España apoya una integración latinoamericana que replique lo mejor de la experiencia de la Unión Europea. Ello contribuiría a establecer un nuevo eje estratégico, el "nuevo Occidente", en palabras del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en el que se integren Estados Unidos, la Unión Europea y América Latina. Éste fue el guión del acto institucional que abrió ayer en Madrid la celebración de los 200 años de las independencias iberoamericanas.
Reporta el periódico El País que Felipe González, embajador extraordinario del Gobierno español para la celebración de los bicentenarios, fue el principal orador de una jornada inaugurada por el rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y en la que también intervinieron, por parte española, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y los ministros de Cultura, Ángeles González Sinde, y de Industria, Miguel Sebastián, además del titular de Exteriores.
Este despliegue de autoridades refleja la importancia que la diplomacia española concede a la celebración de las independencias de las repúblicas americanas. Se trataba, como dijo don Juan Carlos, de mostrar "el lógico interés de España por acompañarles y colaborar en los actos que organicen" para conmemorar que, hace dos siglos, dejaron de ser colonias para convertirse en "naciones libres, iguales, soberanas e independientes".
González prefirió centrarse en el camino que aún tiene que recorrer América Latina en su proceso de integración regional. Recordó que el comercio interamericano supone apenas el 6% del total de la región, mientras que en la UE, el 76% es entre países miembros. Los problemas de Mercosur, el bloque económico que integran Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, serían menores si las comunicaciones entre ellos fueran mejores, opinó.
Reporta el periódico El País que Felipe González, embajador extraordinario del Gobierno español para la celebración de los bicentenarios, fue el principal orador de una jornada inaugurada por el rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y en la que también intervinieron, por parte española, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y los ministros de Cultura, Ángeles González Sinde, y de Industria, Miguel Sebastián, además del titular de Exteriores.
Este despliegue de autoridades refleja la importancia que la diplomacia española concede a la celebración de las independencias de las repúblicas americanas. Se trataba, como dijo don Juan Carlos, de mostrar "el lógico interés de España por acompañarles y colaborar en los actos que organicen" para conmemorar que, hace dos siglos, dejaron de ser colonias para convertirse en "naciones libres, iguales, soberanas e independientes".
González prefirió centrarse en el camino que aún tiene que recorrer América Latina en su proceso de integración regional. Recordó que el comercio interamericano supone apenas el 6% del total de la región, mientras que en la UE, el 76% es entre países miembros. Los problemas de Mercosur, el bloque económico que integran Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, serían menores si las comunicaciones entre ellos fueran mejores, opinó.
"América Latina tiene un déficit de infraestructuras que bloquea su crecimiento", enfatizó el ex presidente. González resaltó la potencia mundial que es la región en el ámbito de la cultura y recalcó la importancia del capital humano como palanca del progreso.
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