jueves, mayo 07, 2009

Comentocracia: El cochino de la gripa

Caricatura de Francisco Calderón en Reforma

Así viene la síntesis de artículos:

Lo cochino de la gripa

El Universal, p. 21/Opinión
Manuel Bartlett Díaz
La información de la propia Secretaría de Salud exhibe irresponsabilidad. Se jactan de un Plan Nacional de Respuesta a una Pandemia de Influenza, esperada, que no se cumplió. Los días clave sufrimos una auténtica desinformación en cuanto al número de muertos y de infectados debido al nuevo virus. Terminamos entendiendo: en realidad no sabían nada. (…) El secretario explicó que ninguna entidad tenía los instrumentos científicos para conocer el virus, por lo que lo declarado en los estados era infundado, tenían que mandar muestras de los enfermos sospechosos a la secretaría, que tampoco podía saber porque a su vez debía mandarlas a Canadá, de donde finalmente nos informaron quiénes portaban el nuevo virus. México disminuido a un nivel intolerable.

Frente al abismo

Reforma, p. 12/Opinión
José Woldenberg
(…) Casi siempre encontrarse “frente al abismo” es producto de una trayectoria. Casi nunca es un resultado intempestivo. Es el momento en el que se devela lo que se hizo y se dejó de hacer, en el que se descubren los escasos aciertos y los múltiples errores. Suele suceder que la negligencia aparece como uno de los resortes más potentes que edificaron ese potencial momento final. (…) Pero el abismo sigue ahí. Es una realidad a la que no se puede exorcizar. Es más grande que el avión de Aeroméxico que fue a China por nuestros compatriotas y más profundo que el cañón del Sumidero. No hay escape. Aunque sí, una leve esperanza, que como se sabe “es lo último que muere”. (…) La introducción apocalíptica tiene sentido porque el Necaxa está a punto de irse a la primera A, es decir, al infierno o al abismo (quedamos que se trataba de una metáfora no muy original).

Colaborador invitado/ ¿Y si fuera contraproducente?

Reforma, p. 13/Opinión
Christian M. Scholtés
Puede ser que al principio de la epidemia se desconocía de qué tipo de infección se trataba. Los casos graves parecían neumonía y por lo tanto no se pensó en influenza, ni se dio el tratamiento específico (oseltamivir). Sin embargo, en estos últimos días no hubo muertos ya que se ha iniciado el tratamiento específico, y se atiende a los pacientes dentro de los dos primeros días en que se presentan síntomas de la enfermedad. (…)Además, hay otra hipótesis que se puede considerar para explicar las diferencias en la mortandad de estos enfermos. La reacción “normal” cuando un paciente tiene fiebre es bajarla, con aspirina o paracetamol, pero debido al riesgo del Síndrome de Reyes, no es recomendable hacerlo. Este síndrome es una falla aguda de varios órganos, especialmente el hígado, y que se ve más frecuentemente en niños después de una infección viral, incluyendo la gripa (…)

Apestados

El Universal, p. 20/Opinión
Jorge Javier Romero
La molestia comenzó cuando los funcionarios de la Secretaría de Cultura del gobierno argentino me mandaron los datos de un viaje con el cual salía a las ocho de la mañana del domingo 26 de México, hablaba el lunes de cuatro a cuatro y media de la tarde para volver a México a las 11 de la mañana del martes. Me pareció un abuso viajar nueve horas, participar 30 minutos al día siguiente y salir de Buenos Aires apenas 18 horas después sin retribución alguna por el trabajo profesional. (…) Los anfitriones argumentaron imposibilidades burocráticas para modificar la compra del vuelo consumada a pesar de pretender que me consultaban y finalmente salí en la fecha impuesta, cuando ya se estaba en alerta por la epidemia. La entrada a Buenos Aires no fue en absoluto anecdótica. El formulario improvisado que debimos llenar los incipientes apestados era simplemente ridículo. Nada presagiaba, ya a día y medio de la alerta mexicana, el clima de peste que se desataría poco después.

