sábado, noviembre 22, 2008

Comentocracia: Contramitos



Así viene la síntesis de artículos:

Contramitos

Reforma, p. 11/ Opinión
Jaime Sánchez Susarrey
1. “La Revolución de 1910 introdujo a México en el siglo XX. Este movimiento sentó los cimientos del nuevo régimen. En su programa, eminentemente libertario y social, reside su fuerza y su vigencia.” Falso. No hubo una sola revolución mexicana, sino varias. La reivindicación Madero: “sufragio efectivo, no reelección” nada tenía que ver con el movimiento zapatista. 2. “Hay una continuidad entre la Constitución liberal de 1857 y la Constitución promulgada en 1917. Por eso se habla de tres momentos fundacionales: la Independencia en 1810, la victoria de los liberales en 1857 y el liberalismo social en 1917.” Falso. El núcleo fundamental de la Constitución de 1917 es el artículo 27: “La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro del territorio nacional, corresponde a la nación, la cual tiene el derecho de transmitir su dominio a los particulares, constituyendo la propiedad privada”. Esto está inspirado en el derecho colonial que reconocía al rey de España como el propietario original de las tierras y aguas del territorio conquistado.

La fiesta inolvidable

Reforma, p. 10/Primera - Opinión
Felipe Díaz Garza
“Tienen que apretar, definir a una persona que tenga el interés y el compromiso de terminar en el 2010 con este trabajo”, dijo el senador perredista Rubén Velázquez. El trabajo al que el legislador se refiere es a la organización de los festejos del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución, para lo que el gobierno federal creó una comisión organizadora que ya ha tenido cuatro comisionados. Por diferentes razones explícitas, todos ellos han renunciado, y actualmente la dichosa comisión está acéfala. Los señores legisladores quieren fiesta, igual que muchos otros millones de mexicanos, entre ellos Vicente Fox, que prendió el cuete de la celebración durante su mandato, y Felipe Calderón, que le siguió el juego a su antecesor y ha seguido tronando petardos festivos durante el suyo. No hay Independencia ni Revolución consumadas. No hay Bicentenario ni Centenario que celebrar. “Pero Felipe sí quiere celebrar sin motivo una fiesta que hará lucir a su gobierno y que legitimará la dependencia y la contrarrevolución.”

“No nos vamos del PRD”

El Universal, p. 1-6/Ideas
Alejandro Encinas
A lo largo de la campaña por el PRD propuse un partido con valores y principios, que sea un claro contrapeso a la derecha y contrapunto a la lógica de acumulación y exclusión del actual sistema. El proceso electoral que vivimos nos condujo a una de nuestras mayores crisis; prevalecieron prácticas que antes combatíamos: clientelismo, corporativismo, acuerdos con las distintas formas de poder y aun el fraude en casa, que han roto las normas mínimas de respeto y convivencia interna. Por ello, no nos vamos del PRD. Porque éste es nuestro partido. No rompemos por corresponsabilidad con los gobiernos que encabezamos; nuestra salida dañaría su gestión y su futuro. Pero renuncio a ocupar la secretaría general porque no puedo aceptar la injerencia del Estado en la vida interna del PRD, menos aún en la definición de su dirigencia, y porque no puedo convalidar, aceptando el cargo, simulando que no pasó nada, prácticas que hacen que sea más rentable violar la ley que cumplirla, y que las acciones fraudulentas de quienes las hayan cometido queden impunes.

La inseguridad de un Estado fracturado

Excélsior, p. 20/Primera-Opinión
José Luis Valdés Ugalde
Es ciertamente trágica la muerte de Juan Camilo Mouriño. Lo es por la pérdida de la vida de un joven político, por la partida del padre de tres niños pequeños, porque, por primera vez en la historia moderna del Estado mexicano, el segundo hombre de importancia del poder público muere y lo hace trágicamente. Pero, sobre todo, lo es porque de su muerte se desprenden grandes incógnitas sobre la seguridad del Estado y de la nación que no debiéramos pasar por alto en un momento de enorme fragilidad institucional y social. Independientemente de la razón que provocara este accidente, la caída del avión de Mouriño abre un gran boquete en el aparato de seguridad del Estado. Pero, sobre todo, si el accidente fue por errores humanos, como parece apuntar la indagatoria oficial, las razones son todavía más prosaicas.

