Peña Nieto no puede definir a su candidato, porque no se ve clara la competencia

Enrique Quintana en su columna Coordenadas, de El Financiero, expone que la Asamblea del PRI tendrá lugar la próxima semana y la pretensión del presidente Peña, el líder efectivo del partido, es que se obtengan dos objetivos.
El primero es que se modifiquen los estatutos para que todas las opciones de candidatos a la Presidencia que él tiene en mente, sean viables en términos de la normatividad interna del PRI. Esto significa permitir que ciudadanos no militantes del PRI puedan ser candidatos a la Presidencia de la República.

El meollo del asunto
El segundo es que este cambio no genere una fractura en el partido, sino que éste salga fortalecido el 12 de agosto, cuando concluya la Asamblea.
Si el presidente Peña tuviera definido ya un candidato, al cual se le acomodara todo el entorno, la situación sería mucho más clara.
La razón por la que no hay una definición clara es porque la competencia en la que participará el candidato del PRI tampoco está clara.
Traduciendo el objetivo de la Asamblea en uno solo, la idea es que Meade siga siendo opción y que el PRI siga unido. Ambas cosas, al mismo tiempo.

Aquí la columna

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