El nuevo rostro de México

El Financiero, p. 29/Opinión
Fernando Schütte Elguero
No siendo suficientes los problemas del narcotráfico, de la crisis económica y de la inseguridad, entre otros, ahora los mexicanos tenemos que hacer frente a este nuevo virus, que vino a alterar aún más nuestra ya afligida existencia. Hoy ya logramos respirar con un poco más de tranquilidad ante la certeza de que este mal tiene cura la búsqueda de una vacuna que impida el contagio del virus de influenza A (H1N1) es totalmente viable, pero lo que nunca vamos a poder desarrollar es una vacuna que evite la discriminación y el rechazo hacia nuestros semejantes. (…) En momentos en los que se requieren las mayores muestras de madurez y solidaridad de otros países, vemos con decepción cómo varias naciones han mostrado todo lo contrario y actúan con absoluta ignorancia sobre el tema, discriminando y violando derechos fundamentales de nuestros compatriotas, rechazando todo aquello procedente de nuestro país, dañando profundamente la imagen de México ante el mundo y originando un desequilibrio aún mayor del ya existente en la economía nacional.


Una paradoja, muchas preguntas

La Jornada, p. 36/Opinión
Octavio Rodríguez Araujo
En este tema de la influenza A/H1N1 hay una paradoja: nunca sabremos si las medidas profilácticas adoptadas por los gobiernos de México, comenzando por el del DF, fueron correctas o exageradas. (…) Se decretó alarma general cuando los diagnósticos médicos aún eran equivocados (81, 103, 149 y 159 casos mortales entre el 25 y 28 de abril), siendo que habían fallecido por el A/H1N1 menos de 20 personas, y en promedio 236 por neumonía en el mismo lapso, ya que anualmente mueren por esta infección alrededor de 21 mil 500 personas. En EU mueren 36 mil personas cada año sólo de gripe, seguramente porque no han sido atendidas correctamente y se les convirtió en algo más grave (quizá neumonía). (…) En el momento de escribir estas líneas aún no se sabe qué tan peligroso es el virus multicitado ni mucho menos por qué los fallecimientos se han dado principalmente en México (…)



Miedo

El Universal, p. 21/Opinión
Miguel Carbonell
Lo que la influenza ha traído es un riesgo de cierta forma nuevo, porque el peligro es difuso. No sabemos dónde está el virus. Sospechamos del vecino que en el Metro estornuda. O del familiar que de pronto se queja de malestar en las articulaciones. Uno mismo se empieza a preguntar si el dolor de cabeza que siente es normal o si ya se está prolongando más de lo razonable. (…) Por eso la sensación de miedo se incrementa, porque le tememos a algo desconocido, algo que está difuso, disperso, que es poco claro. Sabemos de la amenaza pero no podemos verla. Sospechamos que se puede colar en nuestra vivienda, en el coche, en el carrito del supermercado. Un virus puede trasladarse en días por todo el planeta, dejando a su paso una estela de zozobra y miedo incalculables.

Arrancan las campañas

Milenio Diario, p. 23/Opinión
Diódoro Carrasco Altamirano
Estamos regresando a una normalidad relativa, apoyados en el resultado exitoso de las medidas preventivas aplicadas -evitar contactos físicos, tapabocas, no a las aglomeraciones, etcétera- y con el anuncio del regreso a clases escalonado a partir de hoy jueves, y la apertura, también condicionada, de restaurantes, teatros, cines, gimnasios, entre otros establecimientos. Altamente satisfactoria ha resultado la actuación de la sociedad en su conjunto frente a las medidas dictadas por el gobierno federal y replicadas por los locales; la conducta disciplinada de la gente, consciente de la magnitud de los riesgos, ha contribuido significativamente a la contención de la epidemia en el país (pregunta al margen: ante el comportamiento de Estado y sociedad en la crisis, ¿dónde quedó el “Estado fallido”?).

Las tribulaciones de las Chivas

Reforma, p. 12/Opinión
Jorge G. Castañeda
Entre las muchas consecuencias -unas chuscas y otras trágicas- de lo que Marcelino Perelló ha llamado la pandemia VIP (Virus de la Influenza Porcina) figuran los intentos hasta hoy fallidos del equipo de fútbol Club Guadalajara por encontrar un estadio donde disputar un partido de octavos de final de la Copa libertadores, contra el Sao Paulo. (…) El partido entre las Chivas y Sao Paulo estaba programado en el Estadio Jalisco para ayer, 6 de mayo. Desde finales de abril el equipo brasileño informó que debido a la tragedia mexicana prefería excusarse y evitar que sus jugadores figuraran entre las decenas, centenares, miles o millones de infectados y/o fallecidos que inevitablemente aparecerían. (…) Hasta ayer en la tarde las Chivas no hallaban dónde jugar, como el coronel que no tenía quién le escribiera, o como el barco de la Hamburg Amerika Line retacado de judíos huyendo de Alemania, y que durante meses recorrió los mares del mundo sin poder desembarcar a sus perseguidos pasajeros.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario