Así viene la síntesis de artículos:
El Presidente, sin partido político
El Universal, p. 20/Primera-Opinión
Mario Campos
Si el presidente Calderón ha planteado que este sea el año de las reformas políticas, tendría que jerarquizar su trabajo con miras a ese objetivo (…) si uno mira las más recientes acciones de comunicación gubernamental encontrará nuevamente que de la lucha al narco hay mucho y que del cabildeo para vender sus reformas francamente muy poco. Por ello, la dirigencia panista tendría que plantearse qué idea quiere que sea la central en la mente del futuro elector. Si miramos las notas sobre el PAN en Google o en cualquier buscador de noticias encontraremos que sólo hay un tema que están impulsando con toda su fuerza y que ha aparecido de manera recurrente en los medios de comunicación: su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo.
El ABC de la reforma política
El Universal, p. 21/Primera-Opinión
Miguel Carbonell
Las cartas están sobre la mesa. Las tres principales fuerzas políticas coinciden en que el siguiente periodo de sesiones del Congreso de la Unión se dedicará a analizar, discutir y en su caso aprobar una reforma del Estado que le dé un rostro nuevo a la forma de hacer política en México. Pero no debemos confundirnos: no se trata de un tema que interese solamente a los políticos profesionales. En realidad lo que se discute es algo que tiene que ver con el modelo de país que queremos. Lo que decida el Congreso nos interesa y nos afecta a todos (…) La reforma del Estado es un tema demasiado importante como para dejarlo en manos solamente de los políticos. La sociedad civil, los medios de comunicación y los académicos tenemos también una responsabilidad. Se trata de definir la forma en que queremos que trabajen quienes nos gobiernan. El objetivo final es robustecer el proceso de asentamiento y maduración de una democracia como la mexicana que todavía es sumamente frágil (…)
Más engaños
El Universal, p. 21/Primera-Opinión
Manuel Bartlett
Se gobierna a México con engaños. Engaña Felipe Calderón en su mensaje de Año Nuevo: “El 2010 será el año de la recuperación”, lo fundamenta con engaños: “… fue una crisis que vino del extranjero y que hoy en todo el mundo hay señales de mejoría”, lo que lo lleva a no hacer nada, mantener el statu quo (…) Engañan Calderón, Gómez Mont, Nava con Paredes, Beltrones, Rojas, fingiendo un enfrentamiento tan escandaloso como efímero por alzas en los precios de los hidrocarburos, cuando hermanados aprobaron el paquete fiscal recaudatorio (…) La propuesta de la UNAM de reforma del Estado es interesante independientemente de faltantes (…) Usarla para justificar la aprobación de algunas partes de interés de los promotores sin las medidas equilibradoras, sería grave. Esperemos que no sea un nuevo engaño.
¿Estado light-co?
El Universal, p. 21/Primera-Opinión
Alfonso Zárate
(…) En México está en curso una cruzada que se propone una revancha histórica: someter a las instituciones públicas, laicas por definición, a la autoridad eclesial; imponer a la República, dogmas religiosos que sólo corresponden a las creencias personales de su feligresía (…) Lo que está ocurriendo es una grave regresión (…) México vivió un paso decisivo a la modernidad hace 150 años: la separación de la Iglesia y el Estado. Pero ahora, en pleno siglo XXI constatamos un esfuerzo, exitoso en muchos lados, de retrotraer la historia (…) Está en curso la revancha de la ultraderecha: los valores religiosos van imponiéndose y nuestro Estado laico deviene Estado light-co.
Del 2 al 4
Reforma, p. 8/Primera
José Woldenberg
(…) el Presidente propone incrementar del 2 al 4 por ciento de los votos el requisito para refrendar el registro. Se explota una pulsión primitiva y contradictoria, con la finalidad de que en la boleta aparezcan menos opciones. Primitiva porque, apoyándose en el desafecto que hay con la política y con las prácticas de los partidos, se cancelará la posibilidad de que opciones implantadas puedan seguir trabajando en el espacio institucional. Y contradictoria, porque no deja de llamar la atención que aquellos que se sienten más distantes de los partidos sean precisamente los que aplaudan la cancelación de la emergencia de eventuales nuevas opciones. Se quiere resolver con una fórmula inconveniente un malestar difuso.
De alianzas y coaliciones
Milenio Diario, p. 13/Opinión
Diódoro Carrasco Altamirano
El año electoral de 2010 será, como se preveía, muy intenso. Todas las fuerzas políticas están conscientes de este hecho y, por tanto, han asumido la importancia que tendrán estas elecciones locales en la configuración del mapa político nacional, sabedores que es una estación estratégica rumbo al 2012. Es en este contexto que resurge la polémica en torno a la pertinencia de establecer alianzas y coaliciones electorales entre partidos que ideológica y políticamente han estado muy enfrentados, como sería el caso del PRD y el PAN (…) ¿Por qué no estos partidos opositores, cada quien con sus propias demandas y banderas, salen a buscar el voto ciudadano para derrotar el supuesto atasco autoritario?
Porque para que ello fuera viable tendría que existir un terreno político nivelado, democrático, y eso es precisamente lo que todavía hay que conquistar. Para eso, entre otras cosas, sirven las alianzas electorales.
