Por Cosme Haces
Un engendro: PAN morenovallista, PT barttlista, Panal elbista, tiene como candidato a gobernador de Puebla a Antonio Gali Fayad.
Se trata de un Frankenstain armado a retazos de desperdicio político.
Una máquina sin ideología, sin alma, un transformer de fierros, dirigido a control remoto con un único propósito: retener el poder.
Su parte medular es el panismo tricolor en que devino Acción Nacional en Puebla, cuando a sus dirigentes del momento se les ocurrió, con un pragmatismo inocente, hacer su candidato a gobernador a Rafael Moreno Valle, un tránsfuga del PRI, que traía como carta fuerte el apoyo de Elba Esther Gordillo, que con razón o sin ella, ya era entonces un personaje siniestro en la "nomenklatura" política nacional.
Los panistas se hicieron, sí, con la gubernatura de Puebla.
Pero a los dirigentes y militantes del momento, poco les duró el gusto.
Incongruencia
El nuevo gobernador traía su propio proyecto y su agenda política en la que no cabían los que lo llevaron al poder.
Los hizo a un lado, humilló a quienes no se sometieron, hizo un PAN a su conveniencia; los dejó, en fin, sin poder, sin trabajo y sin partido.
Y estableció una nueva doctrina, y una nueva causa: el morenovallismo.
Hoy, para seguir manejando las riendas del estado, vuelve a aliarse en una jugada que los observadores califican de genial, con ese Panal de la "Maestra", que por algo será, (la justicia tiene la última palabra), lleva años en la cárcel.
Y se alía también con el PT, el Partido del Trabajo, el partido del senador Manuel Bartlett, enemigo acérrimo del PAN en sus tiempos de gobernador, cuando trajo por la calle de la amargura a Gabriel Hinojosa, el primer presidente surgido de Acción Nacional en Puebla, y a Ana Teresa Aranda, a quien sus policías arrastraron y bejaron en las protestas postelectorales de aquellos años.
La incongruencia, de esta alianza inexplicable PAN - PT ya fue señalada por el ex presidente nacional panista Germán Martínez, y por el ex presidente Felipe Calderón.
El dragón
Pues para personificar a este engendro, el gobernador eligió como su delfín a Antonio Gali Fayad, que ya es el candidato del PAN, que ahora significa el candidato del morenovallismo, bajo el lema "Sigamos adelante", que viene a prometer "más de lo mismo".
Y da la casualidad, que las circunstancias se hayan alineado de tal forma, que sean tres mujeres las que vayan a enfrentarse a este dragón lanzafuegos:
Blanca Alcalá por el PRI, que inicia su campaña a trompicones.
Ana Teresa Aranda, que aún se debate con las triquiñuelas legales para su candidatura independiente.
Y Roxana Luna Porquillo, por el PRD, que como ella misma pronosticó tendrá que defender en los tribunales su nombramiento.
Ninguna de las tres lo tiene fácil.
Lo que sí tienen las tres es un adversario común y contra él van a enfilar sus baterías: a ver si doblegan al transformer.
Son las tres mosqueteras.
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