Por Cosme Haces
Al fin Manlio Fabio Beltrones pasó el Rubicón.
Pasó más bien dicho el Atoyac, en un gesto que como el de César, que manifestaba su decisión de apoderarse de Roma, aquí podría interpretarse como que el máximo jerarca priísta, finalmente había decidido jugársela por Puebla.
Ayer estuvo aquí para arropar a Blanca Alcalá en la presentación de su plataforma de gobierno, después de haberla dejado sola en el lanzamiento de su campaña, que se había interpretdo como una falta de interés del priísmo nacional, hacia la lucha de su candidata local.
Y sí, la presencia de Beltrones fue significativa, por lo menos en los medios, según un somero análisis de contenido que realizó La Hora Cósmica.
Trajo un mensaje central, la unidad.
Y según destaca Rodolfo Ruiz, en su columna La Corte de los Milagros, el mensaje tenía un destinatario: Melquiades Morales:
El columnista considera que la intervención de Manlio Fabio Beltrones debió incomodar al ex gobernador.
"Sobre todo aquellas palabras en las que el sonorense refirió que la unidad del priísmo poblano debe traducirse en una unidad de todo el estado, porque eso –como lo sabe perfectamente bien mi amigo Melquiades Morales cuando gobernó el estado– es lo que necesita Puebla", escribe.
Según Rodolfo Ruiz, Beltrones se refirió al nombramiento de su hijo Fernando Morales Martínez y de su sobrino Jesús Morales Rodríguez como operadores electorales de José Antonio Gali Fayad .
Elección de estado
Y unidad también, es lo que destaca en la entrevista que le realizó el director de Intolerancia, Arturo Núñez, a quien le dijo que la unidad con inclusión se trabaja día con día en el contacto con los militantes y con la ciudadanía, y así lo está haciendo Blanca.
Manlio Fabio no quiso admitir en la entrevista que hubiera aquí una elección de estado: lo que hay es un gobierno del estado tratando de meterse en la elección. Es lamentable por el autoritarismo y las obsesiones de un gobernador que se dedica a hacer campaña más que a gobernar, dijo.
Pero sí consideró que Puebla está lista para tener una gobernadora: "estoy convencido que la gran mayoría de los poblanos están a favor del cambio que representa Blanca Alcalá, precisamente porque es una mujer honesta, con una trayectoria impecable y a la vista de todos sus paisanos, así que por supuesto la aceptarán como gobernadora".
Enormes espectativas
La presencia de Manlio Fabio Beltrones, sin embargo, a juicio del columnista de Status, Valentín Varillas, no cumplió con las enormes espectativas generadas.
Les quedó a deber a los priístas poblanos, considera.
Escribe que esperaban una retórica incendiaria salpicada de denuncias concretas, señalando directamente, por su nombre y sin ambigüedades, al responsable de los abusos, omisiones, yerros y demás monstruosidades mencionadas en el mensaje de la candidata.
No fue así.
Al contrario, según Varillas, la forma y el fondo del estreno de Beltrones en la campaña poblana, refuerza aquella teoría del pacto que supone la entrega de la plaza al morenovallismo a cambio de futuros apoyos al presidente Peña para enfrentar con mayor solidez la complicada coyuntura electoral del 2018.
En conclusión: Beltrones vino, vió y ...
No convenció.
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