La información se maneja "Bajo Reserva", y entre interrogaciones, en la columna política de El Universal:
¿Corre peligro la vida de Andrés Manuel López Obrador? Esa es la pregunta que muchos de sus seguidores y colaboradores se han vuelto a plantear una vez que terminó en los hechos el conflicto del desafuero. Con base en la lógica de estos preocupados personajes, la única forma ya de parar a López Obrador en su camino al 2006 es atentando en su contra. El problema es que diversos incidentes parecen alimentar su inquietud.
El mismo día en que López Obrador acudió a la Cámara de Diputados en la sesión que le retiraría su fuero, un grupo de gente armada fue detectada en la azotea de un edificio cercano desde donde podría haberse alcanzado al jefe de Gobierno con un tiro de precisión. El grupo fue interceptado y se identificó con credenciales de la Policía Federal Preventiva.
Días después, cuando López Obrador permanecía en su departamento de Copilco, otro grupo de desconocidos fue interceptado cuando levantaba un detallado croquis de la zona. Cuando los acompañantes del tabasqueño los interrogaron, en esta ocasión las personas presentaron credenciales del Estado Mayor Presidencial. Por esos días surgió el incidente provocado por la presencia de José Luis Santiago Vasconcelos , subprocurador de la PGR, cuando apareció en un templo cercano acompañado por una decena de escoltas armados. A esta lista de roces debe agregarse una camioneta, al parecer cargada de equipo interceptor de llamadas telefónicas, encontrada abandonada frente al edificio de departamentos que habita López Obrador.