Por Cosme Haces
Mal empieza la contienda electoral, cuando arranca con un despojo.
En el último minuto, con una triquiñuela legal, el Instituto Estatal Electoral, le birló a Ana Teresa Aranda el registro como candidata independiente.
Pospuso hasta un lejano 8 de abril su dictamen final, y por lo pronto la dejó fuera de la competencia, para confirmar una sospecha que flota en los análisis de los observadores:
Que estas serán unas de las campañas electorales más turbias para la democracia poblana.
El inicio de las campañas electorales en Puebla, este domingo, fue un evento anticlimático y desabrido.
Antonio Gali, del que dicen que reunió a unos diez mil simpatizantes en su mitin de arranque, tuvo como hecho más significativo el baile que se echó en plena tribuna con Xóchitl Gálvez, la relajienta delegada de Miguel Hidalgo en México.
Antes, demostró que la ley le vale gorro, cuando llegó a toda máquina, sin casco, con tres en una moto, en evidente violación al reglamento de tránsito.
Limpia
A Blanca Alcalá, para variar, el arranque le salió mal, comenzando por la cancelación de última hora del máximo jerarca priísta, Manlio Fabio Beltrones, que prefirió irse directamente a Oaxaca para apuntalar allá a su candidato.
Tal vez por eso, la abanderada decidió allá en Zihuateutla, en plena Sierra Norte, donde afirman que congregó a cinco mil seguidores, hacerse una limpia, una purificación con sahumerio de incienso.
Roxana Luna, la perredista, que también sufrió para confirmar su registro a última hora, comenzó la competencia con unos 50 seguidores, barriendo los malos espíritus frente a la sede del gobierno, la Casa Aguayo, de donde asuguró que iba a sacar la basura.
Abraham Quiroz Palacios, el abanderado de Morena, apenas logró reunir a un centenar de simpatizantes, para hacer su mitin inicial en una esquina frente al edificio Carolino, porque la Plaza de la Democracia, estaba prácticamente copada por una estructura inflable.
Sorpresas
Quiroz Palacios, por cierto apareció esta madrugada como el candidato del campanazo, la sorpresa electoral, con la encuesta de Más Data, que da a conocer Cambio, donde aparece con un 10.8 por ciento de la intención de voto.
El candidato de Morena, se coloca en el tercer luar de las preferencias, muy por arriba de la perredista Roxana Luna, que apenas llega al 4.7 por ciento, y de Ana Teresa Aranda, que pese a la cotidiana presencia en medios que le ha dado su batalla en tribunales, sólo logra el 3.4 por ciento de la intención del voto.
La otra sorpresa es el derrumbe de Blanca Alcalá, que con 31 por ciento de las preferencias, queda a una distancia de 11 puntos, del panista Antonio Gali, con 42.6 por ciento.
La competencia está, pues, planteada entre el PRI y el PAN, con un Gali en ascenso y una Blanca en declive.
Gali, en condiciones de continuar con su día de campo sin sobresaltos y con la abrumadora maquinaria del gobernador en su apoyo.
Blanca, en la imperiosa necesidad de apretar el paso y ajustar la maquinaria si quiere dar la pelea.
Y la chiquillería, destinada a armar boruca.
A ver qué sale.
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