Así viene la síntesis de artículos:
Encuestas y elecciones
Reforma, p. 14/Primera
José Woldenberg
Lo recuerdo con nitidez: durante el proceso electoral de 1994 el doctor Jorge Carpizo, entonces secretario de Gobernación y por ello presidente del Consejo General del IFE, se afanó en impulsar que diferentes entidades realizaran conteos rápidos de los resultados electorales. Su premisa y su razonamiento eran sencillos y contundentes: si la autoridad electoral va a contar con pulcritud los votos, vale la pena dar todas las facilidades para que organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación, agrupaciones empresariales y quien quiera realice sus propios ejercicios de recuento, porque ello coadyuvará a apuntalar la credibilidad en las cifras.
¿Quién es Barrabás en el México democrático?
El Financiero, p. 30/Negocios/Falla de origen
Juan Federico Arriola
Nuestra pasividad puede acabar con la democracia. La indiferencia, la corrupción, la ignorancia y la pobreza extrema pueden ser la constatación de la crucifixión de la democracia mexicana. Invitar a no votar es un acto de irresponsabilidad. ¿Soltaremos a Barrabás en vez de fortalecer la democracia con un Estado de derecho que evite la impunidad? ¡Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra!, dijo el Santo. Ahora que estamos viviendo otra vez tiempos evangélicos, preguntémonos todos si hay seres inmaculados en México; acaso habrá diez hombres justos -recordar el pasaje del Antiguo Testamento sobre Sodoma y Gomorra- que eviten el derrumbe de México.
La nueva guerra sucia de Acción Nacional
Excélsior, p. 23/Primera: Nacional
Humberto Musacchio
La bronca empezó en Acapulco, durante la convención de banqueros, donde Germán Martínez, aparente líder del PAN, la emprendió contra la lideresa de los priistas, Beatriz Paredes, a quien tramposamente emplazó a decir ahí mismo si estaban con el narco o con Felipe Calderón, como si alguna de las opciones resultara la buena. En los días siguientes, las páginas de los periódicos se salpicaron aquí y allá de frases broncas de los albiazules, quienes, como bravucones de cantina que quieren liarse a golpes hasta con los amigos, siguieron picándole la cresta a los del PRI.
Evaluación presidencial
El Universal, p. 18/Opinión
Javier Aparicio
Hace poco más de un año, en febrero de 2008, el presidente Felipe Calderón pasaba por un muy buen momento y contaba con niveles dé aprobación de 66% -cercanos al máximo histórico de 68% que tuvo a los pocos meses de ocupar Los Pinos-. Desde entonces a la fecha observamos una tendencia a la baja en la llamada aprobación presidencial hasta ubicarse en 54% en el dato publicado el día de hoy. Y si en la opinión dé mucha gente el responsable último de buen o mal rumbo del país es el Presidente de la República, esta erosión puede explicarse por el deterioro en la percepción de temas clave como son economía y seguridad, por un lado, y por el desgaste propio del ejercicio en el poder, por el otro. (…)
G-20 en la era del cólera económico
El Universal, p. 18/Opinión
Eugenio Anguiano Roch
Cuando esta nota aparezca publicada, ya se conocerá el comunicado conjunto de la segunda reunión cumbre de la breve historia del llamado Grupo de los 20 (G-20), conformado por las siete economías capitalistas más avanzadas del orbe, y Rusia en su calidad de potencia política y militar, más 14 economías emergentes entre las que están China e India, países latinoamericanos como Brasil, México y Argentina (por orden de magnitud de sus economías), Arabia Saudita, Corea del Sur, Indonesia, Sudáfrica y Turquía. Esa reunión, en la que Barack Obama debuta como presidente de EU en cónclaves multilaterales, junto con otros jefes de gobierno o de Estado, incluido el de México, Felipe Calderón, se efectúa en medio de la peor crisis financiera internacional de los últimos 70 años, misma que ya arrastró a la economía real del mundo a una profunda recesión, cuya duración podría extenderse a 2010 o incluso más allá. (…)
Estado fallido, ¿traje a la medida?
Milenio Diario, p. 15/Opinión
Diódoro Carrasco JUtamirano
Prácticamente a partir del triunfo de Barack Obama en las elecciones estadunidenses, voceros oficiales del gobierno de Estados Unidos elevaron el tono de sus alarmas con respecto a la situación en que se encuentra nuestro país. Se empezó diciendo (Pentágono) que México, como Pakistán, eran países en riesgo de “colapso rápido y súbito”, y que cualquier deterioro de México “en el caos” demandaría una respuesta basada en las serias implicaciones del mismo para la seguridad de los Estados Unidos, etcétera.
What's up, Mr. Obama?
El Universal, p. 19/Opinión
Emilio Rabasa Gamboa ,
En el ocaso del gobierno de Bush, el presidente que dejó a su país en guerra y con una grave crisis económica, brilló en la oscura noche del firmamento de Estados Unidos la estrella de una nación que, con arrojo, rompía con el tabú del género y de la raza para elegir a su líder. La estrella nocturna se transformaba en el sol del día, cuando Barack Obama juraba fidelidad a la Constitución, ante el pueblo estadounidense y el mundo, sobre la Biblia que utilizó Abraham Lincoln sostenida por su esposa Michelle. México asistía gozoso a esa fiesta, además, por el gesto de Obama, todavía presidente electo, de recibir en Washington a Felipe Calderón, el único jefe de Estado con quien conversó antes de tomar posesión del cargo. (…)
Encuestas y elecciones
Reforma, p. 14/Primera
José Woldenberg
Lo recuerdo con nitidez: durante el proceso electoral de 1994 el doctor Jorge Carpizo, entonces secretario de Gobernación y por ello presidente del Consejo General del IFE, se afanó en impulsar que diferentes entidades realizaran conteos rápidos de los resultados electorales. Su premisa y su razonamiento eran sencillos y contundentes: si la autoridad electoral va a contar con pulcritud los votos, vale la pena dar todas las facilidades para que organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación, agrupaciones empresariales y quien quiera realice sus propios ejercicios de recuento, porque ello coadyuvará a apuntalar la credibilidad en las cifras.
¿Quién es Barrabás en el México democrático?
El Financiero, p. 30/Negocios/Falla de origen
Juan Federico Arriola
Nuestra pasividad puede acabar con la democracia. La indiferencia, la corrupción, la ignorancia y la pobreza extrema pueden ser la constatación de la crucifixión de la democracia mexicana. Invitar a no votar es un acto de irresponsabilidad. ¿Soltaremos a Barrabás en vez de fortalecer la democracia con un Estado de derecho que evite la impunidad? ¡Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra!, dijo el Santo. Ahora que estamos viviendo otra vez tiempos evangélicos, preguntémonos todos si hay seres inmaculados en México; acaso habrá diez hombres justos -recordar el pasaje del Antiguo Testamento sobre Sodoma y Gomorra- que eviten el derrumbe de México.
La nueva guerra sucia de Acción Nacional
Excélsior, p. 23/Primera: Nacional
Humberto Musacchio
La bronca empezó en Acapulco, durante la convención de banqueros, donde Germán Martínez, aparente líder del PAN, la emprendió contra la lideresa de los priistas, Beatriz Paredes, a quien tramposamente emplazó a decir ahí mismo si estaban con el narco o con Felipe Calderón, como si alguna de las opciones resultara la buena. En los días siguientes, las páginas de los periódicos se salpicaron aquí y allá de frases broncas de los albiazules, quienes, como bravucones de cantina que quieren liarse a golpes hasta con los amigos, siguieron picándole la cresta a los del PRI.
Evaluación presidencial
El Universal, p. 18/Opinión
Javier Aparicio
Hace poco más de un año, en febrero de 2008, el presidente Felipe Calderón pasaba por un muy buen momento y contaba con niveles dé aprobación de 66% -cercanos al máximo histórico de 68% que tuvo a los pocos meses de ocupar Los Pinos-. Desde entonces a la fecha observamos una tendencia a la baja en la llamada aprobación presidencial hasta ubicarse en 54% en el dato publicado el día de hoy. Y si en la opinión dé mucha gente el responsable último de buen o mal rumbo del país es el Presidente de la República, esta erosión puede explicarse por el deterioro en la percepción de temas clave como son economía y seguridad, por un lado, y por el desgaste propio del ejercicio en el poder, por el otro. (…)
G-20 en la era del cólera económico
El Universal, p. 18/Opinión
Eugenio Anguiano Roch
Cuando esta nota aparezca publicada, ya se conocerá el comunicado conjunto de la segunda reunión cumbre de la breve historia del llamado Grupo de los 20 (G-20), conformado por las siete economías capitalistas más avanzadas del orbe, y Rusia en su calidad de potencia política y militar, más 14 economías emergentes entre las que están China e India, países latinoamericanos como Brasil, México y Argentina (por orden de magnitud de sus economías), Arabia Saudita, Corea del Sur, Indonesia, Sudáfrica y Turquía. Esa reunión, en la que Barack Obama debuta como presidente de EU en cónclaves multilaterales, junto con otros jefes de gobierno o de Estado, incluido el de México, Felipe Calderón, se efectúa en medio de la peor crisis financiera internacional de los últimos 70 años, misma que ya arrastró a la economía real del mundo a una profunda recesión, cuya duración podría extenderse a 2010 o incluso más allá. (…)
Estado fallido, ¿traje a la medida?
Milenio Diario, p. 15/Opinión
Diódoro Carrasco JUtamirano
Prácticamente a partir del triunfo de Barack Obama en las elecciones estadunidenses, voceros oficiales del gobierno de Estados Unidos elevaron el tono de sus alarmas con respecto a la situación en que se encuentra nuestro país. Se empezó diciendo (Pentágono) que México, como Pakistán, eran países en riesgo de “colapso rápido y súbito”, y que cualquier deterioro de México “en el caos” demandaría una respuesta basada en las serias implicaciones del mismo para la seguridad de los Estados Unidos, etcétera.
What's up, Mr. Obama?
El Universal, p. 19/Opinión
Emilio Rabasa Gamboa ,
En el ocaso del gobierno de Bush, el presidente que dejó a su país en guerra y con una grave crisis económica, brilló en la oscura noche del firmamento de Estados Unidos la estrella de una nación que, con arrojo, rompía con el tabú del género y de la raza para elegir a su líder. La estrella nocturna se transformaba en el sol del día, cuando Barack Obama juraba fidelidad a la Constitución, ante el pueblo estadounidense y el mundo, sobre la Biblia que utilizó Abraham Lincoln sostenida por su esposa Michelle. México asistía gozoso a esa fiesta, además, por el gesto de Obama, todavía presidente electo, de recibir en Washington a Felipe Calderón, el único jefe de Estado con quien conversó antes de tomar posesión del cargo. (…)
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