Me envían este texto con interesantes intríngulis de la política vaticana.
Aquí les va:
Publicado en “La Semana Ahora” de Durango
Lunes 28 de noviembre de 2005
Falsificación silvestre del Diario Secreto del Cónclave
Blancarosa Benavidez/Especial para La Semana Ahora
Madrid, España.- La revista italiana “Limes” en apariencia dedicada a la geopolítica acaba de publicar a fines de septiembre, en su número 4 de 2005, bajo la firma del “vaticanista TG2”, Lucio Brunelli, un supuesto “diario secreto” de un cardenal, quien parecería haber asistido al cónclave del 18 y 19 de abril pasados.
Algunos interrogantes sobre diversas contradicciones del texto y del contexto, se ponen en evidencia con las discretas respuestas que, dos cardenales de lengua española, -asiduos transeúntes por Madrid- nos han proporcionado recientemente.
Una de las primeras preguntas que se derivan de dichas “revelaciones” es: ¿porqué se hace esta publicación casi a los seis meses del Cónclave y no inmediatamente después de ocurrido el hecho, o a los tres meses o quizá, hasta que hubiera transcurrido un año?.
La respuesta aproximada sería que debido a que el Papa Benedicto XVI estaría por tomar importantes decisiones sobre la integración de la Curia Romana, una vez que despejara su atención de la “Jornada Mundial de la Juventud” en Colonia, realizara el Sínodo sobre la “Eucaristía”, iniciara los borradores de su encíclica programática, prevista para el 8 de diciembre, y escogiera el lugar, la fecha y la temática de la V Conferencia del CELAM.
Otra posible explicación sería por que, los autores del “anónimo del cónclave”, necesitaban tiempo para “afinar” su texto, a la espera de las indiscreciones voluntarias o involuntarias de algunos purpurados conclavistas, o de la aparición de los primeros artículos y sobre todo de los primeros libros hechos “al vapor” por algunos de los “vaticanistas” más audaces, -entre ellos algunos opositores al Cardenal Ratzinger, hasta la hora misma del “habemus papam”- que hacia tiempo afirmaban con gran tesón, que el próximo Papa “tendría” que ser italiano.
En el libro “Fumata Blanca” de Lola Galán y José Catalán, subtitulado, “La elección de Benedicto XVI y la turbulenta historia de los cónclaves de la Iglesia católica”, de editorial Aguilar, se refiere en la página 207, sobre un “encuentro secreto en la “Villa Nazareth”, localizado por Marco Tossatti, “vaticanista” de “La Stampa”.
El once de abril, ocurrió esa cita, para celebrar una cena entre ocho distinguidos cardenales, en lo que fue señalado por otro notable “vaticanista”, Sandro Magister de la revista “L’Espresso”, como el “contracónclave” del Cardenal Achille Silvestrini.
No sobra señalar que los autores del mencionado libro, se equivocan en la ubicación urbano-geográfica de la “Villa Nazareth”, fundada hace décadas por los Cardenales Tardini y Samoré, para proveer de residencia con ambiente sano a los estudiantes universitarios del interior de Italia, carentes recursos económicos suficientes para obtener alojamientos de cierto nivel aceptable.
Hoy dicha institución, la “Villa Nazareth”, ha quedado bajo el control del Cardenal Silvestrini y de la Doctora Groppelli, quien realiza ahí un amplio espectro de tratamientos clínicos psicológicos con personas vinculadas al cuerpo diplomático de y ante la Santa Sede.
En la página electrónica del “vaticanista” Sandro Magíster, se publicó el elenco de los asistentes a la cena del “contracónclave”, convocada por el anfitrión, “Achille Silvestrini, y sus invitados: Cormac Murphy O’Connor, Godfried Danneels, Carlo Maria Martín, Karl Lehmann, Walter Kasper, Audrys J. Backis y Jean Louis Tauran”. Todo parece indicar, que debió asistir otro cardenal octogenario, que padece disfunciones gástricas.
En la voz de los dos cardenales de lengua española, recientes viajeros por España, se da una interesante coincidencia sobre la extraña y anónima revelación que parece ser la “manzana envenenada” que un “brujo silvestre” puso en las manos de la “cándida blancanieves”.
Se busca hacer creer con la falsa historia de un “diario secreto” (la manzana envenenada por dentro), que la “numeralia” de la elección papal no le dió el triunfo absoluto al Papa Benedicto XVI, es más, se afirma que estuvo a punto de ser “bloqueado” con los votos recibidos por el jesuita y cardenal argentino Bergoglio, quien así hubiera forzado a buscar un candidato de “compromiso”, que recaería en un “italiano”, para luego acercarle un Secretario de Estado “extranjero”, tal y como se delineó en la cena del once de abril en la “Villa Nazareth”.
Llama la atención que en el “rigor” de la denuncia del “diario secreto del cónclave”, en el primer escrutinio no se expliquen los “34 votos dispersos”, ni en el segundo de otros 9 y en de el tercero y cuarto, de 2 en cada uno. A pesar de que se resaltan muchos otros argumentos para tratar de sostener la hipótesis fabricada por los productores de la “manzana envenenada”.
De la “buena fe” y del prestigio histórico del “vaticanista” Lucio Brunelli poco se duda, de lo que se duda absolutamente es de la “buena fe” de la operación del “brujo silvestre” sobre la “cándida blancanieves”.
Si el supuesto cardenal que “rompe el juramento de silencio”, deja de ser honrado por violar el secreto, ¿cómo se puede pensar, que no esté mintiendo con la “revelación” del imaginario proceso habido en el cónclave?
No se puede concluir en forma “gratuita” que los votos por el Cardenal Ratzinger, al pasar de 72 a 84, fueran “condicionantes”, ya que ahora existen, dos fuentes de cardenales de lengua española, que hacen pensar que al pasar en el conteo final los 77 votos, los aplausos, la alegría y el entusiasmo fueron tales, que no se alcanzó a precisar si fueron 93 o 95 votos, con los que se eligió abrumadoramente al Papa Benedicto XVI.
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*Sinónimo de: burdo, pueril, rupestre y falso.
*Especialista en temas del Vaticano
¿Y luego?
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