Los exorcistas vuelven a ponerse de moda.
Tal vez, el nuevo interés por el diablo y quienes lo combaten, se haya encendido a raíz del éxito de los libros cargados de esoterismo de Dan Brown, como El Código Da Vinci o ese otro de Angeles y demonios, en que los protagonistas son misteriosas sectas de presunta inspiración satánica.
El caso es que lo mismo la industria del cine, que El Vaticano reviven el asunto:
El cine, porque ahora sí será estrenada mundialmente la versión original de la película "El exorcista: el comienzo".
La cinta, según reporta la BBC nunca fue proyectada porque los productores no la consideraron lo suficientemente aterradora.
El drama psicológico es protagonizado por Stellan Skarsgard y relata los hechos que anteceden a los que muestra la película "El Exorcista" (1973).
Por lo que toca a la Iglesia Católica, acaba de inaugurar el primer curso de satanismo y exorcismo en la Pontificia Universidad Regina Apostolorum, de Roma.
(Por si acaso, uno de los asistentes al curso de satanismo en Roma, tiene a mano su Cristo, según esta fotografía de la izquierda)
Titulado "Exorcismo y oraciones de liberación", el curso fue organizado por el aumento de casos de satanismo entre los jóvenes italianos y por la incapacidad de los sacerdotes a tratar "temas tan delicados" como el exorcismo.
De acuerdo a la información de las agencias, Durante las siete conferencias, los estudiantes deberán aprender a reconocer "un verdadero ejemplo de posesión diabólica de un caso de alguien con problemas psicológicos", explicó el rector de la Universidad, Paolo Scafaroni.
La moda por los símbolos satánicos entre los jóvenes, acompañada por la pasión por el ocultismo, la magia y las experiencias místicas, suscitan fuerte preocupación entre los católicos, comentó el profesor.
La primera conferencia fue dictada por el padre Gabrielle Nanni, de 46 años, doctor en Derecho Canónico y exorcista de la diócesis de Módena.
"Hay que sustraerlos del dominio del diablo", explicó a la asistencia, al hablar sobre cómo hay que definir y desmitificar el exorcismo, sin fórmulas mágicas ni tanto clamor.
(En la foto de la izquierda uno de los asistentes al curso de exorcismo, enseña una cruz colocada de cabeza, que es una de las formas en que los satánicos se burlan del símbolo católico, según los expertos del Vaticano).
La mayoría de los participantes desea convertirse en sacerdotes exorcistas y poder reconocer la presencia del diablo en la sociedad moderna.
"Estoy muy satisfecho con este curso, porque se rompe un tabú dentro de la Iglesia", admitió Luigi María, un religioso que reside en el sur de Italia, zona cuyo obispo rechaza que se hable de satanismo.
La noticia ha causado revuelo en los medios de comunicación.
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