Hoy estamos de vena poética:
Resulta que el juez Garzón, ha decidido suspender el juicio que promovía contra Francisco Franco.
El diario español El País lo cuenta así:
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha declarado extinguida la responsabilidad penal del dictador Francisco Franco y otros 44 altos mandos tras comprobar su fallecimiento y dice que la causa en la que se investigan las desapariciones en la Guerra Civil y el franquismo corresponde a los juzgados
territoriales en los que se encuentren las fosas. Con esta decisión, el magistrado trata de evitar que se le declare incompetente en la investigación
Los poetas también han tomado la palabra:
Y yo a mi vez tomo sus versos del blog de Pedro Fernández Barbadillo, Bokabulario:
Para empapelar a Franco se necesitan más garzones, dice el bloguero
ROMANCE DE LOS GARZONES
Los cuatro hermanos Garzones
a la lucha se aprestaron,
y al correr de sus bridones,
como cuatro exhalaciones,
hasta el castillo llegaron
¡Ah del castillo! -dijeron-.
¡Entregadnos ya al caudillo!
Callaron y nada oyeron,
sordas sin duda se hicieron
las falanges del caudillo.
Los cuatro hermanos Garzones
a la lucha se aprestaron,
y al correr de sus bridones,
como cuatro exhalaciones,
hasta el castillo llegaron
¡Ah del castillo! -dijeron-.
¡Entregadnos ya al caudillo!
Callaron y nada oyeron,
sordas sin duda se hicieron
las falanges del caudillo.
¡Tended el puente!... ¡tendello!
Pues de no hacello, ¡pardiez,
antes del primer destello
domaremos la altivez
de esa torre, habéis de vello...
Entonces los fascistones
contestaron. ¡Pobres locos!...
Para empapelar Francones,
cuatro Garzones son pocos.
Pues de no hacello, ¡pardiez,
antes del primer destello
domaremos la altivez
de esa torre, habéis de vello...
Entonces los fascistones
contestaron. ¡Pobres locos!...
Para empapelar Francones,
cuatro Garzones son pocos.
¡Hacen falta más Garzones!
Cesad en vuestra aventura,
porque aventura es aquesta
que dura, porque perdura
el bodoque en mi ballesta...
Y a una señal dispararon
los certeros ballesteros,
y de tal guisa atinaron,
que por el suelo rodaron
Garzones y caballeros.
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