Coinciden este día diversas columnas:
Carlos Medina Plascencia competirá por la presidencia de
Acción Nacional.
A Puerta Cerrada, la señora
Marcela Gólez Zalce, lo explica así en
Milenio:
Con la novedad de que, esta semana, el senador Carlos Medina Plascencia decidió bajarse del jamelgo para 2006 y buscar el apoyo de Felipe Calderón, Francisco Barrio y Alberto Cárdenas para siempre sí (no queda de otra) jugársela en la mesa sucesoria del PAN, con el pícaro argumento de cerrarle el paso a Manuel Espino, quien los puso nerviosones a raíz de su encuentro con el Ejecutivo el pasado viernes. Eso además de sugerir que, desde la presidencia de Acción Nacional, se frenara al “prietito en el arroz”, perdón, a Santiago Creel, de seguir corriendo plácidamente sobre una avenida asfaltada (por Fox, Marta y su verdadero jefe, Diego) mientras ellos deben hacerlo por el cross country con obstáculos.
Lo chistoso es que —as usual— Medina exigió que los otros candidatos declinaran en su favor, para así llegar más cómodo. Esto, mi estimado, sólo muestra una gran (in)congruencia, amén de evidenciar el nulo respeto por los consejeros nacionales, quienes son los que finalmente elegirán a su dirigente a partir de marzo venidero. Pero espere, le doy otro divertido datito más.
Tal es el desmadre azul, my friend, que ya apareció el auténtico “prietito en el arroz”: el senador Fernández de Cevallos, para hacer sentir que nadie sino él —como siempre, pues— es capaz de colocar un presidente ad hoc como en otro momento lo hizo con Bravo Mena. Y el candidato de Dieguito (y Salinas, of course) es nada menos que, hold your breath... Alejandro Zapata Perogordo.