Por tercera vez, un secretario en Gobernación

El Universal, p. 7/Ideas
Jorge Eugenio Ortiz Gallegos
El siglo XXI en México ha sido hasta ahora el cambio que de venía sembrando desde el siglo XX, en lo político sobre todo. Pero al cierre de estos ocho años, la esperanza vaga en el “nebhlumo”, viento contaminado entre desórdenes de los partidos políticos amañados, que con la lujuria de los medios de comunicación anuncian y emiten leyes, mientras el pueblo desorientado sufre de la inseguridad y la inflación mentirosa que oculta la espantosa verdad de la carestía y el hambre sigue inundando los deciles de la mitad de la población. El lunes 10 de noviembre fue nombrado secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont, graduado en la Escuela Libre de Derecho. El pueblo quisiera que la historia no se repitiera en el tercer secretario de Gobernación del actual Presidente: las lamentables debilidades de Santiago Creel Miranda en la venta de concesiones para casinos, y las maniobras ya denunciadas ante el Senado de Juan Camilo Mouriño, para enriquecerse como otros famosos gallegos nacionalizados mexicanos.

Censura brutal

El Universal, p. 1-7/Ideas
Mayté Noriega
Volvió a presentarse en Chihuahua la más brutal de las censuras: el asesinato del periodista Armando Rodríguez. Una censura impuesta no por el gobierno sino, al parecer, por sicarios. Ante eso no hay defensa posible ni castigo. Todo ha sido inútil. Hasta hoy las muertes han quedado impunes en su mayoría. Todo indica que más que falta de voluntad es un asunto de incapacidad de la autoridad encargada de investigar y procurar justicia. Pero al margen de lo que se pueda hacer para proteger la integridad de los periodistas, algo hay que hacer en Chihuahua, donde las ejecuciones han dejado de ser una noticia para convertirse en una cifra, de varios dígitos, que aumenta al ritmo del temor de una sociedad en la zozobra y la impotencia.

La Revolución 'perdida'

Excélsior, p. 20/Primera-Opinión
Erubiel Tirado
Hace casi ochenta años, en 1919, en Chihuahua fue apresado el general Felipe Ángeles, uno de los personajes “perdedores” de la Revolución, que al paso del tiempo fue reivindicado a contrapelo de la historia oficial, su pensamiento social y humanista. Al acercarse en forma inexorable a una dudosa celebración centenaria, la Revolución Mexicana es objeto de revisiones por comentaristas, quienes, en ocasiones, miran de nuevo a los académicos e historiadores que por fortuna no han abandonado el tema.

Política y laicismo

El Universal, p. 7/Ideas
César Cansino
La semana pasada participé en una conferencia sobre laicismo y fe en la Universidad Popular Autónoma de Puebla. Mi intervención causó polémica porque cuestioné la intolerancia que la Iglesia católica sigue mostrando hacia otros credos y hacia quienes no comulgan con sus posiciones. Grosso modo, mi tesis sostenía que en el nombre de Dios se emprenden inverosímiles cruzadas en pro de una reconfesionalización de la política, o se disfrazan inconfesables intenciones de instrumentalizar la fe en aras de algún proyecto de poder que no acaba de asumirse plenamente moderno y democrático: secular y laico. En el nombre de Dios también se confabulan -como parece ocurrir en México- sectores específicos de las élites políticas y los jerarcas religiosos para tratar de revertir la historia en pos de un improbable proyecto de unidad e identidad nacional negador de la pluralidad y la diferencia, consustanciales a la vida democrática.

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