lunes, enero 12, 2009

Comentocracia: yo gané, escribe Salinas de Gortari


Así viene la síntesis de artículos:

En 1988 yo gané, las actas están en el Archivo General de la Nación
Milenio Diario, p. 6/Política
Carlos Salinas de Gortari
Respecto a la afirmación de que no se conocieron los resultados de las casillas de la elección presidencial de 1988, cabe decir que eso resulta falso: la ley disponía que los resultados de cada casilla en la elección del 6 de julio se conocieran a lo largo de las 72 horas siguientes. Los partidos y sus representantes estaban enterados de esto. Los funcionarios de cada casilla llenaron a mano las actas de las tres elecciones: de las dos cámaras del Congreso y de las presidenciales; las verificaron y cuando hubo inconformidades, las anotaron; después, cada representante de partido firmó el acta correspondiente á cada casilla de la elección.

Política para el abrazo

Reforma, p. 16/Primera - Opinión
Jesús Silva-Herzog Márquez
El presidente Calderón es el orgulloso restaurador del consensualismo. Esa marca del autoritarismo postrevolucionario adquiere en manos de la segunda administración panista una nueva vida para nuestra democracia improductiva. El candidato ofreció en su campaña una renovación de la vida pública, bordó el lenguaje de la modernidad y del arrojo reformista. En sus palabras había lances de atrevimiento, de determinación para dejar atrás los lastres y despegar al futuro que merecemos. Nada de eso ha dado al país como Presidente. Por el contrario, teniendo como única bandera la intención de desmarcarse de su predecesor, ha recaído en la formas políticas de la era predemocrática. No digo que esté restaurando la antidemocracia porque eso no depende de un actor político. Lo que sugiero es que, en ausencia de impulso innovador, lo único que le ha quedado a su Presidencia es reponer formas y estilos del pasado. Para deslindarse de ayer no ha inaugurado una política de mañana sino que ha repuesto los estilos y la política de antier.

¿Acuerdo?

Reforma, p. 15/Primera - Opinión
María Amparo Casar
A las cosas por su nombre. El Acuerdo Nacional en Favor de la Economía Familiar y el Empleo planteado por el Presidente no es un acuerdo ni un pacto. Es un programa de 25 acciones a las que se compromete el Ejecutivo con el fin de superar con mayor rapidez los efectos de la crisis mundial. Los acuerdos o pactos son instrumentos poderosos y efectivos cuando tienen objetivos, concitan voluntades y se traducen en acciones. Un pacto o un acuerdo consiste de medidas convenidas por dos o más actores para enfrentar una situación o para lograr un propósito común. Un acuerdo tiene siempre un ingrediente de reciprocidad: “si tú te comprometes a hacer x cosa yo haré otro tanto”. Un pacto implica adquirir compromisos, sacrificar opciones deseadas por otras que se juzgan necesarias aunque vayan en contra de mis intereses inmediatos. Un pacto significa posponer bienestar presente por satisfacción futura. Al acuerdo lo definen las acciones, no las ceremonias, mucho menos los discursos.

El siguiente paso

El Universal, p. 21/Opinión
Leonardo Curzio
Es muy probable que la economía mexicana no crezca este año ni siquiera al 0.1%. Es más, según la estimación de The Economist, podríamos experimentar un retroceso de 0.2%. El gobierno de Calderón rectificó sus primeras y superficiales estimaciones sobre el impacto que la crisis generada en EU tendría en nuestra economía y ha decidido dar un primer paso adelante al que supongo seguirán otros más. El gobierno reconoce hoy lo que hace unos meses negaba, pero no me parecería justo dejar de reconocer dos aspectos en su actuación: Su supuesta debilidad de origen por las cuestionadas elecciones de 2006 no le ha generado un problema de operación política significativa. Además, no es un gobierno con una ideología paralizante. Es un gobierno que ha tenido la capacidad de ir adaptando sus decisiones de política a las circunstancias imperantes, incluso dar marcha atrás a decisiones anunciadas.

Evitar la crisis social

Milenio Diario, p. 14/Opinión
José Luis Reyna
El gobierno mexicano ha asumido que la economía del país no registrará crecimiento alguno, en 2009, como consecuencia de la recesión en Estados Unidos. Un cálculo optimista es que el desempeño de la economía podría ser de cero y el pesimista apunta a un decrecimiento. La economía estadunidense, de acuerdo con su presidente electo, enfrentará serios problemas, pues el déficit fiscal puede alcanzar una cifra estratosférica y, por añadidura, cientos de miles de empleos han desaparecido en las últimas semanas. El gobierno mexicano ha empezado a tomar conciencia de estos factores y, por tercera ocasión, el miércoles pasado ha anunciado un nuevo plan anticrisis. Se trata de un acuerdo que comprende 25 puntos cuyos objetivos principales son preservar, más que generar, el empleo y defender el poder adquisitivo de la población. La inversión pública en infraestructura es la apuesta que el gobierno hace para intentar cumplir con los objetivos mencionados. Es lo mínimo que puede hacerse, aunque a todas luces resulta insuficiente. El problema de fondo es que de la crisis económica se puede transitar a la crisis social (incremento de la violencia, la delincuencia, la inseguridad).

Planes van, planes vienen

El Financiero, p. 27/Opinión
Héctor Vázquez Tercero
“Las 40 acciones anticrisis” es como podrían designarse los 3 planes presentados por Calderón en los últimos 10 meses para combatir y neutralizar los efectos de la tremenda crisis que golpea y daña la planta productiva del país y la economía familiar. Primero fue el Programa de Apoyo a la Economía del 3 de marzo del año pasado, que incluyó 10 medidas de carácter fiscal que “permitirían” que la economía mexicana superara las graves consecuencias del deterioro financiero y económico que empezaba a manifestarse ya con mucha fuerza en EU. El segundo plan llegó 7 meses después, el 8 de octubre, bautizado como Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo, con 5 clases de acciones de corto plazo. Finalmente el 7 de enero, Calderón nuevamente anunció 25 medidas a las que llamó Acuerdo Nacional a Favor de la Economía y el Empleo. Como los anteriores planes anticrisis, el actual no levantó entusiasmo en la opinión pública, y ello es así porque corresponde a paliativos de corto plazo que no resuelven los graves problemas coyunturales ni menos los estructurales del país.

Amor a la Forma

Reforma, p. 17/Primera - Opinión
Denise Dresser
En “El Laberinto de la Soledad”, Octavio Paz escribió magistralmente sobre “el amor a la Forma”. La predilección de los mexicanos por las ceremonias, las fórmulas y el orden. En México se cree que para avanzar basta con llegar a acuerdos y firmarlos. El caso más reciente es el Acuerdo Nacional en favor de la Economía Familiar y el Empleo, que la clase política se siente obligada a rubricar. Felipe Calderón llama y los convocados acuden. El Presidente pide firmas y los presentes las otorgan sin chistar aunque no conozcan siquiera el contenido del documento que tienen delante. Todos aprestándose a jugar el viejo juego de la simulación como una conducta habitual; participando en el acto ritualista de decir mentiras que en palabras de Paz: “reflejan, simultáneamente nuestros apetitos y lo que deseamos ser”. El país donde, según el Presidente, “se vive un ambiente de paz y tranquilidad en las calles”, donde hay un “Estado pleno y funcional”, donde se enfrentan los problemas con “audacia y visión”.

La realidad de la crisis

El Universal, p. 21/Opinión
Macario Schettino
Ya llevamos varios meses escuchando hablar de la crisis. Lo que no parece estar claro es qué significa eso. Para la mayoría, es una amenaza que todavía no se cumple. Porque a cada momento se insiste en que las cosas se van a complicar, pero no se alcanza a ver exactamente cómo es que eso ocurre. Mientras, los políticos y los medios tienen un discurso cada vez más estridente, y la población empieza a sentir angustia, porque hay una gran diferencia entre ese discurso y la realidad. Esta crisis resulta de los excesos estadounidenses y europeos, en menor medida. En los últimos años, han consumido mucho más de lo que podían pagar. La crisis significa que los consumidores estadounidenses tienen que pagar sus excesos, y eso lo tienen que hacer consumiendo ahora menos que antes. El problema para el mundo es que estos excesos representan 5% de la producción mundial. En promedio, pues, habrá que contraer al mundo en esa proporción en los próximos meses. Eso es todo, pero es bastante. Si usted no pierde su empleo, no existe la crisis para usted. No dude de la realidad, y no se angustie en vano.

Calderón-Obama

El Universal, p. 21/Opinión
Manuel Camacho Solís
Barack Obama es hoy el líder político que más entusiasmo genera en el mundo. Su toma de posesión tendrá una convocatoria sin precedente. Su reunión con Felipe Calderón no es, aunque así se diga, para cumplir con una convención. Más allá del éxito de la Cancillería y la embajada para gestionarla, si él la aceptó ahora es porque seguramente sus asesores le han mostrado la preocupación que existe en los altos círculos norteamericanos sobre un posible debilitamiento de la seguridad de la frontera y la estabilidad (económica y política) de México. Antes de proceder con otras iniciativas diplomáticas, Obama necesita tener segura su frontera. Calderón llega en el momento más difícil de su gobierno, con una situación económica que aún no tiene horizonte de salida y una crisis de seguridad que está a punto de desbordarse en los medios y en la política norteamericana. El tema ya no es el TLC, sino los riesgos de que la recesión norteamericana se vuelva expansiva en México. El punto es que para México y para ellos, la violencia está rebasando el umbral que resiste un Estado democrático.

Dos discursos

Excélsior, p. 20/Opinión
Mario Luis Fuentes
Generar acuerdos implica hablar de las mismas cosas, sí, pero también comprender y asumir las perspectivas desde las que el otro habla. El consenso implica asumir los antecedentes y las consecuencias de las palabras, pues pueden estar cargadas de significados radicalmente opuestos, dependiendo los contextos y emisores. Por ello es importante acercarse a los pronunciamientos que recientemente ha hecho la Presidencia de la República ante la crisis económica, y los que articulan la propuesta que está planteando Barack Obama en EU. El dramatismo planteado por Obama es digno de llamar la atención, pues plantea una disyuntiva mayúscula para su país y el resto del mundo. En nuestro país destaca el optimismo con respecto a que el “crecimiento cero” es una buena noticia, si se considera que hace diez años hubiese significado algo mucho peor. Explicación a todas luces maniquea, pues desde el gobierno no es válido plantear logros respecto a lo obtenido en el pasado, sino en relación con las capacidades actuales y la construcción de perspectivas futuras.

¡¿Esto es México?!

El Universal, p. 21/Opinión
Ricardo Raphael
En San Diego, California, se cuenta que en los primeros días de la campaña presidencial de Barack Obama, en visita por el extremo suroeste de su país, llegó a estar parado a unos cuantos metros de la garita de San Ysidro, herida abrumadora que divide la frontera entre los dos países. Obama habría observado la densa y desordenada grisura de nuestra ciudad de Tijuana. Su mirada atravesó el horizonte y se topó con el río disecado, con las largas filas de pacientes automóviles y con las colonias populosas e irregulares que duermen en la retaguardia de esa inmensa urbe. Este hombre delgado y sobrio se habría limitado a levantar la ceja e interrogar a sus interlocutores con una lacónica pero admirativa pregunta: ¡¿Esto es México?! Es probable que se trate del momento de mayor proximidad física que el futuro habitante de la Casa Blanca haya tenido con nuestro país. Una mirada de desagrado que cruzó la frontera sin necesidad de mostrar pasaporte. Desde donde se le mire, la cita de hoy para almorzar en el Instituto Mexicano de Cultura en la capital estadounidense es una estupenda noticia.

El holocausto palestino

La Jornada, p. 16/Opinión
Carlos Fazio
¿Quién puede condenar la violencia en general sin contradecirse? Ante los pogromos de palestinos en Gaza, esa vieja pregunta, repetida en diferentes épocas, queda hoy de nuevo sin respuesta. En nuestras sociedades capitalistas de caos, exclusión y muerte, no es dable una valoración única de las diferentes formas de violencia y de todos sus responsables por igual en todo tiempo y lugar. Huelga decir que existe mucho cinismo, y una doble moral convenenciera que ha trocado en estupidez y complicidad muchas mentes lúcidas, que en la coyuntura se refugian en sofismas o han guardado un silencio profundo, legitimador, ante la barbarie genocida de la operación Plomo Fundido ordenada por las autoridades políticas y militares del Estado de Israel en los territorios árabes ocupados.

Entre el siempre y el Hamás

Excélsior, p. 20/Opinión
Agustín Basave
Por desgracia, todavía es necesario distinguir explícitamente entre el odio a los judíos y las críticas a las acciones de Israel en los territorios ocupados. Condenemos categóricamente tanto el antisemitismo como el trato que el gobierno israelí da a los palestinos, y convengamos en que la nueva ofensiva militar en Gaza es tan deplorable como los ataques con cohetes de Hamás. No soslayemos la desproporción del conflicto. En este enfrentamiento ambas partes cometen brutalidades, pero una tiene el poderío para cometerlas en una escala que la otra ni por asomo posee. Si en un edificio están refugiados diez criminales pero también se encuentran ahí diez personas que no son culpables de sus crímenes ¿es válido volar el edificio y matarlos a todos? Por supuesto que no. La solución definitiva del conflicto es que todos los actores reconozcan la existencia y soberanía de los Estados de Israel y Palestina y se garanticen seguridad y viabilidad. Pero el acuerdo se aleja cada vez que se cometen masacres como la que se está perpetrando en Gaza.

Llamemos a las cosas por su nombre

Excélsior, p. 21/Opinión
Xavier Caño Tamayo
Gaza. Bombardeo aéreo y artillero. Los soldados israelíes telefonean a casas palestinas y exigen que las abandonen porque las van a destruir los tanques. Los civiles palestinos huyen por cientos, por miles. Las tropas han detenido a centenares de personas de entre 12 y 60 años, sólo a causa de ser varones. Han sido bombardeados edificios civiles y tanques israelíes han disparado contra tres escuelas de la ONU y mataron a docenas. Un misil destruyó una casa y enterró a 25 personas. Los mandatarios europeos aceptan la invasión de Gaza sin la menor oposición o crítica en medio de lágrimas por un alto el fuego y el inefable Tony Blair pide que se corte el suministro de gas a Gaza. La presidencia de la Unión Europea, que corresponde a la República Checa, ha comunicado oficialmente que la actuación del ejército israelí en Gaza es “defensiva, no ofensiva”. Lo máximo dicho por muchos medios europeos es que la acción de Israel resulta “desproporcionada”. Bienvenidos al reino del eufemismo y del amilanamiento.


2009: el reto electoral para el PRI

El Financiero, p. 26/Opinión
Ramiro Pineda Murguía
Es un hecho que el PRI se ha consolidado como la primera fuerza electoral en el país. Pero también es un hecho que la contienda electoral no será fácil. El PRI inicia 2009 con un reto electoral muy heterogéneo y con intensidades diferentes, ya que en este año, además de las elecciones federales mediante las que se renovará la Cámara de Diputados, habrá elecciones locales en 13 entidades federativas, en algunas para congresos locales y en otras sólo de ayuntamientos, además de seis gubernaturas. El 2009 es un año a mitad de camino, marcado por la crisis global; año de incertidumbre sobre el futuro político y económico del país. Los partidos oponentes al PRI podrán presentarse con la mejor oferta política, pero ésta difícilmente podrá respaldarse en los logros de las administraciones que las preceden o en una actuación legislativa congruente. La sociedad ha reconocido en el PRI a una oposición responsable, que ha participado en la construcción de acuerdos políticos; ha visto al PRI como un partido unido, con una dirigencia responsable, y con una definición ideológica.

De cabildeo, política y otras cosas

El Financiero, p. 26/Opinión
Rosario Guerra
2009... alegre no se ve el año que inicia. Tres temas: la inseguridad y la violencia; la crisis económica y sus repercusiones; los posibles conflictos entre partidos y a su interior frente al proceso electoral. Calderón amplió medidas para proteger el empleo y las familias, pero lo cierto es que el Estado mexicano tiene un problema estructural en sus finanzas públicas. El proceso electoral será muy encarnizado entre los tres grandes partidos nacionales, y el nuevo frente PT-Convergencia. El PRI y el PVEM ya acordaron una alianza parcial. El PAN y el PRD parece irán solos a la elección. El asunto del blindaje de los partidos contra el narco es un tema que se usará para descalificar y cuestionar triunfos. La legislación electoral permite anular el voto si se rebasan topes de campaña o no se transparenta el origen de los recursos utilizados... así que la lucha electoral se ha complicado aún más. ¿Y la violencia? El narco amplió sus tentáculos, vende protección a negocios; secuestran, extorsionan, para tener su propia estructura.

Proceso electoral 2009

El Economista, p. 41/Política y Sociedad
Enrique Díaz-Infante Chapa
El proceso electoral de 2009 ya está en marcha. A más tardar, el 30 de este mes, las instancias competentes de cada partido deberán determinar la procedencia de las precandidaturas para sus procesos internos de selección. Al día siguiente, iniciarán las precampañas, mismas que durarán hasta el 11 de marzo. La solicitud de registro de candidatos ante el 1FE será del 22 al 29 de abril, debiendo aprobar el Consejo General de ese organismo, el 2 de mayo, el registro de las candidaturas procedentes. La elección será el 5 de julio de 2009. En esta elección además de los 500 diputados federales, se elegirán seis gobernadores, así como diputados locales y presidentes municipales en esas entidades. No es fácil pronosticar los resultados a partir de la predilección electoral que goza actualmente cada partido. El tipo de elección, los procesos internos de selección de candidato, las divisiones que se generen a consecuencia de los mismos, el perfil de los candidatos, los recursos humanos y materiales disponibles, entre otros, afectarán el resultado final.

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