El Fisgón ve ya crucificado a Andrés Manuel López Obrador, en su cartón de La Jornada. pero F. Bartolomé en Reforma lo describe bailoteando de derecha a izquierda:
A VECES parece que Andrés Manuel López Obrador está bailando en una boda: izquierda, derecha, uno, dos...
Y ES QUE se dice de izquierda, pero por alguna extraña razón le gusta moverse por y para la derecha.
IZQUIERDA, DERECHA, izquierda, derecha... y el jefe de Gobierno zangolotea su discurso y sus acciones según su muuuy particular concepción de la geometría política.
SI PARA López Obrador es de derecha denunciar que su gobierno oculta la información, entonces seguramente esconderla debe ser una postura de izquierda.
VIOLAR un amparo es un acto puro de la izquierda revolucionaria; sólo la derecha debe respetar las instituciones y el Estado de Derecho.
SI LA JUSTICIA falla en su favor, es que actuó con conciencia de izquierda; si lo hace en contra, definitivamente está comploteada con la derecha.
SACARLE dinero a los trabajadores del gobierno capitalino con rifas, bailes y colectas -voluntariamente a fuerza-, eso es de izquierda. Y más si ese dinero sirve para financiar la campaña del jefe.
MOVILIZAR a esos mismos burócratas de su trabajo en horas hábiles es de izquierda. Separar lo personal de lo institucional es de derecha.
ES MUY de izquierda que su secretario de Finanzas fuera cliente VIP del Bellagio gracias a los millones de dólares de dudosa procedencia que apostaba en Las Vegas. De derecha sería llegar al Holiday Inn para jugar con centavos en las maquinitas.
DAR PROPINAS de 5 mil dólares, como lo hacía ese funcionario apostador, es de izquierda radical. De derecha sería un viaje austero a Oaxtepec.
PARA López Obrador los valores de la izquierda se reflejan al embolsarse miles de dólares atados con ligas. Exhibir el video es de derecha.
REGALAR dinero del erario público para conquistar el poder, es de izquierda. Cuestionar la viabilidad financiera de esa política es cosa de la derecha.
SOLAPAR a los taxis piratas debe ser de izquierda; cuando alguien demanda que les apliquen la ley, se considera de derecha.
EL RAYITO se autoproclama de izquierda pero, caray, lo que lo mueve es la derecha: eso explica que abra la información pública no por cumplir con preceptos universales de transparencia, sino para no darle armas a sus supuestos adversarios.
CONSIDERA como algo de izquierda ser juez y parte para determinar él mismo cuándo, cómo y sobre qué informar. La rendición de cuentas obligatoria ante los ciudadanos que representa... es un dogma derechista.
ABRIR la información pública por principio democrático sería -¡Jesús!- algo de derecha. Hacerlo como estrategia electoral es claramente de izquierda.
HABRÁ que asumir como un logro de la izquierda, entonces, el que un gobernante cambie las disposiciones legales a su antojo. Y más si lo hace ante la crítica de una fantasmal derecha.
UNOS DERECHOS ciudadanos sometidos al son que toca el gobernante en turno: izquierda, derecha, uno, dos, cha-cha-chá...
Sobre este mismo tema, por cierto, pero en La Crónica, Pepe Grillo se hace interesantes preguntas:
Que ahora sí informará
López Obrador habló ayer de transparencia:
“Está la decisión de abrir toda la información…
“Siempre lo hemos hecho…
“No tenemos nada que ocultar…
“Todo lo que se nos solicita…
“A más tardar hoy se va a resolver…
“Me corresponde la exacta observancia de las leyes…
¿Y los dólares de Ahumada?
¿Hoy?, ¿o sea, ayer?
¿No que “siempre lo hemos hecho”?
¿Qué “no tenemos nada que ocultar”? ¿Entonces por qué no dice cuánto costó el distribuidor vial, o el segundo piso, o dónde quedó el dinero que Bejarano recibió de Ahumada, o los dólares que se llevaba Ponce a Las Vegas?
¿Qué va a dar todo lo que se le solicite?, ¿A 361 mil pesos como le piden al diputado Obdulio Avila para darle el costo del segundo piso?
¿Respeto a la ley… también a los fallos de la Suprema Corte?