Es el primer romance-sorpresa del año, sobre todo por la identidad de sus protagonistas.
Ella, Lisa Halaby, de 57 años, licenciada en Arquitectura y nacida en Estados Unidos de padre sirio-libanés y madre sueca, se convirtió el 15 de junio de 1978 en la reina Noor de Jordania, cuarta esposa del rey Hussein y madre de sus cuatro hijos menores, entre ellos Hamzah, el heredero hasta diciembre de 2004, cuando su hermano, el actual rey Abdullah, le despojó del título para dárselo a su primogénito, el príncipe Hussein.
Y él, Carlos Slim, nacido en México hace 69 años, también de padre libanés, es el segundo hombre más rico del mundo según Forbes, que le atribuye una fortuna de más de 60.000 millones de dólares.
Los dos vieron cómo sus vidas se desmoronaban en 1999. El 7 de febrero de ese año, Noor enviudó del rey Huissein, y un día más tarde él perdió a Soumaya, su mujer durante 33 años y madre de sus seis hijos, Carlos, Marco Antonio, Patrick, Soumaya, Vanesa y Johanna, que ya le han dado 12 nietos.
Desde entonces, ninguno de ellos había vuelto a enamorarse ni había intentado siquiera rehacer su vida sentimental... hasta la primavera de 2008, cuando Cupido les apuntó con una de sus casi siempre certeras flechas. Fue entonces cuando la pareja inició una relación que se afianza día a día y que les ha llevado a recorrer medio mundo, siempre amparados en la intimidad que les proporcionan los aviones privados y los amigos que tienen por todo el planeta.
Uno de los más cercanos a Carlos Slim ha declarado: «Suelen viajar en avión privado, de alquiler o cedido por amigos, ya que Slim es poco amigo de ostentaciones y no tiene uno propio. Se desplazan en distintos coches o en uno con cristales opacos, y en los hoteles no se inscriben con su identidad, utilizan el de alguna de las sociedades de él. Tampoco entran por el vestíbulo, sino por el parking, y suelen sortear todas las dependencias excepto el gimnasio, ya que a la reina Noor le gusta cuidar su forma física. Además, rara vez cenan en restaurantes, prefieren veladas en hogares de confianza».
Hasta ahora, ninguna fotografía ha podido certificar una historia de amor que, sin embargo, tiene el mundo como escenario. De hecho, Carlos Slim y Noor de Jordania, que acaban de pasar unos días en los lujosísimos apartamentos Las Villas de Cap Cana, en la República Dominicana, iniciaron en noviembre un recorrido que les llevó por Madrid, Gstaad (Suiza) e Italia, antes de disfrutar de unas vacaciones blancas en Vail (Colorado), y de cenar en Nueva York con el matrimonio Clinton.
Respecto a su futuro como pareja, los amigos del magnate mexicano se muestran optimistas. Uno de ellos ha dicho: «Son dos almas solitarias y afines que se han encontrado. Para los dos fue una tragedia perder a su cónyuge, a él todavía se le pone un nudo en la garganta cuando lo recuerda. También comparten raíces árabes por sus progenitores y su matrimonio, ya que Soumaya Domit pertenecía a una familia libanesa».
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