El Presidente, sin partido político
El Universal, p. 20/Primera-Opinión
Mario Campos
Si el presidente Calderón ha planteado que este sea el año de las reformas políticas, tendría que jerarquizar su trabajo con miras a ese objetivo (…) si uno mira las más recientes acciones de comunicación gubernamental encontrará nuevamente que de la lucha al narco hay mucho y que del cabildeo para vender sus reformas francamente muy poco. Por ello, la dirigencia panista tendría que plantearse qué idea quiere que sea la central en la mente del futuro elector. Si miramos las notas sobre el PAN en Google o en cualquier buscador de noticias encontraremos que sólo hay un tema que están impulsando con toda su fuerza y que ha aparecido de manera recurrente en los medios de comunicación: su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo.
El ABC de la reforma política
El Universal, p. 21/Primera-Opinión
Miguel Carbonell
Las cartas están sobre la mesa. Las tres principales fuerzas políticas coinciden en que el siguiente periodo de sesiones del Congreso de la Unión se dedicará a analizar, discutir y en su caso aprobar una reforma del Estado que le dé un rostro nuevo a la forma de hacer política en México. Pero no debemos confundirnos: no se trata de un tema que interese solamente a los políticos profesionales. En realidad lo que se discute es algo que tiene que ver con el modelo de país que queremos. Lo que decida el Congreso nos interesa y nos afecta a todos (…) La reforma del Estado es un tema demasiado importante como para dejarlo en manos solamente de los políticos. La sociedad civil, los medios de comunicación y los académicos tenemos también una responsabilidad. Se trata de definir la forma en que queremos que trabajen quienes nos gobiernan. El objetivo final es robustecer el proceso de asentamiento y maduración de una democracia como la mexicana que todavía es sumamente frágil (…)
Más engaños
El Universal, p. 21/Primera-Opinión
Manuel Bartlett
Se gobierna a México con engaños. Engaña Felipe Calderón en su mensaje de Año Nuevo: “El 2010 será el año de la recuperación”, lo fundamenta con engaños: “… fue una crisis que vino del extranjero y que hoy en todo el mundo hay señales de mejoría”, lo que lo lleva a no hacer nada, mantener el statu quo (…) Engañan Calderón, Gómez Mont, Nava con Paredes, Beltrones, Rojas, fingiendo un enfrentamiento tan escandaloso como efímero por alzas en los precios de los hidrocarburos, cuando hermanados aprobaron el paquete fiscal recaudatorio (…) La propuesta de la UNAM de reforma del Estado es interesante independientemente de faltantes (…) Usarla para justificar la aprobación de algunas partes de interés de los promotores sin las medidas equilibradoras, sería grave. Esperemos que no sea un nuevo engaño.
¿Estado light-co?
El Universal, p. 21/Primera-Opinión
Alfonso Zárate
(…) En México está en curso una cruzada que se propone una revancha histórica: someter a las instituciones públicas, laicas por definición, a la autoridad eclesial; imponer a la República, dogmas religiosos que sólo corresponden a las creencias personales de su feligresía (…) Lo que está ocurriendo es una grave regresión (…) México vivió un paso decisivo a la modernidad hace 150 años: la separación de la Iglesia y el Estado. Pero ahora, en pleno siglo XXI constatamos un esfuerzo, exitoso en muchos lados, de retrotraer la historia (…) Está en curso la revancha de la ultraderecha: los valores religiosos van imponiéndose y nuestro Estado laico deviene Estado light-co.
Del 2 al 4
Reforma, p. 8/Primera
José Woldenberg
(…) el Presidente propone incrementar del 2 al 4 por ciento de los votos el requisito para refrendar el registro. Se explota una pulsión primitiva y contradictoria, con la finalidad de que en la boleta aparezcan menos opciones. Primitiva porque, apoyándose en el desafecto que hay con la política y con las prácticas de los partidos, se cancelará la posibilidad de que opciones implantadas puedan seguir trabajando en el espacio institucional. Y contradictoria, porque no deja de llamar la atención que aquellos que se sienten más distantes de los partidos sean precisamente los que aplaudan la cancelación de la emergencia de eventuales nuevas opciones. Se quiere resolver con una fórmula inconveniente un malestar difuso.
De alianzas y coaliciones
Milenio Diario, p. 13/Opinión
Diódoro Carrasco Altamirano
El año electoral de 2010 será, como se preveía, muy intenso. Todas las fuerzas políticas están conscientes de este hecho y, por tanto, han asumido la importancia que tendrán estas elecciones locales en la configuración del mapa político nacional, sabedores que es una estación estratégica rumbo al 2012. Es en este contexto que resurge la polémica en torno a la pertinencia de establecer alianzas y coaliciones electorales entre partidos que ideológica y políticamente han estado muy enfrentados, como sería el caso del PRD y el PAN (…) ¿Por qué no estos partidos opositores, cada quien con sus propias demandas y banderas, salen a buscar el voto ciudadano para derrotar el supuesto atasco autoritario?
Porque para que ello fuera viable tendría que existir un terreno político nivelado, democrático, y eso es precisamente lo que todavía hay que conquistar. Para eso, entre otras cosas, sirven las alianzas electorales.
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