domingo, mayo 17, 2009

Comentocracia: Los mataviejitos

Caricatura de Hernández en La Jornada:

Así viene la síntesis de artículos:

Los mataviejitos

Milenio Diario, p. 16/Opinión
Juan Ignacio Zavala
Sin duda uno de los eventos políticos y periodísticos de este año es la entrevista de Carmen Aristegui con Miguel de la Madrid. De la noche a la mañana, el PAN se quedó sin el discurso que calificaba el pasado del PRI para dar paso al espectáculo, siempre mórbido, de los ajustes de cuentas entre priistas. Por supuesto el asunto cayó bomba en el PRI. Los priistas se reunieron y decidieron la brillante estrategia de, en conjunto, emprenderla contra don Miguel lanzando adjetivos de lo más ruines referentes a la edad y al estado de salud del ex presidente. El más puntilloso fue Salinas de Gortari, que en defensa propia, poco le faltó para dar una sentencia clínica de demencia senil en una misiva que abunda en hipótesis sobre el estado del cerebro de De la Madrid. (…)

El demonio de la sospecha

El Universal, p. 21/Primera-Opinión
Jean Meyer
El gran historiador Marc Bloch decía que estudiar el nacimiento, la difusión, las transformaciones de los rumores es una de las tareas más importantes que se ofrecen a la sicología colectiva; apuntaba que en el frente de guerra se veía al mismo hombre aceptar sin chistar los relatos más fantasiosos y rechazar con desprecio las verdades más firmemente establecidas; en este último caso, el escepticismo no es más que una forma de credulidad. Por eso es tan difícil refutar los rumores, porque descansan en un imaginario del complot basado en un complot imaginario, por eso mi último artículo escrito en un tono burlón me valió muchas críticas. (…)

La danza de los dinosaurios

El Universal, p. 20/Primera-Opinión
Francisco Valdés Ugalde
En opinión de Francisco Ugalde, se ha insistido mucho en la obscenidad de los hechos referidos a propósito de los personajes citados: Salinas de Gortari como poder tras el trono, la connivencia de presidentes y otros funcionarios y políticos con tramas vergonzosas, la impunidad reinante que impide el castigo de conductas ilícitas y criminales y, sobre todo, la connivencia de los factores de poder dominantes en cada partido y en el gobierno con la perpetuación de la impunidad como sistema. (…) La cleptocracia del pasado, antes reunida en la familia revolucionaria y sus favorecidos, ha ampliado sus círculos. La membresía del club se amplió en lugar de reducirse. La competencia política y la alternancia en el poder no fueron valladar para inhibir esos comportamientos. (…)

La influenza colectiva

El Universal, p. 21/Primera-Opinión
Alejandro Páez Varela
Conforme se desinfla la emergencia epidemiológica en el país, hemos empezado a ver un poco más lejos. La primera de muchas conclusiones que podemos sacar es que México debe prepararse para convivir cíclicamente con estos eventos de salud pública. El virus de la influenza y otros atacarán las defensas de la población una y otra vez. Sus mutaciones y actualizaciones nos agarrarán sin vacuna, a nosotros y al resto del mundo, y debemos estar listos para revivir escenarios como el que padecimos en la ciudad de México y en otras poblaciones. La prevención y la capacidad de respuesta temprana serán clave. No parece suficiente el aumento de la tasa de desempleo; el turismo, que da de comer a decenas de miles de mexicanos, se ha desplomado. Los ingresos tributarios también van a la baja, como la renta petrolera, la inversión extranjera y el crecimiento en su conjunto. Estamos, amigos, en un momento crítico de la crisis, y aunque la economía de Estados Unidos ha dado muestras de una lenta recuperación, la nuestra se estanca a tal punto de que seremos, según las consultoras y los mismos gobiernos, uno de los países con el menor crecimiento de Producto Interno Bruto no sólo en América Latina, sino en el mundo.


La sinrazón de las fobias a lo diverso

El Universal, p. 20/Primera-Opinión
Ricardo Bucio Mújica
Hace unas décadas apenas, en México se promovía y reproducía el imaginario de un país mestizo, católico, guadalupano, priísta, agrupado en familias patriarcales, heterosexual, nacionalista y androcentrista. Esos arquetipos de la “mexicanidad” se han ido rompiendo con el reconocimiento de las culturas indígenas, la pluralidad política, la multiplicidad de expresiones religiosas, la globalización, la recomposición de los modelos de familias, la perspectiva de género y otros tantos fenómenos sociales que dan cuenta de que lo único homogéneo es la diversidad. (…)

Mover a México

El Universal, p. 20/Primera-Opinión
Sara Sefchovich
Sara Sefchovich comenta que en el mundo actual existe una obsesión por hacer listas. Los medios se la pasan señalando a los más poderosos, ricos, guapos, célebres o bien vestidos. En México la moda ha cundido. Casi todas las publicaciones tienen algún número de este tipo en el que incluyen a empresarios, deportistas, políticos, comunicadores y algún escritor. Hay quienes siempre aparecen (Carlos Slim, Diego y Gael), otros que sólo algunas veces (Enrique Krauze) y unos más a quienes se les alterna (Laura Esquivel y Ángeles Mastretta, Giménez Cacho y Talancón). El asunto, sin embargo, está yendo más lejos que simplemente de sociales. Hace poco la revista Quién dedicó un número a señalar a las personalidades que en su opinión “mueven” a México. (…)

Grandes riesgos

Reforma, p. 13/Primera
Luis Rubio
La crisis internacional ha hecho sentir a nuestros políticos que las restricciones del pasado ya no son necesarias y que no hay límites a lo que pueden gastar. Y, por supuesto, un proceso electoral en puerta parece una oportunidad maravillosa para gastar sin ton ni son. El problema es que, como ilustra la volatilidad reciente del tipo de cambio, México no tiene mucho margen de maniobra en materia fiscal y la probabilidad de causar una crisis es muy elevada. Las clases medias son resultado de la estabilidad económica, un factor pocas veces reconocido, pero fundamental: las dos eras en que creció la clase media en México fueron los cincuenta y sesenta y en los últimos quince años. Lo que hizo que creciera y se consolidara este segmento de la población fue la estabilidad económica y financiera porque eso hizo posible que hubiera tasas de interés bajas que estimularon el consumo.

