martes, julio 11, 2006

Cómo crea sus mitos López Obrador

Me llega de la página Yoinfluyo este análisis:


El fenómeno mediático de López Obrador
Para un gran número de analistas, Andrés Manuel López Obrador ha representado un fenómeno de comunicación: l íder de masas, criticado por su oratoria, ganador de casi todas la batallas en los medios en los que ha participado, representa para algunos segmentos de la población un líder cuya palabra es más cierta que la evidencia y cuyos llamados son ley para ponerse en acción.

Después del pasado dos de julio y a pesar de haber participado en las elecciones más transparentes y concurridas de la historia, López Obrador está convocando a un sector de la sociedad a defender un supuesto triunfo, situación que pone en entredicho su compromiso, refrendado varias veces ante los medios de comunicación que respetaría los resultados del IFE, fueran los que fueran.

El candidato de la Coalición por el Bien de Todos inició el periodo electoral como el aspirante con mayores probabilidades de ganar la Presidencia, sin embargo, al avanzar la contienda electoral, al ver que las tendencias evidenciaban unas elecciones muy cerradas, López Obrador y sus colaboradores empezaron a sembrar algunos elementos de duda en la opinión pública que le podrían servir de justificante para desconocer los resultados en caso de no ganar las elecciones, como finalmente sucedió.

Así, López Obrador anunció en la Asamblea que convocó para el 8 de julio en el Zócalo de la Ciudad de México que las pasadas elecciones del dos de julio fueron fraudulentas.


Cómo estructura sus mensajes el PRD.
La creación de mitos

El elemento fundamental de sus mensajes es la simplicidad: Se trata de ideas que son fácilmente comunicables y que se pueden englobar en una frase corta de pocas palabras, estas ideas simples se pueden estructurar de manera que unas ideas refuerzan a otras: el complot, elección de Estado, guerra sucia, Hildebrando, consistencias en el PREP, contar voto por voto... Fraude
Es importante mencionar que los mensajes emitidos deben de tener un elemento que sea percibido por la sociedad como una verdad, por ejemplo, el argumento del complot funcionó aprovechando una serie de percepciones muy arraigadas en la opinión pública como la impopularidad de Salinas de Gortari, el distanciamiento de López Obrador con el Presidente Fox y la idea, aún presente en nuestra sociedad de que el Jefe del Ejecutivo tiene poderes casi omnímodos en el país.

Otro elemento de la estrategia mediática de este partido, es apelar al sentimiento de las personas, la creación de un vínculo emocional le permite a López Obrador persuadir a sus seguidores de creer cualquier cosa que diga, aún y cuando contradiga evidencias como las de Bejarano o Ponce, o lograr el convencimiento de que efectivamente era víctima de un complot, aunque jamás pudo presentar evidencia contundente.

Para que el mecanismo funcione, las ideas deben de tener un periodo de maduración en la opinión pública, lo cual implica que algún líder de opinión o algún medio de a conocer o publique alguna sospecha o irregularidad sobre algún asunto. Por ejemplo, Proceso o la Jornada (puede ser cualquier otro medio) dan a conocer supuestas irregularidades en la conformación del padrón algunos días antes de las elecciones. En la mayoría de los casos, la información publicada proviene de fuentes confidenciales, situación que es muy conveniente, ya que apelando al derecho de los periodistas a proteger a quienes les proveen información, no se puede corroborar la veracidad de la versión de lo publicado con la persona que generó la información, además de que la autoridad competente no puede iniciar ninguna investigación simplemente por publicaciones en la prensa.

Existe después, un periodo de expectación: se hace el anuncio de que existe algún secreto que se quería ocultar, una confabulación, algún arreglo oculto, no explica nada, simplemente comenta que más tarde ampliará los datos, por lo que normalmente pasan varios días en los que va dando a conocer sus “pruebas”, entre ellas, algunas de las ideas que previamente sembraron en algunas fuentes. Como ocurrió en el caso de los video-escándalos, una vez que dio el mensaje de que existía un complot en su contra, López Obrador mencionó que daría a conocer los detalles más adelante, los días que dejó pasar para dar los pormenores de la confabulación que se estaba maquinando en su contra, en los que hacía referencia a alguna nota publicada en algún medio afín, algún nuevo detalle para corroborar sus dichos, le permitieron tener a los medios de comunicación a la expectativa y a su servicio, repitiendo una y otra vez los argumentos que iba liberando a cuenta gotas.

Una vez que se ha hecho el anuncio, de manera simultánea, un número importante de miembros del partido replican el mensaje, atendiendo a los medios de comunicación que quieren participar de la noticia, así, el presidente del partido, coordinadores de campaña, voceros del candidato, voceros del PRD, y funcionarios del Gobierno de la Ciudad de México, aprovechan cuanto espacio mediático se les abre para dar a conocer las ideas que quieren posicionar en la opinión pública.

Más adelante existe una etapa de reforzamiento, a través de la cual, y aún sin necesidad de haber comprobado su dicho, manejan las ideas que lanzaron a la opinión pública como verdades absolutas, como hechos ya comprobados e indiscutibles, estos conceptos le servirán en el futuro para apoyar algún nuevo posicionamiento, el mito estará creado.


