miércoles, marzo 15, 2017

Del periodismo etílico al títere, el titiritero, Titino y su bacinica en la actualidad poblana

La Hora Cósmica

Por Cosme Haces

Los columnistas poblanos se despachan este día con la cuchara grande, y con toda propiedad puede afirmarse que no dejan títere con cabeza.
De hecho, el títere, el titiritero, Titino y su bacinica, son los temas del día.
Eso, y el nuevo género informativo que se implanta en el planeta de las letras angelopolitanas: el periodismo etílico.


Ese que se ejerce montado en el potro del alcohol, según reseña Arturo Rueda en su columna del periódico Cambio, donde se explaya con saña en los desfiguros de sus colegas.
Relata con ironía:
"Valga la redundancia, la comidilla de la comida que Antonio Gali Fayad ofreció a los medios de comunicación fue el regreso de los capitanes del PRI PACK —los medios supuestamente críticos al poder morenovallista— que no dudaron en ocupar un lugar en la mesa principal para dueños y directores".
Rueda, que desmiente en la práctica aquella máxima entre periodistas de que "pero no come perro" se avienta incluso a dar nombres y menciona "destacadamente, a Enrique Núñez Quiroz de Intolerancia y Rodolfo Ruiz de e-consulta, quienes acudieron felices a probar los manjares y vinos de Casa Puebla después de seis años de exclusión".

El fino buffet

Aclara que aunque Alejandro Mondragón fue convidado, declinó oportunamente para no hacer el papelazo que sí hicieron otros.
Y asegura que el fino buffet de varios platillos y mejores bebidas les quitaron lo crítico al poder a otros más.
"Unos pocos decidieron que la mejor forma de festejar el nuevo estilo del trato hacia a la prensa era, cómo no, embriagarse en Casa Puebla y transmitirlo en vivo para inaugurar un nuevo estilo etílico de hacer periodismo", resume.
Derrochan ingenio los columnistas poblanos y este día lo demuestran en las crónicas en que comentan, extensamente el proceso de expulsión del PAN de los 73 militantes que apoyaron a Ana Teresa Aranda.
Enrique Núñez, por ejemplo, opina que ahora sí, el señorito Giles se hizo afuera de la bacinica.
"Hubiera argumentado cualquier otra cosa, pero querer expulsar a más de 70 miembros de su partido, por actos de traición, es francamente ridículo, cuando la esencia de su jefe político ha sido precisamente, la traición", afirma.

Jiribilla

Alejandro Mondragón en la exposición del tema, opina que "Titino se exhibió".
Y asegura que Manzanilla sabe demasiado.
"Conoce detalles y alcances de personajes morenovallistas que hicieron su patrimonio sexenal, mediante acciones inconfesables. Lo de Duarte en Veracruz es un juego de niños".
Y advierte que en política, siempre hay que saber escoger a los enemigos.
Como para ilustrar esta afirmación, Jesús Manuel Hernández abunda en su columna Por Soleares:
"Si el escenario ya venía descomponiéndose desde mediados del año pasado, si los incendios en el patio trasero del rancho no habían sido sofocados, si el cambio de poderes alentó a los inconformes a levantarse, si la presencia de Andrés Manuel López Obrador fue la gota que derramó el vaso; el affaire tuitero entre el presidente del PAN poblano y Fernando Manzanilla Prieto ha venido a confirmar lo que anda en boca de todos: Moreno Valle traicionó a Josefina Vázquez Mota y a su partido".
Hay mucha jiribilla hoy en las columnas angelopolitanas.
Con el títere, el titiritero, Titino y su bacinica.
Y el periodismo etílico.

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