Comentocracia: Procampo o Pronarco

Así viene la síntesis de artículos:

¿Pronarco o Procampo?

Reforma, p. 17/Primera - Opinión
Juan E. Pardinas
El Promota es el Programa Nacional de Fomento para el Cultivo de Mariguana. Este programa de subsidios no existe, al menos con ese nombre. El Procampo es el mecanismo de transferencia de recursos para productores agrícolas de cultivos lícitos. Sin embargo, dineros del Procampo han financiado la cosecha de siembras no legales. Algunas familias vinculadas al narcotráfico son favorecidas por el programa de subsidios agrícolas. No debería ser sorpresa que en un programa con casi 3 millones de beneficiarios se cuele uno que otro sembrador de vegetales prohibidos por la ley. El problema más grave del Procampo no son los narcosubsidios, sino la entrega monumental de dinero a productores agrícolas exitosos que no requieren de la beneficencia del gobierno.

La corrupción hunde

Milenio Diario, p. 3/Política
Federico Berrueto
Los acontecimientos de estas semanas no son casuales; un accidente aéreo en el que fallecen un Secretario de Gobernación y un ex subprocurador, así como las detenciones de funcionarios de primer nivel en la lucha contra el crimen organizado, tienen como rasgo la corrupción profunda del tejido gubernamental. Sin dramatizar, el problema es más serio que nunca, porque a diferencia del pasado, la impunidad es casi total; no hay espacio ni para la sanción autoritaria ejemplar que caracterizó al pasado. Ahora en el país no hay otra contención contra la venalidad que el sentido de ética del propio gobernante y allí se reprueba en serio. La corrupción ha minado al Estado. Los mexicanos no tienen seguridad en sus personas o patrimonial, la justicia opera marginalmente y es lenta e incierta, las policías con frecuencia están coludidas y las instituciones políticas no representan a nadie que no sea su propia cúpula.

PRD: dormir con el enemigo

Excélsior, p. 23/Opinión
René Avilés Fabila
Alejandro Encinas ha decidido quedarse en el PRD sin aceptar la secretaría a la que tenía derecho. Se queda formulando graves acusaciones a sus rivales. Dice que tratará de consolidarlo, pero sólo es una burda intentona de recuperar parte de lo perdido. Ahora Los Chuchos tendrán que coexistir con sus “enemigos”: Alejandra Barrales, los hermanos López Obrador, René Bejarano, Dolores Padierna, Muñoz Ledo, Manuel Camacho, Ricardo Monreal y, además, mantener ciertas relaciones con el PT y Convergencia. Esto es lo peor que pudo pasarle al PRD: dormir con el enemigo. No dudo que haya intentos serios dentro del PRD por mantener la unidad. Todos allí saben que es indispensable para enfrentar al PRI y al PAN. Pero es evidente que tendrán que tragarse sus palabras sobre la presidencia legítima de López Obrador, de hecho ya ninguno de Los Chuchos y sus aliados se refieren a Calderón como usurpador, lo aceptan como Presidente. Al contrario, el grupo que rodea a López Obrador (por ahora incluido Ebrard) sí mantiene viva la tesis de que no hay otro mandatario que AMLO.

Las guerras de Obama

Reforma, p. 16/Primera - Opinión
Isabel Turrent
La cultura política norteamericana tiene una marcada tendencia aislacionista que se endurece cuando el país enfrenta problemas internos. Barack Obama ocupará la Casa Blanca en medio de una recesión económica que muchos han calificado como la más grave desde 1929. Con toda probabilidad, hasta Obama mismo desearía darle la espalda al mundo y concentrarse en resolver los problemas domésticos del país. Es un lujo que no podrá darse. Hereda una situación internacional complicada y difícil y conflictos que exigen una solución inmediata. EU es un país en guerra. Tropas norteamericanas ocupan Iraq y están desplegadas también en Afganistán. Durante su campaña, Obama prometió retirar a la mayoría de las tropas norteamericanas de territorio iraquí en 16 meses y concentrar la guerra contra Al Qaeda en Afganistán. Las actividades terroristas y el poder del Talibán se han fortalecido en Afganistán y se han derramado a las regiones montañosas tribales de Pakistán. El nuevo gobierno ha sido incapaz de recuperar el control de esa zona.

De Lincoln a Napolitano

Excélsior, p. 22/Opinión
León Krauze
La mayor lección del proceso electoral de 2008 en Estados Unidos -y vaya que hay muchas- no es la derrota del ala conservadora del Partido Republicano ni el alcance de un político carismático con un equipo de campaña eficaz. La gran lección que el electorado estadunidense le ha dado al mundo es la importancia y el peso de la rendición de cuentas en un país democrático. Durante al menos cuatro años, el planeta entero se preguntó si Estados Unidos había perdido la capacidad de pasarle factura a su clase política. Para 2004, el gobierno de George W. Bush ya había demostrado su abismal ineptitud. Lo cierto es que, ya para entonces, Bush no merecía otra cosa que un boleto de avión de regreso a Texas. Pero el electorado aún no estaba preparado para dárselo.

Chihuahua, la puntilla en el Estado

El Universal, p. 21/Opinión
Francisco Valdés Ugalde
Chihuahua padece una ola de violencia sin precedentes. Nada así se vio desde que Pancho Villa se levantó en armas. Más de mil muertos en lo que va del año, más de media centena de secuestros, atracos a plena luz, los ciudadanos escondiéndose en sus casas y las autoridades estatales paralizadas por el miedo y la incompetencia. Los muertos suman casi la cuarta parte del total nacional en 2008. El clima de inseguridad ha llegado a una sicosis colectiva nunca vista. Esa entidad de la República siente haber sido abandonada a su suerte a manos de la delincuencia organizada.


Estado de gracia priista

Milenio Diario, p. 17/Opinión
Jorge Medina Viedas
La última de las victorias políticas fue en el estado de Hidalgo. Arrasaron. Lo habían hecho en Coahuila igual. Ahí casi dejan sin registro a lo que queda del PRD. En 2007, en los estados donde los gobernadores priistas habían llegado al poder con triunfos estrechos, ganaron procesos locales intermedios por amplio margen.
A los notables triunfos electorales recientes hay que sumarle al PRI sus aciertos estratégicos en el manejo de los principales asuntos del Estado mexicano. Ante el elenco esmirriado de la sociedad política, las voces priistas representativas suenan más maduras y sensatas que las de otros. Ya sabemos que no es mucho mérito frente a tanto peso liviano en el encordado, pero eso no es su culpa.
En la aprobación de las reformas a la ley electoral y a la reforma energética, para gusto o disgusto de los diversos sectores e intereses, la intervención de los priistas resultó decisiva.