domingo, enero 02, 2011

Elegido a la mexicana (a dedo), Rajoy lucha contra el fantasma de Aznar en España


En ocho años, poco a poco ha ido soltando el lastre derechista

Lo escribe Lucía Méndez en su blog de El Mundo

Desde que fue elegido líder del PP, 30 de agosto de 2003, a la mejicana y en la primera edición del Telediario, el principal combate que ha librado Mariano Rajoy no ha sido contra Zapatero. Su contrincante se ha derrotado él solito. La gran batalla de Rajoy ha sido contra el fantasma del presidente que le designó a dedo para que pusiera en marcha el aznarismo sin Aznar.

El fantasma ha sido duro de pelar. Se le aparecía en los momentos de mayor debilidad y se escondía cuando a Rajoy le iban las cosas bien. Se hizo carne en el agitado Congreso de Valencia y espíritu en todas y cada una de las noches electorales en las que Rajoy tenía que dar cuenta de otro fracaso en las urnas.

Ocho años se cumplen de la batalla de Rajoy contra el fantasma de Aznar. Ocho años en los que poco a poco ha ido soltando el lastre derechista que, según sus asesores, era la causa de sus derrotas. La batalla del líder del PP ha sido cruenta y ha dejado heridos porque, en el fondo, ha combatido contra sí mismo, contra la parte de Aznar que anidaba en él.

A diferencia de Zapatero, que pudo romper con González en el primer minuto porque gozaba de la legitimidad de una elección democrática. Rajoy ha tenido que hacerlo por entregas, ya que se trataba de neutralizar a quien le había dado la vida, política se entiende.

Rajoy sabe que el fantasma de Aznar no desaparecerá hasta que él pueda salir de noche al balcón de la calle Génova de Madrid para anunciar que ha ganado las elecciones generales. Pero no hay duda de que espantar con un manotazo a Francisco Álvarez Cascos -un fantasma de menor dimensión pero mucho más escandaloso- es un salto cualitativo en esta larga batalla.

Porque Rajoy no sólo ha conjurado al ex presidente, sino que se ha desprendido de toda una generación de dirigentes, que es la suya propia. Una generación con la que compartió gestión, principios y objetivos políticoa. Atrás han quedado Piqué, Acebes, Zaplana, Matas..

El sucesor de Aznar se ha reencarnado en otra persona que se llama Mariano Rajoy, a quien la vida le ha regalado una extraña segunda oportunidad. De 2004 a 2008 fue uno. De 2008 a 2010 es otro. No sólo ha sobrevivido, sino que al parecer pronto cumplirá su gran objetivo: fumarse un puro en su despacho de La Moncloa

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