La razón, que a los panistas no les gustan que agredan a uno de los suyos, según revela José Ureña, en la columna Teléfono Rojo de la segunda de Ovaciones
Carlos Medina no avanza.
No al menos entre los 384 consejeros que decidirán con su voto la sucesión al interior del Partido Acción Nacional (PAN).
A esta conclusión han llegado los analistas de los tres contrincantes del guanajuatense: Manuel Espino, Juan José Rodríguez y Alejandro Zapata.
Según sus cuentas, de poco ha servido que Medina haya sido escogido por la cúpula del poder para suceder a Luis Felipe Bravo.
A dos semanas de la captura, tampoco le ha servido mucho la captura de Nahum Acosta Lugo, el sonorense acusado de servir al narcotráfico desde una dirección de área de la Coordinación de Giras Presidenciales.
Resulta que los consejeros sienten que a través suyo quieren golpear a Espino, quien lo llevó a Los Pinos con cierta cercanía al presidente Vicente Fox.
Al principio como que el caso cimbró al ex secretario general del PAN, pero él supo explicar y le han regresado la carta de confianza.
Al menos eso dicen Espino y su gente.
Un panista de cepa define las cosas:
-Cuando agreden a alguien del PAN, la militancia lo defiende.
Seguramente hay muchas encuestas, pero aquí va una que circula.
Antes de conocerse la investigación contra Acosta Lugo, las fuerzas estaban equilibradas entre Espino y Medina.
Alrededor de 140 votos cada uno.
En números gruesos Rodríguez y Zapata tenían la mitad del centenar restante.
Las cosas siguen igual.
Enterados de los sondeos, Espino y Medina se han dado a cortejar a los simpatizantes de Rodríguez y Zapata.
Su petición: como la elección se decidirá en segunda vuelta, en la primera votan por los dos perdedores y luego por la segunda opción para inclinar la elección.
Da la casualidad que los leales a Felipe Calderón se dicen dispuestos a ir con Espino.
Por lo tanto, la cúpula necesita más labor para inclinar la balanza para Medina, que no crece.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario