Cuenta Clarín y reproduce Religión Digital que en plena Misa de Ramos, el cura párroco de un pueblito cordobés, en Argentina, anunció el domingo que dejaba los hábitos para formar una familia.
Cuando estaba terminando su oficio religioso, Víctor Hugo Casas, cura de la parroquia de Saturnino María Laspiur, les dijo a los fieles que dejaba el sacerdocio: "Hay cuestiones del corazón que no se pueden parar. Cuando uno se enamora y empieza a proyectar más allá, pensando en una familia e hijos, es muy fuerte y creo que a eso Dios lo quiere, porque ama la vida", fue la explicación que les dio el cura a los vecinos de su pueblo.
La gente recibió emocionada la noticia, ya que Casas es muy querido en este pueblito de 2.500 habitantes, ubicado en el departamento San Justo, a 193 kilómetros al este de la ciudad de Córdoba. Los vecinos de Saturnino Laspiur más allegados al sacerdote ya lo sabían y habían guardado el secreto.
Tras la misa de 9, el cura volvió a oficiar la última ceremonia, de 11 a 12, en la que volvió a contarles a los fieles la novedad y se sacó los hábitos definitivamente. Luego de dirigirse a la casa parroquial, Casas viajó hacia la localidad de Arroyito, donde avisó a sus padres que dejaba la Iglesia para formar una familia.
Cuando estaba terminando su oficio religioso, Víctor Hugo Casas, cura de la parroquia de Saturnino María Laspiur, les dijo a los fieles que dejaba el sacerdocio: "Hay cuestiones del corazón que no se pueden parar. Cuando uno se enamora y empieza a proyectar más allá, pensando en una familia e hijos, es muy fuerte y creo que a eso Dios lo quiere, porque ama la vida", fue la explicación que les dio el cura a los vecinos de su pueblo.
La gente recibió emocionada la noticia, ya que Casas es muy querido en este pueblito de 2.500 habitantes, ubicado en el departamento San Justo, a 193 kilómetros al este de la ciudad de Córdoba. Los vecinos de Saturnino Laspiur más allegados al sacerdote ya lo sabían y habían guardado el secreto.
Tras la misa de 9, el cura volvió a oficiar la última ceremonia, de 11 a 12, en la que volvió a contarles a los fieles la novedad y se sacó los hábitos definitivamente. Luego de dirigirse a la casa parroquial, Casas viajó hacia la localidad de Arroyito, donde avisó a sus padres que dejaba la Iglesia para formar una familia.
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