jueves, abril 14, 2005

De periodista a político

El célebre periodista regiomontano Ramón Alberto Garza, (en la foto a la izquierda) artífice del éxito de los periódidos El Norte de Monterrey y Reforma, incursiona ahora en la política, después de efímeras incursiones por Televisa y El Universal, tras su ruptura con los Junco.
Ahora aparece al lado del millonario regio, Alfonso Romo, como asesor de su nueva aventura política, según revela Darío Celis.

No hace mucho le comentábamos de la decisión que recién adoptó Alfonso Romo de renunciar tanto al Grupo de los 10, como al Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, que preside Antonio del Valle Ruiz.

Las razones que argumentó el regiomontano tuvieron que ver con su incursión de lleno al mundo de la política. Y es que recordará que desde la contienda electoral pasada dicha inquietud le afloró.

Romo fue uno de los más activos y entusiastas promotores de la candidatura de Vicente Fox. Y como buena parte de los empresarios, hoy se muestra muy decepcionado.

En efecto, el de Pulsar se ha enfocado en los últimos meses a construir y fomentar una precandidatura alterna a las de Roberto Madrazo por el PRI, Santiago Creel por el PAN y o el que contienda por el PRD.

Dicen que ya tiene amarrado al Partido Convergencia, de Dante Delgado, para apuntalar esa plataforma política de cara a las elecciones del 2006.

Romo ha enviado el mensaje de que ninguno de los tres precandidatos más visibles cuenta con la simpatía de los empresarios de Monterrey. Y ha ido más allá: asegura hablar en nombre de muchos de ellos.

En las recientes semanas ha organizado varias audiencias privadas con hombres de negocios de la región. Industriales de Sonora y Sinaloa han participado en esas reuniones efectuadas en su rancho y en su club hípico.

El de Savia afirma que el objetivo en una primera fase es reunir algo así como 100 millones de dólares para buscar una cuarta vía que abandere a un candidato presidencial.

Se sabe que dos de sus principales operadores son Ramón Alberto Garza y Francisco de Paula León Olea, el controvertido empresario que se peleó con Guillermo Ortiz por el sonado caso del World Trade Center.

Un punto relevante de los análisis políticos que se presentan a los empresarios que convocan, muchos de ellos ex alumnos del Tecnológico de Monterrey, es la amenaza de transitar a una "narcodemocracia".

Así que Alfonso Romo ya de lleno está en campaña.

Diarios: con los pelos de punta

Los diarios tienen sus días contados. El pronóstico aparece en el blog del español Arcadi Espada:

El tiempo acabará con todos. Pero antes lo hará con los diarios. La crisis del diario está en las tres primeras letras. El día. La unidad de tiempo. Está rota. Un día da para mucho. En la microescala están la radio, los teléfonos móviles, internet, los paneles informativos en las ciudades, la televisión. Esperar al día siguiente es una absurda condición para las noticias. Pero también en la macroescala hay problemas para la unida de tiempo. Víctor de la Serna describe hoy en El Mundo la crisis de los teleDIArios americanos a partir de una información del New York Times: “A lo largo de 25 años la audiencia de los telediarios se ha reducido y envejecido. Una de cada cuatro personas que los veía hace aún poco tiempo —principios de los años 90— ya no los ve, y la edad media de los telespectadores que lo sigue es hoy de 60 años” Concluye De la Serna: “¡Sesenta años! Los telediarios se van a morir a la vez que sus seguidores”. Es muy probable. Pero no me parece que la razón sea la que ocupa su último párrafo: el desinterés creciente por las noticias. Ocurre, creo, que un día es poco tiempo en este caso. La información televisiva es víctima de su naturaleza. Ha convertido la información en espectáculo y cada noche no acude uno al teatro de variedades. Sólo cuando hay estreno. Y buenos estrenos. En realidad, y desde este punto de vista, un día da para poco. Si la información se ha convertido en un flujo constante, como la electricidad, es evidente que no pueden haber fuegos artificiales, cada día, tres veces. El telediario obligatorio desaparecerá y la información sólo formará parte del espectáculo televisivo cuando se disponga de un buen guión. Impuesto por el azar o diseñado ad hoc. La información se emancipa del rito solar. También.