estado laico, se requiere de libertad de acción e independencia tanto en su organización interna como en su acción pastoral. Por su parte un Estado laico reclama justamente su autonomía política-jurídica, y soberanía respecto al poder eclesiástico o espiritual de cualquier comunidad religiosa, por lo que es razonable pensar que cualquier Iglesia debe observar las leyes del Estado, siendo los clérigos ciudadanos iguales que los demás, sin ningún tipo de privilegios sociales, políticos o jurisdiccionales.
Alianzas
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Pablo Gómez
Las alianzas entre izquierdas y derechas siempre se han pactado sobre objetivos concretos y coyunturales. Por lo general, se han dado con el propósito de remontar un sistema o régimen político y alcanzar nuevas bases de carácter democrático. Esto implica que tanto las derechas como las izquierdas sean más o menos democráticas. En el año 2000 se abrió la posibilidad de una alianza electoral entre el PRD y el PAN alrededor de objetivos muy concretos, en especial la necesidad de remontar el sistema priista, el presidencialismo absolutista o despótico, para instaurar un régimen abierto a la transición. El PAN bloqueó esa posibilidad y, después, con el triunfo de Vicente Fox, éste cerró toda concertación política para avanzar en reformas democráticas en el país. En realidad, el PAN ha usado el andamiaje jurídico del viejo régimen priista y, ahora, lo quiere profundizar a favor del Poder Ejecutivo. Hoy, la situación ha cambiado. El PAN es gobierno y aplica, naturalmente, una línea derechista. ¿Qué buscaría la izquierda perredista con la idea de aliarse extemporáneamente con el PAN en algunos estados? Se dice que golpear al PRI, pero eso no puede ser hoy el planteamiento de un partido político de izquierda, sino las reformas, los cambios políticos y económicos a favor de la mayoría trabajadora del país, lo cual implica combatir a las derechas por igual.
Las cosas por su nombre
Milenio Diario, p. 15/Opinión
Epigmenio Ibarra
La coartada: sacar al PRI de los palacios de gobierno en Oaxaca e Hidalgo parece justificarlo todo. Algo deberíamos saber ya los ciudadanos de lo que significa sacrificar principios y propuestas. Fox echó a patadas al PRI de Los Pinos sólo para ponerlo a cargo de la hacienda pública, delegarle otras responsabilidades estratégicas, asimilar sus usos y costumbres y pavimentar, desde el primer día de su gobierno, la restauración (…) El PRD es el más vivo ejemplo de eso. En el PAN, por otro lado, víctima de una súbita pérdida de memoria, se olvidan los agravios más recientes y profundos del PRD y se tiende la mano al partido que promueve el aborto, los matrimonios homosexuales y el derecho a la adopción por parte de los mismos. Recurren sus dirigentes al mismo expediente del voto útil (…)
Independencia y Revolución
La Jornada, p. 16/Opinión
Jorge Camil
Han comenzado las especulaciones: ¿cómo celebrar el bicentenario de la Independencia? Y el centenario de la Revolución, del que por razones obvias no habla mucho Felipe Calderón: tal vez por considerarlo un festejo que corresponde a “los otros mexicanos”, los impíos que cerraban iglesias, colgaban curas y prohibían el culto religioso; los enemigos acérrimos del PAN original, hasta que las líneas divisorias se fueron confundiendo en el horizonte (¿ilusión óptica?). (…)La primera versión, cargada de optimismo, cultura y contenido histórico, fue de Soledad Loaeza. Olvidando sus dotes de excelente periodista y comentarista se subió a la cátedra universitaria para declarar que mientras políticos y comentaristas no saben qué celebrar el 2010, “los historiadores, sociólogos, economistas, politólogos y los especialistas comprometidos con la producción de conocimiento, antes que con la formación de opinión, podrán decimos que son muchas las hazañas que debemos conmemorar”. ¿Celebrará la Revolución un régimen panista que le ha dado la vuelta al 20 de noviembre? Lo invito a leer “¿...y la Revolución apa?” (…)
Medias verdades sobre la violencia en Chihuahua
La Jornada, p. 17/Opinión
Víctor M. Quintana S.
