Sin embargo, A Puerta Cerrada, de la señora Marcela Gómez Zalce, contiene especulaciones que quién sabe si serán ciertas, pero eso sí son bastante maliciosas, de la grilla en Los Pinos.
Escribe así en Milenio:
La conciencia y la cobardía, mi estimado, son en realidad la misma cosa. La conciencia es exclusivamente el sello de la firma. Y en el PAN la insaciable ambición de poder se ha visto, como nunca antes, reflejada ante la tentación y pasión desenfrenada que ha ocasionado el proceso de sucesión de Luis Felipe Bravo Mena.
Y el principio de esta enredada tenebra se origina, of course, en la cabañita acogedora donde sus falaces huéspedes ya saben la importancia que, a partir de marzo próximo, tendrá el rol del nuevo líder blanquiazul. Porque, más allá del simpático proceso de 2006, la figura del futuro presidente azul tomará mayor relevancia frente a una figura presidencial que, con el paso de los meses, irá debilitándose poco a poco hasta ser totalmente imperceptible (e inservible) y se convertirá en un pasivo para los fines de Acción Nacional (& Co).
Por una parte, la figura de Marta Sahagún y el sinfín de traviesas historias (incluidos espíritus ocultos y siniestros karmas) que le rodean; los presuntos negocios de familiares muy incómodos; el manejo faccioso, por sus microscópicos escuderos, del aparato de Estado, que sigue operando en contra de sus adversarios políticos, por mencionar algunos. Y al final, my friend, todo pesará como lápida en las espaldas del nuevo CEN blanquiazul.
Eso, además de la divertida mancuerna llena de chistosas complicidades entre Martita y el amigo número uno de Vicente Fox, Ramón Martín Huerta. No surprise he´s been ferociously protected.
Ramón y Marta están unidos por un peculiar protagonista en ciertas exóticas aventuras, y están meticulosamente trabajando para preparar el exótico coctelito con el cual le quieren terminar de dar flit a Andrés Manuel López Obrador con todo el asunto sobre su próximo desafuero.
Ya sabe, querido lector, todo sea por eliminar a ese incómodo tabasqueño, y como los votos de los azules no son suficientes, su paisano tricolor terminará aportando los que sean estrictamente necesarios para desaforarlo. Ya saldrá Roberto después con sus típicas mentiras a vender que no hubo línea, that´s their problem; el pequeño pendiente es disciplinar completamente a los panistas, pues.
Y como las entretenidas agendas en Acción Nacional se han entrelazado con algunos asuntillos en Los Pinos & surroundings, al mal paso darle prisa. Debe terminar la descoordinación, enfrentamiento y sana distancia entre las familias custodias del PAN y Vicente Fox & Co., para que unidos puedan dar una pelea digna en la madre de todas las batallas. El ocurrente detalle —as usual– es cómo rayos nos ponemos de acuerdo y a cambio de qué (y los cargos, perdón, las fichas no alcanzan para todos).