¡Arbitro vendido! Ana Teresa Aranda ya impuso el tema central de las campañas

La Hora Cósmica

Por Cosme Haces

¿Qué pasa con Ana Tere?
Su compadre Iguíniz le da la espalda.
Su chofer Tony la acusa de lucrar con el accidente carretero.
Su aliado Mazatle le achaca comprar cajas repletas con credenciales de elector.

Le aparecen firmas apócrifas de respaldo de connotados priístas que las niegan.
Le pegan por todos lados, por el legal, especialmente, a través del Instituto Electoral.
La traen por la calle de la amargura.
Y como diría el Chapulín Colorado, o quien lo haya dicho, sin querer queriendo la han convertido en el fenómeno electoral del momento.
Ana Teresa Aranda es este jueves el tema en importantes columnas locales.
Y a juzgar por ellas, la candidata independiente, en vísperas del arranque formal de las campañas electorales ya impuso la cuestión central a debatir:



¡Arbitro vendido!

Es el grito de su último video. Un grito que deslegitimiza a la autoridad, el Instituto Estatal Electoral, que está encargado de la limpieza electoral y de poner el piso parejo para todos los contendientes y que retoman los comentaristas:

Rodolfo Ruiz, en La Corte de los milagros, de e-consulta apunta que por extralimitarse en sus funciones y actuar por consigna, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación volvió a enmendarle la plana a los consejeros del Instituto Electoral del Estado (IEE), cuya actuación como árbitros de la contienda está dejando mucho que desear.

Arturo Rueda, en Tiempos de Nigromante, de Cambio, señala que tantas correcciones a los fallos del IEE y TEEP demuestran algo: o que los consejeros y magistrados locales son muy incompetentes, o que el TEPJF ya se puso la camiseta del PRI, y gracias a que sus fallos son definitivos, se convirtieron en la instancia para emparejar el marcador.

Enrique Núñez, en Intolerancia, ve muy grave que todo lo que resuelve el Tribunal Estatal se haya convertido en el blanco perfecto de quien tiene en la residencia de Los Fuertes a su jefe no sólo político, sino laboral.
Nos guste o no, hoy el instituto local y el tribunal electoral son el principal ejemplo nacional de lo que no debe hacer un árbitro de una elección, escribe.

Fermín Alejandro García, desde su columna en La Jornada de Oriente observa que para que haya credibilidad en el resultado de las votaciones del próximo 5 de junio necesariamente tienen que ser removidos los siete consejeros del Instituto Estatal Electoral (IEE), pues llevan cuatro reveses jurídicos producto de su unánime parcialidad a favor de la guerra sucia emprendida por el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas contra sus dos principales críticas: Roxana Luna Porquillo y Ana Teresa Aranda Orozco.

Sí, Ana Teresa Aranda, ave de tempestades, se volvió un torbellino electoral que está arrasando en la opinión pública.
Si hace unas semanas, las encuestas le daban apenas un dos por ciento de las intencionens de voto, seguramente las previas al arranque formal de las campañas, que estarán por aparecer en estos días, registrarán un incremento notable.
Aunque su compadre, su chofer y su aliado le den la espalda.

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