Terroristas y narcos reclutan a sus criminales entre los grupos más marginados

Raymundo Rivapalacio en su columna Estrictamente personal, de El Financiero, señala que los terroristas no son iguales que los sicarios del narcotráfico. Esta es la idea convencional a partir del argumento que los terroristas buscan intimidar o coercionar a la población civil para alcanzar objetivos políticos, mientras que los sicarios matan por razones económicas, por lo que no tienen causa sino la búsqueda de lucro.

Los dos operan para consolidar territorios mediante el uso de tácticas salvajes.
Los atentados en Bruselas la semana pasada y los atentados de París en noviembre, expusieron el perfil de quienes se convierten en bombas humanas. Provienen de los grupos sociales más marginados, donde hay mayor desempleo y están menos integrados.

El meollo del asunto

Aquí en México, el gobierno no ha podido disminuir la violencia que generan los “ninis” en las calles del país. Las reformas económicas no resuelven el problema en el corto y mediano plazo, ni existen políticas públicas que impidan que los cárteles de la droga, como los terroristas, encuentren en la desesperación y las angustias, reclutas para el terror, en una lucha que van ganando y una espiral que por la dinámica del fenómeno, van controlando las organizaciones ilegales que merman sistemáticamente a los Estados.

Aquí la columna

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