La Hora Cósmica
Por Cosme Haces Dios lo sabe todo, si no, no sería Dios.
Y no hay porqué dudar de que sabía lo que hacía, cuando ordenó creced y multiplicaos.
Aunque, por algo sería, en algún momento tomó una medida radical de control demográfico: ahogó a todos los hombres, menos a Noé y su familia.
Y empezaron de nuevo.
Esto es teología. La demografía y las ciencias sociales nos dicen que en este momento, la humanidad rebasa los siete mil millones de personas.
Unos dicen que ya son demasiadas, y otros que vengan las que Dios quiera.
En México, el Inegi nos ha enfrentado a la realidad demográfica y según sus cuentas ya estamos en los 120 millones de habitantes.
Muchos, si se considera que en el siglo XVIII había entre cuatro y cinco millones de mexicanos.
Para el momento de la independencia, eran muy pocos más: 5 millones, que en 1900 se habían multiplicado a 13.6. Cincuenta años después ya eran 25.7 y en los siguientes 50 años, el año 2000, ya llegaban a 97.5 millones.
Hoy, según el Inegi, la cifra exacta de mexicanos es 119,530,753.
Fundadores y profetas Y en esta explosión demográfica, Puebla no se queda atrás: el estado, con casi siete millones de habitantes, es el cuarto más poblado del país, sólo superado por el Estado de México, el Distrito Federal y Veracruz.
Y también el municipio de Puebla es el quinto más poblado, con un millón 576 mil personas, atrás de Iztpalapa, Ecatepec, Tijuana y León.
Aquellos 30 o 40 primeros vecinos de esta ciudad en 1531 y fray Toribio de Benavente ya lo vislumbraban:
"Hay disposición y suelo para hacer una ciudad mejor que Sevilla y así lo será andando el tiempo y podrá decirse que esta ciudad con disfavores y contradicciones no ha dejado de crecer... Pero como creo que tiene el favor de los ángeles, no basta disfavor ninguno para dejar de crecer y ser la que ha de ser".
Fray Toribio tenía voz de profeta cuando escribió esto.
Puebla, efectivamente es una de las ciudades más importantes y prósperas del país, por su cultura, su economía, sus índices de bienestar.
Pero no puede decirse lo mismo del estado.
Volver a la teología El informe del Inegi expone una situación lamentable:
Puebla está en el 26 lugar entre los estados por escolaridad: 8.5 años, cerca de Chiapas que tiene 7.2, y muy lejos del Distrito Federal con 11.1.
Es el quinto peor en cuanto a población asalariada con prestaciones laborales, seguido de Tlaxcala, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Es el noveno estado donde los hogares, el 34.5 por ciento, necesitan y reciben apoyo económico del gobierno.
El 4.8 por ciento de los hogares recibe transferencias del extranjero, muy lejos de Zacatecas con 13.4 y más cerca de Tabasco con 1.5.
Es el cuarto estado con más ocupantes por vivienda.
El tercero peor por hogares con refrigerador, seguido de Oaxaca y Chiapas.
Sólo el 22.9 de los hogares tiene internet, muy lejos del Distrito Federal con un porcentaje de 58, aunque no tan mal como Chiapas que apenas llega al 11 por ciento.
Está en décimo lugar por población que no habla español.
Hay más datos interesante en el informe que sería prolijo consignar.
El hecho es que hay un gran contraste entre los indicadores sociales de la Ciudad de Puebla y los del resto del estado.
Habrá que volver a la teología para hallar una explicación.
Seguramente, cuando Dios ordenó creced y multiplicaos, Adán no vió la letra chiquita:
Pero no tanto.