La Hora Cósmica
Por Cosme Haces
Uno no se lo puede explicar, de veras:
Cómo en tan sólo una semana, un partido, el PRI, que se supone poderoso, es el partido del presidente de la República; con décadas de experiencia política y electoral; con operadores muy duchos, fogueados y mañosos, pudo acumular tantos descalabros.
A su abanderada, Blanca Alcalá, la gloria del espectacular lanzamiento del domingo, sólo le duró un día. Hoy no levanta cabeza.
El partido no pudo realizar el relevo en la dirigencia estatal, porque el que iba a ser su presidente, Ricardo Urzúa, se enredó en el primer día de campaña en el escándalo del helicóptero.
Su experimenado operador, el ex gobernador Mario Marín, quedó anulado con el revivido caso de Lydia Cacho.
Para el PRI, la primera semana de precampaña, fue la semana de la debacle.
La Cándida Eréndira
Empezando por la candidata, una Cándida Eréndira, enredada en las telarañas de su abuela desalmada, Lydia Cacho, que la va a traer por la calle de la amargura, lo que dure la campaña, con dosificadas revelaciones de supuestas o reales implicaciones en el sensible tema de la explotación sexual infantil y del abuso contra la mujer, precisamente ahora cuando el asunto de los feminicidios salta al primer lugar en el interés de la opinión pública.
Blanca Alcalá se va a tener que pasar la campaña dando explicaciones sobre estos casos bochornosos.
Cualquier línea de comunicación política que le preparen sus asesores, quedará anulada si no se aclaran y se zanjan desde el principio.
Alcalá lo está intentando con la carta que le envió a Lydia Cacho, con fecha de ayer, 25 de febrero:
“No puedo permitir de ninguna manera que haciendo uso de su fama ante el tema y sin prueba ni hecho histórico alguno, cuestione públicamente mi ética, utilizando calumnias que lejos de construir forman parte de una estricta violación de derechos humanos de su persona a la mía, al difamarme como mujer, madre, hija, esposa y profesionista, al lanzar sin responsabilidad una opinión pública errónea y sin rectificar respecto de la misma”.
Pies de barro
La candidata se deslinda también de Mario Marín:
“Debo dejarle en claro que por supuesto rechazo categóricamente el señalamiento que usted me hace, ya que no formo parte del grupo político del ex gobernador Mario Marín Torres”.
Incluso lo presenta como su adversario político:
“Es cierto que el señor es miembro del Partido Revolucionario Institucional; sin embargo le quiero informar que hace 5 años, fue precisamente él un factor clave para evitar que yo fuera candidata de mi partido a la gubernatura del estado de Puebla”.
Pero la carta ha tenido escasa difusión, y la credibilidad de Blanca Alcalá está también en entredicho.
Los expertos en manejo de crisis van a tener que trabajar a fondo para sacar a la abanderada priísta de este bache.
Pero hoy por hoy, la candidato del PRI está anulada.
Bastó una semana para que todo se desmoronara.
Como el ídolo con pies de barro.
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