Así viene la síntesis de artículos:
Colaborador invitado/Ciudadano fiel
Reforma, p. PP-7/Primera-Nacional
Germán Martínez
Henri Bergson decía que sólo era libre el hombre que era obediente al deber. Carlos Abascal fue, justamente por eso, un hombre libre, porque abrazó a cabalidad su fe personal, su credo religioso y su convicción política. Era inquebrantable. Valiente. Uno de esos leones indomables de la ética de la responsabilidad. Siempre se hizo cargo de las consecuencias que provocaba su manera de entender el mundo. Y ése fue su principal valor. Por eso va a ser recordado: por su inalterable congruencia entre lo que pensaba, decía y hacía.
Capital defeño
Reforma, p. 13/Primera - Opinión
Sergio Aguayo
La cumbre sobre la inseguridad se desinfló. Ni el gobierno ni la sociedad estuvieron a la altura de aquel vistoso banderazo del lejano 21 de agosto. Ante lo desesperado de la situación, hay que explorar propuestas alternativas, una de las cuales sería que la capital asumiera el liderazgo y marcara la ruta. En el gobierno federal optaron por el viejo método: culpar a los de atrás y presentarse como el salvador. El crimen organizado, asegura Felipe Calderón, es la consecuencia “de años de indiferencia” que terminaron durante su gobierno. Repitió las tesis de Eduardo Medina Mora, enunciadas días antes, en una larga entrevista a Pablo Ordaz de El País de España (noviembre 23, 2008). En el acto conmemorativo de los 100 días de firmado el “Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad”, la mayoría de los gobernadores optaron por el silencio, y los únicos que medio reconocieron su pereza fueron los legisladores. Días después, el encuentro en Palacio Nacional sigue hundiéndose en el olvido.
Dilemas de la seguridad
El Universal, p. 27/Opinión
Ricardo Pascoe Pierce
Puesto a debate, el asunto de la seguridad -pública y nacional- se ha tornado complejo, incomprensible y algo terrorífico. Ninguno de los candidatos presidenciales de 2006 tuvo el problema en la mira ni se refirió mayormente al tema. López Obrador planteó el uso del Ejército en tareas de combate al narcotráfico y Calderón lo tuvo como un tema tratado y comentado, pero secundario. Ahora el país tiembla ante las referencias diarias al número de muertos, que supera ya la cifra de soldados de EU muertos en Irak y Afganistán. El Estado fija metas (v.g., los 100 días del Consejo Nacional de Seguridad) que no cumple mayormente. Sigue el debate acerca de la participación de las Fuerzas Armadas en el combate al narco, al tiempo que no existe una policía federal capacitada y suficiente para encarar el conflicto. (…)
Esbozo de un bienio
Milenio Diario, p. 17/Opinión
Héctor Tajonar
En la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, citó una frase de Octavio Paz, que describe bien la situación del país: “Más que el brillo de la victoria, nos conmueve la entereza ante la adversidad”. Si algo distingue al presente gobierno es la determinación del presidente Felipe Calderón de combatir frontalmente al narcotráfico y el crimen organizado, para evitar que México se convierta en un narcoestado. El costo en vidas humanas de esta batalla es ya de casi ocho mil víctimas, y al final del sexenio podrían contarse en decenas de miles, como lo mencionó Ciro Gómez Leyva en su entrevista al Presidente de la República, quien respondió con firmeza: “Uno debe hacerlo que el deber le impone Y mi deber es defender a los mexicanos de la acción de los criminales”.
Avanzan acuerdos para la reforma de seguridad
La Crónica de Hoy, p. 4/Opinión
René Arce Islas
La iniciativa de Ley de Seguridad Pública se encuentra en la última fase de revisión en el Congreso. Este es un avance importante, debido al escenario adverso en materia segundad pública, por tal motivo y ante el compromiso de los legisladores con nuestros representados, lo que se pretende es buscar soluciones de fondo a los sangrientos y violentos ajustes de cuentas que la “guerra” en contra del narcotráfico ha generado en el país. Asimismo, se ambiciona reformar el artículo 73 constitucional, con una nueva Ley Federal para Prevenir y Sancionar el Secuestro.
