La narcoguerra en México, hace tiempo que es noticia mundial.
El País, por ejemplo, destaca en su portada de la edición online:
Dos militares han sido hallados muertos este martes en el noroeste de México, en el Estado de Durango, con heridas de bala y un mensaje amenazante, escrito presuntamente por narcotraficantes, dirigido al Gobierno local y a los sacerdotes, informa la prensa local.
"Con El Chapo -en referencia a Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los capos más buscados- nunca van a poder, ni sacerdotes, ni gobernantes". Así rezaba el mensaje dejado junto a los cadáveres, encontrados días después de que el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, causase polémica al asegurar que El Chapo, jefe del cartel de Sinaloa, en busca y captura desde que escapase de la cárcel en 2001, vive en una localidad de este Estado, en Guanaceví.
Los militares, que realizaban labores de inteligencia en los límites entre los municipios de Tepehuanes y Guanaceví, han sido hallados dentro de un coche, atados de manos, sin uniformes y uno de ellos tenía además los ojos vendados, recogen las versiones online de El Universal y Milenio.
El arzobispo de Durango también denunció que los sacerdotes de su diócesis reciben amenazas por parte de sicarios del crimen organizado. Varios diputados han exigido al arzobispo que presente pruebas y una denuncia sobre esta afirmación.
El País, por ejemplo, destaca en su portada de la edición online:
Dos militares han sido hallados muertos este martes en el noroeste de México, en el Estado de Durango, con heridas de bala y un mensaje amenazante, escrito presuntamente por narcotraficantes, dirigido al Gobierno local y a los sacerdotes, informa la prensa local.
"Con El Chapo -en referencia a Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los capos más buscados- nunca van a poder, ni sacerdotes, ni gobernantes". Así rezaba el mensaje dejado junto a los cadáveres, encontrados días después de que el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, causase polémica al asegurar que El Chapo, jefe del cartel de Sinaloa, en busca y captura desde que escapase de la cárcel en 2001, vive en una localidad de este Estado, en Guanaceví.
Los militares, que realizaban labores de inteligencia en los límites entre los municipios de Tepehuanes y Guanaceví, han sido hallados dentro de un coche, atados de manos, sin uniformes y uno de ellos tenía además los ojos vendados, recogen las versiones online de El Universal y Milenio.
El arzobispo de Durango también denunció que los sacerdotes de su diócesis reciben amenazas por parte de sicarios del crimen organizado. Varios diputados han exigido al arzobispo que presente pruebas y una denuncia sobre esta afirmación.
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