El caso más reciente se da en Nápoles, según narra el periódico español La Razón
Dice así:
Un superhéroe patrulla las calles de Nápoles desde hace dos años. Tiene 31 años y se hace llamar Entomo, el hombre insecto. Inspirado por los «reflejos increíbles» de estos animales y por sus superpoderes (dice que es capaz de captar «rasgos psicológicos en las personas desconocidos para la mayoría»), Entomo ha tenido una particular forma de poner en práctica las rondas ciudadanas impulsadas por el Gobierno de Silvio Berlusconi.
No sustituyo a la ley, no soy un vigilante. Patrullo y evito los pequeños crímenes que puedo parar. Si no, denuncio a la Policía de forma anónima lo que está pasando.
Este superhéroe con máscara, camiseta de licra verde claro y una enorme letra sigma que adorna su pecho no pretende salvar el mundo, sólo mejorar la vida de sus vecinos napolitanos.
Para ello se bate contra la microcriminalidad e intenta además despertar conciencia social.
Combato el individualismo que se come al prójimo, combato a las personas que hacen el mal a pesar de poder evitarlo. Combato el consumismo y promuevo el ecologismo y el activismo.Con este ideario, Entomo reconoce ser un «superhéroe anarquista».
El caso de este italiano, demente para algunos y admirable para otros, no es único. Existe una suerte de asociación de superhéroes llamada «Real Life Superhero», formada por más de 200 individuos de todo el mundo que dicen contar con habilidades sobrenaturales y se dedican a luchar contra el mal.
Al igual que los mejores superhéroes de los cómics, a Entomo no le gusta la violencia «gratuita e injustificada».
Cuando debe enfrentarse con «los malos» utiliza una técnica llamada «Krav Maga» que, según dice, desarma a su enemigo sin herirlo.
No se sabe todavía si ha tenido que cruzarse con algún miembro de la Camorra, la mafia napolitana, pero reconoce a Roberto Saviano, autor del contundente libro-denuncia «Gomorra», como uno de los suyos.
Es un superhéroe sin máscara, como Obama.
La Policía de Nápoles dice que, de momento, no ha visto a Entomo, aunque admite que son muchos los que preguntan por él. «No sé si será una broma de mal gusto. Siempre que se nombra esta ciudad es para hablar mal de ella. Esto es lo que nos faltaba», explica un portavoz policial.
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