La degradación de la fuerza militar
El Universal, p. 26/Opinión
Jorge Luis Sierra
Por primera vez en la historia moderna de las Fuerzas Armadas, la Secretaría de la Defensa Nacional planteó públicamente al gobierno y al Congreso mexicanos la necesidad de cambiar las políticas de gobierno que han llevado a la degradación del poder militar y a la existencia de unas Fuerzas Armadas incapaces de ejercer la defensa nacional. El aspecto más dramático de ese planteamiento realizado en el documento Panorama general del Ejército y la Fuerza Aérea, presentado a los senadores del país, se refiere a la incapacidad de mantener la guerra contra otra fuerza armada más allá de 25 días. En términos hipotéticos, esto significaría que una invasión militar al territorio mexicano podría consumarse en menos de un mes.
Preguntas
Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Jorge G. Castañeda
En las encuestas y opiniones sobre los dos años del gobierno de Calderón hay constantes y algunas variaciones. Los sondeos, en general, dicen lo mismo: la aprobación del Presidente se mantiene estable a lo largo de un año difícil, lo que sin duda es un logro, aunque la valoración de la gente sobre las acciones del gobierno en distintos campos es cada vez más negativa, como es lógico también. Parece haber tres premisas detrás de la decisión de Calderón. Primero, no había un minuto que perder dada la descomposición de la autoridad del Estado. Segundo, que esa descomposición viene de dos cambios en la estructura del narco: México había dejado de ser un país de tránsito para ser un mercado de consumo, y la relativa sustitución de la cocaína por metanfetaminas en EU, lo que modificó rutas, mecanismos de tránsito. Y la tercera, que ante ese panorama la única solución era ordenar al Ejército desempeñar un papel más activo y vigoroso en el combate al crimen organizado.
Agenda obligada
El Universal, p. 27/Opinión
Jorge Chabat
Al cumplirse dos años del gobierno de Felipe Calderón no han faltado los balances de su gestión, ni tampoco las voces que han sugerido que ya es tiempo de consolidar el gobierno y mover la agenda de los temas de seguridad, en los cuales los resultados son regulares, hacia otras agendas que, en principio, le permitan mayor margen de maniobra y lucimiento al gobierno. Se ha dicho que ya es tiempo de mover la agenda hacia los temas sociales. De hecho, esa fue la intención del gobierno de Calderón desde el inicio de su administración, cuando hablaba de “rebasar por la izquierda” a López Obrador.
Calderón: la evaluación olvidada
La Jornada, p. 24/Opinión
Luis Linares Zapata
Los pasados dos años del gobierno que formalmente preside el señor Calderón bien pueden ser evaluados como la fase terminal de un modelo impuesto con mucha anterioridad (25 años). Las cuentas que se perfilan no son, para nada, halagadoras. El estancamiento económico y la mediocridad programática campean por todos los renglones de lo que puede entenderse corno un ejercicio crítico del periodo llamado neoliberal. Pero, al mismo tiempo, resaltan otros componentes que describen tanto a los personajes como a sus actitudes grupales. Destaca de inmediato la subordinación a ultranza que la élite decisoria del país ha ensayado respecto de los dictados externos. De esa manera, impropia a cualquier medida de soberanía y dignidad, la consecuencia se perfila nítida: un entreguismo, compulsivo y cotidiano de la riqueza, las oportunidades y el futuro mismo de la nación. Así ha sucedido durante el cuarto de siglo pasado y de una obcecada manera lo ha continuado haciendo el señor Calderón, patrones y acompañantes de ocasión, durante el primer tercio de su mandato.
Crisis y empleo
El Financiero, p. 31/Opinión
Antonio Morfín Madel
La economía mexicana padece incapacidad crónica para generar suficientes empleos bien pagados para todos los jóvenes que cada año llegan a la edad de trabajar. Con la crisis financiera que aqueja al mundo lloverá sobre mojado, pues uno de sus principales efectos en nuestro país será el crecimiento del desempleo. Esto ocurrirá por diversas razones. Se reducirán las exportaciones. No sólo se detendrán las nuevas contrataciones, sino que previsiblemente habrá despidos. La reciente devaluación del peso alentará las ventas al exterior pero serán insuficientes para mantener la ocupación. Se frenará la emigración laboral. Durante los últimos dos años, en que se redujo la salida anual de trabajadores mexicanos hacia la Unión Americana, se crearon aquí casi un millón de empleos formales, y otros tantos informales. Gracias a esto, el desempleo abierto sigue bajo: 4.2 por ciento de la Población Económicamente Activa. Sin embargo, esto ya no durará, pues la creación de nuevos puestos se frenará en los próximos meses. ¿Qué se puede hacer al respecto?
¿Y 'ora?
