La Hora Cósmica
Por Cosme Haces
Difícil la van a tener quienes intenten recurrir a las malas mañas en el combate electoral por la gubernatura de Puebla.
El hecho de que el panista Antonio Gali tenga, por caprichos del destino, a tres mujeres como adversarias, no representa precisamente una ventaja.
Blanca Alcalá, Ana Teresa Aranda y Roxana Luna, las tres mosqueteras, no tendrán como lema una para todas, pero sí, todas contra uno.
Las tres tienen en la mira no tanto a Antonio Gali, como a su patrocinador Rafael Moreno Valle.
Y pronostican los observadores que van a ser implacables con el gobernador.
También adelantan que del trío de candidatas, las "madreadoras" serán Roxana y Ana Tere, porque a Blanca Alcalá no se le da muy bien este tipo de esgrima.
Pero las tres parten de una situación privilegiada: las han convertido en intocables.
Están blindadas contra lo que pudiera considerarse violencia política contra las mujeres.
¡Vaya blindaje!
Quien sabe cómo se vaya a aplicar esto, pero ayer, los medios daban cuenta de la puesta en marcha por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de un protoco para atender la violencia política contra las mujeres, "con el fin de prevenir actos y acciones contra ellas, evitar daños mayores contra víctimas y generar una adecuada coordinación entre las instituciones responsables de combatir este tipo de ilícitos".
Según la información, en este protocolo participan además del TEPJF, la Fepade, Inmujeres, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), la Secretaría de Gobernación y la Procuraduría. ¡Vaya blindaje!
Ponen como ejemplos de violencia política, el asesinato de la alcaldesa de Temixco, Morelos, Gisela Mota, y la agresión sexual a la joven periodista Andrea Noel, el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Son ejemplos extremos.
Pero habría que suponer que este escudo protector, se extiende también a las candidatas.
Porque lo que pretende el protocolo es precisamente que las mujeres puedan ejercer cabalmente sus derechos políticos, sin violencia y esto implicaría preservarlas de ataques y triquiñuelas.
Así que quienes pretendan en estas elecciones recurrir a la guerra sucia contra las candidatas, tendrán que andarse con pies de plomo, no les vaya a aplicar el protocolo.
D'Artagnan
Podría aplicarse, por ejemplo, al caso de Ana Teresa Aranda, que ayer mismo denunciaba que le tenían preparada "una chicanada" que imposibilite su participación en los comicios del próximo 5 de junio.
Según su información, el diputado federal albiazul, Eukid Castañón Herrera tiene la encomienda de presionar a los consejeros del Organismo Público Local Electoral (OPLE) para invalidar su documentación y por tanto negarle el registro.
Habría que ver también si el protocolo se aplicaría, en otro ejemplo, al de Roxana Luna, cuya elección, según el columnista Francisco Garfias, fue una verdadera batalla campal, y a la que describe como la que más ha confrontado al gobernador Moreno Valle.
O a la guerra contra Blanca Alcalá desde las redes sociales, donde le atribuyen relaciones y propósitos siniestros.
Ah, y el protocolo desde luego protegerá también a la otra mujer que avanza imparable en las
encuestas: Margarita Zavala.
La D'Artagnan
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