domingo, noviembre 09, 2008

Comentocracia: Avionazo, no todos somos iguales

Así viene la síntesis de artículos:


¿Dónde quedamos?

Reforma, p. 17/Opinión
Luis Rubio
La elección de Barack Obama como presidente de EUA constituye un evento trascendental en la historia de ese país que no se puede minimizar. Es en ese contexto que México tiene que plantear, o quizá replantear, nuestra perspectiva. El gobierno tiene que decidir si adoptará una estrategia meramente defensiva o si tratará de constituir una nueva oportunidad. Obama logró una sólida, si bien no aplastante, mayoría. Aunque el partido demócrata logro un extraordinario avance en las dos cámaras legislativas, no alcanzó a rebasar el umbral que le hubiera eliminado la capacidad de veto a los republicanos. Claramente, México no será un tema central de su agenda. Una primera pregunta que tenemos que hacernos es si la agenda que acabe siendo relevante podría afectarnos negativamente. Desde luego, en la medida en que su economía crezca con celeridad México se beneficiaría. Pero, dadas las circunstancias, uno tiene que preguntarse si no es tiempo de reenfocar nuestras baterías y pensar distinto sobre el futuro de la relación bilateral.

Avionazo, seña de inseguridad

El Universal, p. 17/Primera
Francisco Valdés Ugalde
(…) Las autoridades han procedido a esclarecer los hechos. Parece que lo han hecho correctamente, pero el efecto de verosimilitud no consigue hacerse presente en la magnitud necesaria. Los dos factores arriba mencionados parecen seguir reinando sobre la moral pública, al grado de desconfiar de la información generada por la autoridad. No podemos dejar de lado que en la sociedad mexicana predominan las creencias sobre la verificación de información. Preferimos creer que constatar. Esto ocurre en los asuntos públicos al igual que en los privados. Es como si la creencia centenaria en la divina providencia fuera el asidero ante una tradición ayuna de información pública veraz y confiable (…) Si el accidente tuvo en su origen algún error o negligencia, más vale saberlo para corregir a tiempo eventualidades que no deberían repetirse bajo ninguna circunstancia y menos en la actual, de por sí ya cargada de amenazas y violencia.


¿Todos iguales?

El Universal, p. 17/Primera
Sara Sefchovich
Así como en vida no todos somos iguales, así tampoco lo somos a la hora de la muerte. Cuando en 1969 se estrelló un avión en las cercanías de Monterrey y murieron muchos pasajeros, entre ellos mi tía y mi prima, era muy doloroso ver que ni quien las mencionara, pues las esquelas y discursos sólo hablaban del político tabasqueño Carlos Madrazo y del tenista Rafael Osuna. Y cuando en 2005 cayó el helicóptero en que viajaba el entonces secretario de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta, y varios funcionarios más, todos los cuales murieron, sucedió lo mismo. Y es más, a la hora de la ceremonia presidida por 'Vicente Fox, una de las esposas se atrevió a increpar a las autoridades porque, según dijo, al menos dos de los féretros estaban vacíos, incluyendo el de “su marido.

¿Accidente o atentado?: razón técnica versus razón política

Milenio Diario, p. 16/Opinión
Alán Arias Marín
Hay una otra consternación en la opinión pública y la ciudadanía por la muerte de Mouriño y Vasconcelos, cuadros de altísimo nivel involucrados en “la guerra al narcotráfico”; preocupaciones bruscamente distantes de la estrategia mediática de gobierno y medios que buscan imponer, como temas dominantes de la agenda, la exhibición deliberada del dolor oficial, así como la conducción informativa -instrumentada con profesionalismo por Luis Téllez- hacia la hipótesis del accidente y la espera de una lejana confirmación técnicamente irrefutable. Si no es posible proteger adecuadamente al número dos del gobierno ni a uno de los más experimentados y relativamente exitosos expertos en la lucha anticrimen, ¿qué se puede esperar?, ¿qué sigue, quién?, ¿cuál el sentido de esta batahola de violencia irrefrenable (más de 200 muertos en pocos días)?, ¿qué va a ser del país?

El accidente

Milenio Diario, p. 19/Opinión
Jorge Medina Viedas
La ruta de San Mateo la he recorrido más veces que la calzada de Los Misterios y muchas más que La Pera de la carretera a Cuernavaca. La primera vez fue hace 40 años dos meses cuatro días, el 6 de septiembre de 1968. En esta conocida entrada aérea a la Ciudad de México, a las 6:46 de la tarde del 4 de noviembre, ocurrió el lamentable accidente que recrudeció el crispado clima nacional. Es ahí, en el recorrido casi final de este destino, cuando la operación de aterrizaje en el aeropuerto capitalino Benito Juárez adquiere su momento más emocionante. En días despejados, el enorme valle que comprende la zona metropolitana se muestra como una alfombra terrosa y contrahecha, la cual se extiende interminable por todos los puntos cardinales de la ciudad.

México, país de presidentes

Excélsior, p. 23/Opinión
Rene Aviles
Hay nostálgicos del pasado que añoran los tiempos del PRI porque imaginan que México requiere de un presidente-caudillo, duro, decidido, autoritario, quizá no tanto como Díaz Ordaz, pero sí de mano metálica como han sido la mayoría de los hombres que se han sentado en lo que Carlos Fuentes (la cita es obligatoria, no quiero quedarme atrás en el torneo de desmesuras al novelista) llamó la silla del águila. No sé si tengan razón. Yo nunca dejé de criticar al PRI y ahora veo a muchos de esos priistas, corruptos y abusivos, convertidos en campeones de la democracia y la honestidad. Bueno, al parecer el contacto con el PRD los transformó de villanos a héroes, de tímidos centristas a izquierdistas radicales.

Quema del gas: ¿derroche para proteger negocios?

La Jornada, p. 21/Opinión
Antonio Gershenson
No le llaman quema del gas. A pesar de que lo queman y que si no lo quemaran estarían violando normas internacionales, porque el gas sin quemar tiene un efecto invernadero 20 veces mayor que la misma cantidad de bióxido de carbono. Prefieren escribir “envío de gas a la atmósfera”. En cualquier caso, es un desperdicio, un derroche. No es como el gas que se ha quemado desde hace décadas, cuando la causa o el pretexto era que no había ductos y estaciones de bombeo para llevarlo a donde se pudiera utilizar. Aquél podía tender a reducirse a medida que hubiera más infraestructura. El de ahora aumenta más y más. Al que nos referimos es resultado de la inyección de nitrógeno para aumentar la presión de salida del petróleo y el gas asociado. Se pudo haber inyectado, en vez de nitrógeno, gas natural en vez de quemarlo. Eso lo hacen hasta en el Golfo Pérsico, donde se supone que tienen abundancia. (…)

Los números tras la elección

Reforma, p. 16/Opinión
Isabel Turrent
(…) La elección de Barack Obama podría también ser el principio del fin de la estrategia republicana que Richard Nixon inauguró en 1968, cuando decidió explotar -con éxito- el resentimiento de la población blanca frente al apoyo que Lyndon Johnson dio al Acta de Derechos Civiles que establecía la igualdad de derechos entre blancos y negros. De ahí surgió la llamada “estrategia sureña” que dio a los republicanos el control de la Casa Blanca en siete de las últimas 10 elecciones presidenciales. La estrategia del resentimiento se extendió, con el paso de los años, de los trabajadores blancos de cuello azul y cuello blanco, a la derecha cristiana para la cual lo fundamental son los asuntos de conciencia como la oposición al aborto y la educación religiosa en las escuelas, “creacionismo” incluido (…)

El futuro republicano

Excélsior, p. 22/Opinión
León Krauze
Pocas cosas llegan más rápido que las recriminaciones después de un fracaso. El martes por la noche, en Phoenix, los simpatizantes de John McCain tardaron no más de dos minutos en desalojar el lujoso salón de fiestas del Hotel Biltmore -donde habían estado esperando un milagro- para dirigirse al jardín, inmenso, donde la campaña había preparado un escenario para que el candidato hablara al final de la jornada. Pero McCain no fue generoso con todos. A su derecha, con el rostro endurecido, estaba Sarah Palin. Cuando McCain la mencionó, en una referencia casi tangencial, buena parte del público la abucheó. En el círculo íntimo de McCain no parece caber ninguna duda: es Palin quien debe cargar con la derrota. Pero se equivocan. La responsabilidad del descalabro no es de la gobernadora de Alaska, sino de la dependencia del Partido Republicano con lo que ella representa. El problema para el partido es que ahora deberá liberarse del yugo ultraconservador. La elección de 2008 deja claro que, frente a un candidato moderado realmente atractivo, la minoría de derecha no puede hacer gran cosa.

Medio Oriente y violencia

El Universal, p. 16/Primera
Jean Meyer
Israel va a nuevas elecciones y sus vecinos, Siria y los palestinos, tendrán que esperar el nuevo gobierno para volver a unas interminables y poco esperanzadoras negociaciones; de todos modos Damasco esperaba el resultado de las elecciones en Estados Unidos para continuar; el rey de Jordania, hombre de buena voluntad como su padre y su abuelo, se declara, por primera vez, pesimista; Irán emprende la construcción de una nueva base militar para cerrar, eventualmente, el estrecho que controla el golfo Pérsico, es decir, todo el flujo petrolero de la región, vital para la economía mundial.

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