Responsabilidad y estoicismo

Reforma, p. 12/Primera
Enrique Krauze
Aunque el virus ha cobrado decenas de vidas y tiene ya un efecto devastador sobre nuestra lastimada economía, su estela destructora pudo haber sido mucho mayor si el gobierno federal y los gobiernos estatales (en particular los del centro del país, correspondientes a los tres partidos mayoritarios) no hubiesen reaccionado de manera coordinada. Esa cooperación entre gobernantes de filiaciones diversas dio credibilidad a la acción estatal y contribuyó a que las instituciones de salud (con todas sus limitaciones presupuestales y técnicas, y sus rémoras burocráticas y sindicales) pasaran decorosamente esta prueba de fuego. La comunicación sobre la peligrosidad del virus no estuvo a la zaga: movilizó a decenas de millones de personas que respondieron atendiendo los lineamientos de las autoridades. Esa mayoría silenciosa fue la verdadera heroína en estos días aciagos. Lo sigue siendo, como debería ser evidente para cualquier observador de buena fe. ¿Qué habría visto ese testigo en la semana álgida de fines de abril a principios de mayo? ¿Y qué vería ahora? Entonces habría visto el cierre pacífico y ordenado de escuelas, iglesias, restaurantes, partidos de fútbol.


Tres crisis y un microbio

Reforma, p. 13/Primera
Juan E. Pardinas
México ha padecido crisis por caídas repentinas en los precios del petróleo. También hemos sufrido pulmonías a consecuencia de las gripas económicas que a veces le pegan a Estados Unidos. En otras ocasiones, nuestro país ha pagado caro la irresponsabilidad fiscal de gobiernos que gastan el presupuesto como si el dinero cayera del cielo. Felipe Calderón no es culpable del terremoto con epicentro en Wall Street que cimbró a Estados Unidos y sus ondas sísmicas se sintieron en la economía global. Al presidente de México tampoco se le puede achacar totalmente la responsabilidad por la caída en la producción y exportación de hidrocarburos. En abril, México obtuvo una línea de crédito del Fondo Monetario Internacional por 47 mil millones de dólares. Este dinero no es un préstamo... todavía. Es una bolsa de lana disponible por si se ofrece. Si el gobierno mexicano tuviera estrecheces fiscales, podría echar mano de este préstamo potencial. Este dinero es como una especie de tarjeta de crédito platino-plus-vip que se guarda en el cajón para las épocas de vacas flacas.


De las delaciones a las elecciones

Milenio Diario, p. 3/Opinión
Federico Berrueto
El espectáculo de las delaciones no cede. El tema no es la entrevistadora Aristegui, sino el testimonio inequívoco de que el sistema político está podrido hasta la médula; que la alternancia en la Presidencia no condujo a un cambio, sino a socializar la corrupción (…) Vivimos con una élite acomodaticia, en buena parte parasitaria e interesadamente desmemoriada (…) Por eso las delaciones pesan y afectan. La gente no se ocupa de si hay pruebas en lo descubierto por Ahumada o De la Madrid, es creíble porque todas las señas indican ser cierto; el escándalo no requiere de pruebas legales de veracidad; el escarnio es una forma de venganza -quizás ociosa e inútil- ante la humillación colectiva por la realidad de la impunidad y la inexistencia de justicia (…)

El veneno y la furia

Milenio Diario, p. 17/Opinión
Jorge Medina Viedas
Hay furia y veneno en el ambiente político. La ira social que empezó en 1988 sigue viva en hechos y personajes del paisaje mexicano del presente. Hay un rencor que no se ha extirpado y siguen vivos los motivos de ese resentimiento. Hace veinte años que las clases sociales y los grupos políticos se enfrentan acremente. E s una confrontación básicamente de orden político, no exenta de rencillas personales. La mayoría de los actores suavizan sus diferencias en la política económica; respetan en lo esencial las reglas de la economía, las cuales vienen del gobierno de Carlos Salinas. Son más determinantes en los partidos y en el comportamiento de esos actores, los intereses económicos que los políticos. No se mueve una hoja de la política económica si no lo deciden las élites.

La ciudad de la impunidad

Excélsior, p. 4/Comunidad
Federico Döring
Mientras Marcelo Ebrard futurea sobre su candidatura a la Presidencia en 2012 nuestra ciudad se corroe por el virus de la influenza y la inseguridad. Como bien dijo Alejandro Martí, la epidemia de secuestros es peor, pues la autoridad no parece encontrar la vacuna contra ello, no existe manera alguna de vacunarse contra ese virus, ni siquiera al contratar elementos de seguridad. El fondo del problema sigue siendo la impunidad y la corrupción incubadas en las instituciones de procuración de justicia y las corporaciones policiacas. En tanto las estadísticas sigan del lado de la delincuencia, la lucha seguirá perdida. Para nuestras autoridades la más reciente pérdida de una vida, la de Marco Antonio Equihua Kiwi, en un caso similar al de Fernando Martí, en el que existe la presunción de participación de elementos policiacos, no ha sido más que una cifra más. (…)

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