¿Qué podemos esperar?

El mecanismo de comunicación de López Obrador ya está funcionando, en múltiples foros tanto el ex candidato como los miembros del PRD han cuestionado las imprecisiones del PREP, situación que fue reforzada por la eminente impericia de los funcionarios del IFE, que se empeñaron en basar su comunicación únicamente en aspectos legales y técnicos, situación que fue tergiversada de tal manera por el PRD que le ha permitido dar a conocer a la opinión pública que existen “motivos” para pensar que la elección fue manipulada, como si los votos no hubieran estado ya contados desde el pasado domingo y como si no se hubiera dicho hasta el cansancio que sólo hasta hacer el cotejo de las actas en los distritos se podría nombrar a quien tenía más votos, como sucedió hasta la tarde del 6 de julio.
El argumento principal del equipo de López Obrador está basado en un hecho real: existieron algunas diferencias entre la información presentada en el PREP en algunas actas; el siguiente paso consistirá en tratar de presentar esos datos puntuales como “evidencia” de que esos errores fueron generalizados, así, el PRD que no quiso confiar en los resultados del conteo rápido que realizó el IFE porque se trataba de un ejercicio estadístico basado en una muestra de aproximadamente 5% del universo y una confiabilidad de más del 99%, pretenderá descalificar un proceso del cual fue testigo todo el país con una muestra que tendrá -en el mejor de los casos- 100 irregularidades cuya fuente es un sistema que desde el principio se dijo que sólo presentaba INFORMACIÓN PRELIMINAR. Esa “evidencia” que presentó en su Asamblea en el Zócalo, lo mismo que la promesa de ofrecer posteriormente más ”evidencias”, le permitirá a López Obrador mantener la atención de los medios de comunicación por algunos días más, dándole oportunidad a los miembros de su equipo de replicarla en todos los foros a los que tengan acceso.

El objetivo del PRD para esta última etapa del proceso electoral será posicionar en la mente de la sociedad, o por lo menos en la de sus seguidores, que existió un fraude en las elecciones más transparentes de la historia de nuestro país. Si bien aún no podemos anticipar cuál será el resultado de su intento, no debemos de olvidar que un gran número de sus simpatizantes cree ciegamente en lo que dice, al final, a nosotros nos corresponderá juzgar si le creeremos a las instituciones que creamos y a los ciudadanos que participaron en el proceso electoral o le creeremos a una persona que constantemente ha demostrado no ser capaz de respetar la ley y cumplir su palabra.


Algunas teorías para tratar de explicar el fenómeno mediático de López Obrador


De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, un mito es una historia ficticia que condensa alguna realidad humana de significación universal.
Los mitos son parte de la cultura de las sociedades y ofrecen a sus miembros un marco de referencia para entender la realidad.
Existen algunas características de los mitos, la primera de las cuales es que nos refieren a una realidad humana cuyo significado es aceptado por la mayoría. En el caso que nos compete, nos referimos a la aceptación de la mentira y la simulación, la cual fue identificada por Octavio Paz como parte de la condición del mexicano:


“La simulación, que no acude a nuestra pasividad sino que exige una invención activa y que se recrea a sí misma a cada instante, es una de nuestras formas de conducta habituales. Mentimos por placer y fantasía, sí, como todos los pueblos imaginativos, pero también para ocultarnos y ponernos al abrigo de intrusos. La mentira posee una importancia decisiva en nuestra vida cotidiana, en la política, el amor, la amistad. Con ella no pretendemos nada más engañar a los demás, sino a nosotros mismos. De ahí su fertilidad y lo que distingue a nuestras mentiras de las groseras invenciones de otros pueblos, La mentira es un juego trágico, en el que arriesgamos parte de nuestro ser. Por eso es estéril su denuncia”.


Para el PRD, la teoría del complot ha funcionado porque se refiere a un juego de simulación y mentira, no importa si quien lo dice es quien está simulando y mintiendo, a final de cuentas, se trata de una condición que hemos vivido y con la cual nos podemos identificar.

De acuerdo a Howard Gardner
el liderazgo se presenta en la identificación de la mente de los líderes con sus seguidores a través de historias, para este autor, el líder no sólo tiene que ser un excelente contador de historias, sino que él mismo debe de representarlas y debe de ser capaz de comunicarlas de forma sencilla, de forma que puedan ser entiendas por la mayoría de los públicos. Un ejemplo fue el caso del desafuero. La historia de López Obrador, fue eficaz porque supo comunicar a su público que era víctima de una injusticia. Está por demás decir que al finalizar el malhadado proceso, su popularidad había crecido de manera muy importante.

Finalmente, no podemos negar que a pesar de que la estrategia de medios del PRD ha sido muy exitosa, está basada en un dicho que se le atribuye al tristemente recordado propagandista del Tercer Reich, Joseph Goebbels: “la propaganda solo tiene un objeto: conquistar a las masas, cualquier medio que promueve este esfuerzo es bueno, cualquier medio que lo obstaculiza es malo”.

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