El asesinato de un narco en el penal de La Palma continúa en el centro de atención de la opinión pública.
Los policías encargados de la seguridad de la cárcel, se indignaron cuando pusieron en duda su integridad moral y hasta los acusaron de traición.Se pusieron en huelga,según describe Calderón en su caricatura de Reforma: