domingo, noviembre 15, 2009

Comentocracia: ¿Nuevo pacto nacional?

Caricatura de Omar en El Universal

Así viene la síntesis de artículos:

¿Nuevo pacto nacional?

El Universal, p. 22/Primera-Opinión
Francisco Valdés Ugalde
El desconcierto que priva en la escena nacional deriva de la democratización del país, de la distribución del poder entre varias opciones políticas que subdividen a los poderes locales, estatales y municipales, y Ejecutivo y Legislativo en todos los niveles. Tenemos un nuevo libreto con actores viejos que se empeñan en desempolvar viejos guiones. La marcha realizada por los ex trabajadores de la compañía de Luz y Fuerza del Centro acompañados por otras agrupaciones sindicales se efectuó del modo tradicional. Nada hay de extraño en ello, están en su derecho de expresión. Afectaron derechos de terceros, sí. Los manifestódromos no se han trasladado a la supercarretera de la información, en detrimento de ellos y de los que padecen la toma de la ciudad y la vulneración de su derecho al libre movimiento (…)

Impidamos que los partidos se sigan sirviendo

El Universal, p. 22/Primera-Opinión
María Elena Morera de Galindo
Las recientes discusiones sobre el paquete fiscal y el presupuesto demuestran que lo menos importante para los políticos son los ciudadanos. Dejaron de lado la posibilidad de reconstruir un obsoleto sistema fiscal y financiero que no impulsa la igualdad social ni el desarrollo económico sustentable, no promueve la inversión sino que la inhibe. El objetivo fue continuar con los privilegios de quienes trabajan en el gobierno y en los partidos políticos. Según un estudio presentado por el PRI, en las dos administraciones federales panistas ha crecido la alta burocracia en más de 1000%. De 2001 a 2009 pasamos de 89 plazas de subsecretario o equivalente a mil 11, de 69 de jefes de unidad o titular de entidad a mil 212, de mil 396 directores generales adjuntos a 6 mil 845 y de 4 mil 446 directores a 38 mil 427 (…)

Generaciones del PRI

Reforma, p. 12/Primera
Enrique Krauze
(…) Hoy disputan la hegemonía del PRI diversas corrientes, todas posteriores al ciclo postrevolucionario. La pragmática encabezada por Manlio Fabio Beltrones (1952) reconoce la necesidad de superar tabúes y afectar intereses creados, pero parecería buscar una vuelta a la vieja hegemonía. La ideológica, con Beatriz Paredes (1953) a la cabeza, parece pensar en términos del Nacionalismo Revolucionario. La tercera, bautizada por algunos como mediática, la representa Enrique Peña Nieto que por su edad (1966) pertenece a la generación siguiente, supuestamente consolidadora de un nuevo orden (anticorporativo, competitivo, antimonopólico, abierto al mundo, con ideas sociales prácticas), orden que muy pocos priistas, si no es que ninguno, asumen. La conclusión de este paseo generacional no es alentadora. En las tres corrientes políticas predomina la generación nacida entre 1950 y 1965, una generación que no sabe adónde va.

Federalismo

Reforma, p. 13/Primera
Luis Rubio
El país ha experimentado cambios radicales en su realidad política y quizá no haya ámbito en el que el cambio haya sido mayor que en el de los gobiernos estatales. Luego de décadas de subordinación al presidente, los gobernadores se han convertido en los dueños del gasto público y los principales articuladores del poder político. En principio, eso no tendría por qué ser objetable, excepto que su poder viene acompañado de absoluta impunidad por la pésima forma en que se ha llevado a cabo la descentralización del poder: se transfirió dinero sin responsabilidad alguna (…) Puesto en otros términos, el poder se descentralizó, pero no se federalizó (…) La diferencia es absoluta. Descentralización implica la transferencia de poder y recursos del centro hacia otras instancias (igual gobernadores que partidos políticos), pero sin que cambie la responsabilidad. Federalismo implica transferencia de poder y recursos hacia otros actores, pero con mecanismos de contrapeso de tal suerte que los gobernadores u otros actores se vean obligados a responder tanto por el poder adicional como por el uso de los recursos (…) La esencia del federalismo reside en el equilibrio. Entraña el fortalecimiento del electorado como factor de contrapeso. También implica, por necesidad, un cambio radical en la estructura del financiamiento del gasto público, donde los estados y municipios comienzan a ser la fuente de buena parte del gasto que se lleva a cabo en sus demarcaciones. El centralismo en México se origina en la fuente de los recursos. Si hemos de crear una democracia estable y un equilibrio de poderes, tendremos que comenzar por lo esencial: las fuentes del dinero.

El presupuesto y el sablazo

Reforma, p. 13/Primera
Juan E. Pardinas
“No nos vamos a permitir condenar a una generación de mexicanos al hambre, a la desnutrición o al abandono... vivir en la pobreza extrema ya no puede ser una realidad que estemos dispuestos a tolerar los mexicanos del Siglo XXI'. Estas frases son parte de un discurso del presidente Felipe Calderón, pronunciado el 21 de septiembre pasado. En menos de dos meses, este vehemente mensaje quedó en el olvido. Hoy parece que los diputados y el gobierno sí están dispuestos a tolerar un país donde la mitad de la población vive en condiciones miserables. La idea vertebral del paquete económico del año próximo era aumentar los recursos para combatir la pobreza por medio del programa Oportunidades (…) Hace unas semanas, la prioridad nacional era combatir la pobreza. Ahora los diputados nos aclaran que la principal urgencia de la patria es construir carreteras (…) No basta con discutir nuevas tasas de IVA e ISR, sino hay que cambiar la lógica y secuencia en que la autoridad le exige recursos a los contribuyentes mexicanos (…)

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