Reforma, p. 13/Primera - Opinión
Froylán M. López Narváez
Contumaz, taimadamente, se negaba lo que ahora ha sido declarado de manera formal: después de haber experimentado una etapa de crecimiento económico que se prolongó durante seis años y un mes, el mercado estadounidense entró ya en una etapa de recesión. La Oficina Nacional de Investigación Económica de EU confesó el quebranto que se advierte gravísimo para el mundo todo. El actual secretario del Tesoro yanki expresó que los habitantes de su país ya se dieron cuenta en las que están, pero que la mejor manera de encarar la situación es reforzar, estabilizar... al sector financiero. Se les está cayendo su mentirota pues por lo pronto tienen que admitir que el crecimiento para el año que entra lo estiman en 0.38. ¿Y 'ora?, preguntan y se preguntan millones de mexicanos, junto con otros amedrentados e indefensos de todo el mundo, ante la catástrofe de las penurias por venir y la indefensión de los ciudadanos que ahora padecen, lo que el hipócrita y muy chico Bush advirtió: fue Wall Street quien le indujo a sus torpezas, a sus errores fatales.
La precaria unidad
El Universal, p. 27/Opinión
Mauricio Merino
Jesús Ortega está condenado a convocar mil veces a la unidad, pues tras la batalla campal que lo llevó a la presidencia del PRD, ya no podría inyectar nuevas razones para dividir al partido. Pero dudo mucho que los grupos que lo conforman puedan -e incluso deban- llegar juntos a las elecciones de 2009, y mucho menos a las de 2012. Lo que identifica a las corrientes que integran el PRD no es una ideología compartida ni una visión común sobre el país que desean. Su sello de identidad es, más bien, la forma en que hacen política: una búsqueda tenaz de personas y asociaciones que van sumando voluntades inconformes entrelazadas, en una parte, por su oposición al gobierno y/o a la situación general y, en otra, por intereses puntuales de toda índole.
PRD, AMLO y la consolidación de la democracia
El Economista, p. 40/Política y Sociedad
Enrique Díaz-Infante Chapa
La democracia en México está ganando con el desplome electoral del PRD y de AMLO, y con el pleito entre ambos. No es que nuestro país no requiera de un partido fuerte de izquierda; al contrario, le urge. Es más, hacemos votos por que un PRD demócrata y moderno pronto se recupere y esté en posibilidades de alcanzar el poder. Tampoco buscamos minimizar los reclamos legítimos de justicia social enarbolados por López Obrador y seguidores, nada de eso. Pero el fin no justifica los medios. La historia de fraude electoral que AMLO y el PRD construyeron en relación con las elecciones del 2006, se les ha revertido como boomerang, por lo sucedido en las elecciones internas del sol azteca. Hoy para los lopezobradoristas, Jesús Ortega, ganador de la elección del PRD, es un presidente espurio… ¿les suena?
Abascal
Milenio Diario, p. 16/Opinión
Juan Ignacio Zavala
Me tocó conocer a Carlos Abascal hace ya unos años. Quiero decir que nunca fui su amigo ni su alumno ni nada por el estilo. No teníamos mucho en común pero nos brindábamos el aprecio de quienes solamente son compañeros, camaradas de partido. Sin embargo Carlos contaba con mi absoluto respeto. En estos días será un lugar común decir que era un hombre congruente con sus ideas, pero sí lo era y es algo que no se encuentra muy a menudo, y por eso destacaba. Frente a representantes de la Iglesia católica que dan verdadera pena o coraje, el testimonio de personas como Abascal le hará falta al rebaño católico, esto al margen de que se estuviera o no de acuerdo en la forma en la que asumía la religión. Pero cuan lejos los que no concordábamos en su visión de la religión estamos de dar un testimonio como el suyo. Por eso hará falta. Porque fue tenaz, porque fue congruente, porque luchó, verdaderamente, hasta el final.
La congruencia de Carlos
El Financiero, p. 31/Opinión
Luis Pazos
Una de las virtudes más difíciles de practicar en la vida es la congruencia, vivir como pensamos. La congruencia se complementa en una sociedad plural y democrática con la prudencia y la tolerancia. Carlos, a quien conocí desde hace más de 40 años, cuando ambos estudiábamos en la Escuela Libre de Derecho, practicaba desde entonces esas tres virtudes: congruencia, prudencia y tolerancia. Nunca ocultó como estudiante, directivo de empresas o en su papel de alto funcionario público, como se dice coloquialmente, “la cruz de su parroquia”. Por no ocultar como funcionario sus creencias, que es un signo de modernidad y democracia, fue objeto de burlas, señalamientos y hasta de acusaciones de radicalismo.
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