La guerra de interpretaciones también forma parte de la “guerra contra el crimen organizado”. Aquí exponemos algunos contrasentidos a lo que el Estado mexicano quiere imponer como sentido común sobre la violencia en Chihuahua: (…) La inseguridad en Chihuahua es producto del “efecto cucaracha”. La interpretación oficial es que los criminales huyeron al estado luego de comenzar Calderón los operativos conjuntos en Michoacán y Tamaulipas. Es verdad, en parte. (…) Si los feminicidios además de revelar la impunidad de Estado, la existencia de un sistema criminal trasnacional y la complicidad de la policía con ellos, si todo esto era una realidad actuante en Chihuahua, ¿no era mucho mejor diseñar una estrategia multifactorial, integral, social, de salud pública, judicial y policiaca que ofreciera mejores posibilidades de éxito o al menos de contención, en lugar de la “estrategia” de amontonar soldados por todos los rumbos de las ciudades? (…)
El terremoto
La Jornada, p. 17/Opinión
Luis Javier Garrido
Los pueblos latinoamericanos están exigiendo un cambio profundo en las políticas actuales impuestas desde Washington, pero el proyecto inflexible de la Trilateral, que ahora gobierna por conducto de Obama (por más que éste busque disimularlo), constituye el mayor escollo para la liberación del continente, y el dramático caso de Haití lo está poniendo de relieve (…) El terremoto del 12 de enero que dejó a Haití en ruinas y a Puerto Príncipe arrasado con más de 200 mil muertos, 600 mil sin techo y 70 por ciento de los edificios derruidos (…) en un país ocupado militarmente por Washington desde 2006 con la presencia de casi 9 mil cascos azules de Naciones Unidas, encabezados por un contingente al mando del general brasileño Floriano Peixoto (…) El terremoto de Haití en este inicio del siglo XXI, en un país depredado por las políticas del capitalismo neoliberal, debe ser el punto de partida para una auténtica reconstrucción autónoma y democrática, así como una llamada de atención para los pueblos del continente de dónde está el verdadero enemigo.
Segunda vuelta en la elección presidencial, un acierto
El Financiero, p. 20/Opinión
Juan Antonio García Villa
El pasado 15 de diciembre, el presidente Felipe Calderón envió al Senado una iniciativa de modificaciones a la Constitución en materia política. Entre las propuestas que contiene, se encuentra la segunda vuelta en la elección presidencial. De aprobarse la iniciativa en los términos que se propone, cada seis años tendremos en México dos elecciones federales con una diferencia de cinco semanas, aun en el caso de que en la primera elección presidencial un candidato obtenga mayoría absoluta de votos. ¿Por qué? Porque el modelo tenderá a evitar, como ha sucedido en nuestro país los últimos doce años, la formación de los llamados “gobiernos divididos”, esto es, que el Ejecutivo carece de mayorías legislativas afines en el Congreso. Situación que paraliza la toma de las grandes decisiones, lo que a su vez provoca que el país continúe rezagándose. En cambio, si en la primera vuelta el primer domingo de julio, un candidato presidencial alcanza mayoría absoluta en la votación, significa que goza de un amplio respaldo popular que, lo más probable, se manifestará el segundo domingo de agosto a favor de los candidatos a diputados y senadores de su partido. Pero si en la primera vuelta ningún candidato logra la mayoría absoluta, en la siguiente de agosto, en la que sólo competirán dos aspirantes, resulta altamente probable que el candidato que la alcance la compartirá con los candidatos a legisladores que lo apoyen, que a su vez él asimismo apoyará. Como se ve, la propuesta parece bien diseñada para superar la parálisis legislativa, que a no pocos mexicanos ha hecho pensar que la política es estéril.
Sobrevivir para contarlo
El Financiero, p. 20/Opinión
Víctor M. Pérez Valera
(…) con razón Aristóteles decía que las más grandes calamidades no son las que ocasiona la naturaleza, sino las que provocan las injusticias de los hombres: los genocidios, las masacres de personas inocentes generadas por ancestrales odios tribales.
Hace apenas dos años, en el norte de Uganda, un ejército de fanáticos secuestraba y adiestraba a miles de niños para destruir y asesinar. Un poco antes, en 1994, se dio en Ruanda el genocidio más terrible y cruel del siglo XX: en sólo tres meses fueron masacrados a machetazos cerca de un millón de ruandeses de la tribu de los tutsis. Sobre el holocausto de Ruanda ha aparecido un libro extraordinario: Sobrevivir para contarlo, de Immaculée Ilibagiza. Se trata de un libro conmovedor, fuera de serie, en que la autora nos cuenta cómo vivió esta masacre, de la que milagrosamente salió viva.
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